Dalila ya estaba al frente de los negocios ilícitos de Alexander, sus hijos en casa al cuidado de una nana y los guardias leales a Pétrov, ella llevaba el negocio propio también, todo lo hacía como le gustaba al amo, las ganancias llenaban las arcas además tenía el apoyo de Nadia la que enseñaba a bailar a las chicas y ya no secuestraban a las mujeres, sino que las contrataban, todo había cambiado.

Ella ya le había conseguido otro doctor para la clínica, era un galeno al que le habían quitado la licencia por mala práctica médica al hacer abortos clandestinos, pero en sí era un buen médico, Alexander estuvo de acuerdo en esa adquisición.

Después de los momentos emotivos entre todos optaron por ir a cenar ya más tranquilos, las risas entre todos amenizó la cena, nadie preguntaba nada sobre lo que Mijaíl había narrado, los esposos contaban todo lo que habían disfrutado en su luna de miel, solo se abstuvieron de contar lo que sucedió en Rusia.

Ya más tarde todos se fueron a descansar a