Todos ingresaron a la sala en donde se sentaron cada quien en su puesto y esperaban con ansias a quien hablaría con ellos de eso tan importante, Jessa espero que su esposo se sentara y se situó en medio de la sala para comenzar a hablar. —Bien, ya que estamos todos aquí, comenzaré a decirles que debemos hablar muy seriamente sobre el regreso a Rusia de todos nosotros y si digo todos son todos absolutamente, la familia Pétrov y nuestros amigos más preciados que son Mijaíl y Dominik Todos se observaban entre sí con un dejo de preocupación, sin embargo, nadie replicaba nada, seguían en silencio para escucharla y Jessa siguió hablando. —Yo personalmente no estoy de acuerdo en hacer una despedida en grande para irnos de este país, creo que debemos ser más discretos teniendo en cuenta de que Alexander ahora es el Boss de la mafia rusa, la prensa podría entrometerse, les recuerdo lo que sucedió cuando murió Lika, acudieron al funeral e hicieron un festín con la noticia, a tiempo el señor E
Jessa fue la primera en despertarse, se percató que iban a ser las diez de la mañana, miró a su lado y su esposo seguía durmiendo como nunca, justo cuando tomó el celular de Alexander entró una llamada a la cual respondió de inmediato, no dejando que su sonido despertara a su amado esposo, se levantó muy despacio para contestar en voz baja. —Aló La voz de un hombre habló —Buenos días, ¿podría hablar con el Boss? Ella le contestó muy seria —Él se encuentra muy ocupado por ahora, puede decirme lo que desea para darle su mensaje, soy su esposa Del otro lado de la llamada le contestó en forma apresurada y con respeto, pues sabía con quién estaba hablando —Solo dígale que… el prisionero está bien de salud, nada más Ella le respondió muy serena y cortante —Muy bien, solo quiero pedirle que por hoy nada de llamadas, tenemos un compromiso muy importante y no debemos ser interrumpidos, ¿entendido? Le contestaron del otro lado —Entendido, solo dígale que lo llamó Sergey, gracias Jess
Cuando llegaron a la mansión Pétrov allí estaban estacionados todos los autos de la familia y sus amigos, Iván fue el primero en bajar del auto y ordeno que sacaran a Alexander con mucho cuidado y lo trasladen al interior de la mansión, seguidos de Jessa y Yuriana, el comandante se quedó afuera dejando órdenes por doquier a todos sus hombres. Mientras tanto en el interior de la mansión todos sus integrantes estaban en la sala sentados, en el sofá más grande yacía Alexander inconsciente, siendo atendido por Yuriana, que estaba allí sentada en una silla, curando la pequeña herida en la cabeza del Boss, Jessa estaba sosteniendo la cabeza de su esposo en las piernas mientras con una de sus manos le acariciaba los cabellos. La puerta del ascensor oculto se escuchó y de allí emergió el doctor con un tomógrafo de última generación portable, acomodaron al Boss para ponérselo y revisar si había alguna lesión, Yuriana lo ayudaba debido a su amplia experiencia de enfermería. Jessa dejo a su es
Alexander al ver a su amigo parado allí tembloroso, mirando a todos lados muy nervioso, parecía ratón enjaulado, Iván estaba en la puerta impidiendo el escape, Jessa junto a Alexander observándolo con los ojos tristes, Yuriana con la boca abierta.El Boss dio dos pasos acercándose con una mirada de furia y reclamó—¿Por qué? Maldición, solo respóndeme carajo ¿Por qué?Iván solo lo miraba muy serio esperando la respuesta del traidor, que no hacía, sino mirar a Jessa y después a Alexander cuando balbuceo.—Yo… yo no sabía que Igor era el hermano de Kurt, yo… un amigo me llamó hace días para contármelo, solo me dijo que Igor se emborrachó y dijo que eran hermanos por parte de padre, que su padre se había tirado a su madre en un club donde ella bailaba, pero ella no dijo nada porque su padre le había fijado una mensualidad para que guarde ese secretoComo estaba tan furioso, el Boss siguió caminando muy despacio, pero bufando cuál toro embravecido acorralándolo contra una pared y el hombre
