NARRADORA

—¡Hermano! —Tavian corrió finalmente hacia él, abrazándolo efusivamente.

Damon dejó ir a Axton, después de humillarlo frente a todos.

La princesa también se apresuró a darle la bienvenida, los guerreros y nobles salieron de su estupefacción.

Damon pronto se vio rodeado, pero la mayoría mantenía su distancia; el príncipe lycan guerrero no era famoso por su calidez.

—No se preocupen, mi salud está estupenda y regreso con más fuerzas que nunca a ocupar mi lugar —zanjó las preguntas solapadas

—. Ahora sigan con su celebración.

Le dio toquecitos al cabello de Sheira, que no se despegaba de su cintura.

Los comensales regresaron a ocupar sus mesas, pero era obvio que la atención se desvió a Damon y nadie se acordaba ya del cumpleañero.

Preguntas había miles, pero era un asunto privado de la familia real, y Damon no era una persona que se pudiese interrogar abiertamente.

—¿Fue necesario bromear de esta manera con tu hermano mayor? —Axton le preguntó alzando una ceja

—. Incluso me ro