Llegaron al hangar del ruso antes de que el avión arribara al aeropuerto, se situaron en sitios estratégicos, los guardias de Igor no escuchaban ningún ruido porque estaban seguros de todo, Iván, Jessa y Yuriana estaban al frente, todos los demás alrededor y camuflados esperando la llegada del avión privado.Muchos hombres armados en sitios estratégicos, el ruido leve de un motor alertó a todos, Iván ordenó por los micrófonos portátiles que esperaran su señal, después de unos minutos el avión aterrizo hasta después entrar al hangar que es donde se abrió la puerta y bajaron primero la tripulación quedándose sentados en dos mesas unidas que estaban listas allí.Después salió una exuberante mujer que Iván reconoció y se quedó estático, Yuriana lo notó y preguntó susurrando—¿Quién es ella, Iván?, ¿cariño?Sin embargo, Iván habló mirando directamente a Jessa que estaba vigilando hacia otro lado—Rubí, ¡mira hacia allá!, ¿te parece conocida?Jessa miró hacia donde le señalaba Iván y palidec
Se subieron los tres en el auto que de nuevo fue manejado por Iván, quien sugirió ir a un sitio alejado para despejarse un poco de toda la conmoción, al llegar era un hermoso paraje solitario, con árboles frondosos, una llanura esplendorosa al frente, la brisa hacía remover sus cabellos, el trío se quedó parado admirando la belleza del paisaje e inhalando y exhalando para recibir el delicioso aroma de la naturaleza. Se sentaron unos momentos en el blando suelo, entonces el comandante comenzó a hablar con ellas, ambas sonreían escuchándolo, movía sus manos a cada momento, sin embargo, su sonrisa pícara era notoria, Yuriana su mujer, le replicó. —Mi amor, pero… ¿No crees que… eso es demasiado? Eso es como lo que les hacen a los toros en cuanto salen al ruedo, picarlo con esas lanzas para que se ponga bravo. Iván le respondió riéndose —¡Ese es el objetivo! Hacerlo enojar, que reviente jajajaja, ¿me apoyas Rubí? Jessa los observaba con un pequeño temblor en sus labios por las ganas de
Llegó la hora de la cena, los esposos despertaron casi al mismo tiempo, en la parte de afuera se escuchaban las voces de los demás, se estiraron ambos con pereza, Alexander la abrazó apretujándola para decir con todo su corazón. —Te amo Jessa le habló con dulzura —Yo también te amo mi amor Se besaron por unos minutos, se levantaron para bañarse, bajo el agua que caía volvieron a amarse, esta vez Alexander pidió hacerlo con cuidado por el bebé, Jessa aceptó a regañadientes porque deseaba tanto sentir la rudeza de su esposo. Alexander la tomo en sus brazos alzándola para que ella recostada a la pared, rodeara sus caderas con las piernas, la penetró allí muy despacio, sus embestidas fuertes, pero no tanto como quería debido al temor de lastimarla a ella o causar quizá una caída y los golpes en el estado de su esposa eran muy peligrosos. Jessa lo besaba con desesperación, anhelaba tanto sentir sus labios, su sabor, rodeaba con sus manos el cuello de Alexander para seguir besándose, e
Hank se quedó junto con Louis y Jessa los llevó hasta el despacho de Alexander y cerró la puerta, la pareja se sentó en el sofá para esperar el motivo por el cual los llevo hasta allí, ella empezó a hablar primeramente con su gran amigo Hank —Hank te conozco y sé por lo que has sufrido, sin embargo, veo que has hecho buenas migas con Louis, sabes lo que está sucediendo y lo que vamos a hacer, por eso te hago esta pregunta, ¿te sientes seguro de tus sentimientos hacia Louis? El ruso la miró y después a Louis, tomó una de sus manos frente a ella para responder —Rubí, tú sabes por todas las vejaciones que he pasado, siempre… me han utilizado y yo no conocía nada de lo que es el amor, solo la amistad que tú me enseñaste, pero… cuando Él se me acercó sentí cosas que nunca había sentido, Louis ha hecho que la vida sea más brillante, parece como si una luz se encendiera en mi oscuridad, yo… quisiera probar y aprender lo que es amar y Louis quiere enseñarme Louis intervino diciendo sin sol