—Esta muy ocupado, pero no sé preocupen, ahora mismo lo iré a buscar.—Habló April mientras se levantaba de su asiento, haciendo que la pareja imitara su acción tan rápido como ella.—No no, es decir...no es necesario, en realidad es mejor que el este ocupado, así podremos hablar contigo.—Aclaró la rubia mientras tomaba tomaba brazo de la ojiverde. Esta los miró extraña por su comportamiento, incluso curiosa por lo que le querían decir, algo tan privado que era preferible que ni el alpha estuviera presente. Se encogió de hombros y se sentó nuevamente nuevamente la silla, agudizando sus sentidos lista para escuchar lo que ellos le iban a decir.
—Queríamos preguntarle si usted puede ser la tía de los niños.—Ella estaba esperando a que la rubia hablara, ya que ella era la encargada de anunciar en voz alta lo que ambos meditaron, y el escuchar decir aquello de la garganta de Lucas era algo que ella no podia asimilar con rapidez.—¿Qué?—Preguntó sin entender, aunque haya comprendido a la perfección la oración dicha por el moreno, era algo repentino el hecho que ello la eligieran a ella como tía de los cinco niños que iban a llegar a la casa en unas horas, era casi irreal y loco.
--Esperen...¿Ser su tía?--Preguntó realmente confundida mientras se sentaba nuevamente en la silla de madera dónde antes estaba sentada, tenía demaciada curiosidad en su pequeño ser, aún que escondía demaciado bien esa curiosidad. La pareja se moró nerviosamente al darse cuenta de lo que el había dicho tan de repente que no se había dado cuenta de que había sido muy repenino para ella, y ahora no sabían como explicarlo a la mujer de mirada verdosa que seguia manteniendo sus orbes fijamenmte en ellos, buscando una explicación. --Bueno...usted sabe que nosotros, realmente no tenemos a nadie, en realidad somos huerfanos desde que eramos simples cachorros, nuestras familias de la vieja y desconcida manada Renaciente, murieron de un horrible y desprevenido ataque masivo de Rougers Alphas, masacraron a toda la manada, solo algunos adultos junto a nosotros escaparon y se separaron luego de perder la esperanza, nuestros padres eran amigos mutuos mucho antes de que siquiera nosotros nacieramo
--Lamento la tardanza.--Se disculpó sin mirar a nadie en concreto, sintiendo la mano de su esposa apretar con un poco más de fuerza su muslo antes de soltarlo con delicadeza y acariciarlo, era algo completamente inconciente de parte de ella, era todo por el vinculo que los unia, una fuerza extra en ellos que los impulsaba de forma bonita a eliminar la verguenza y hacer lo que tu mente y corazón pide. --Oh no te preocupes, lo entendemos, no hace falta que te disculpes o justifiques, nosotros estamos agardecidos con lo que has echo por nosotros.--Habló de forma comprensiva el beta de la manada de America del Sur, mientras le mandaba una minuscula y casi inperceptible sonrisa. --Ah si, cambiando de tema ¿Cómo esta el alpha Leandro?--April habló mientras cortaba un pedazo de tostado, viendo como el queso se derretía aún más por la cortada y se unia al jamon. Una de las cosas que amaba de estar embarazada, es una excusa para que nadie le dijiera nada solo por comer más de un plato, tal v
— Sí, es el único adolescente con el que mantengo contacto es con thiago, y a él no lo veo desde hace semanas, No puedo creer que inconscientemente esté esperando a que ya lleguen Aunque Todavía falta en horas.— en realidad.— murmuro la rubia acomodándose incomoda en el asiento— están por llegar, vienen en una camioneta.— hablo mirando de reojo a su pareja, quién estaba igual de nervioso que ella, porque en realidad no le había dicho a la pareja de alfas que los niños estaban por llegar en cualquier momento.—¿ ahora?— hablo alterado abdel Quién hizo aquello a la par de su esposa, solo Qué es razonaba totalmente sorprendida y el completamente alterado.—Si...bueno...si...— atino a decir algo te morosa y nerviosa la rubia quién afectaba la mano de su pareja sin saber cómo iba a reaccionar la pareja de alfas.—No puede ser...— murmuro Abel quitándose los pelos que estorbaban en su rostro, mientras limpiaba sus manos con una servilleta totalmente consternado.—¡Maravilloso! Eso es genial
El motor de la camioneta rubia con fuerza y furia para hacer que las demás partes del mecanismo que portaba la camioneta negra siguieran funcionando con velocidad y rapidez. Se veía desde a esa gran distancia, los pelos rubios y alocados de la piloto, quien era Marta, la mujer de cuarenta años que hasta hace unos días se hacía cargo de los niños; A su lado, se encontraba su esposo, quien portaba con orgullo su pelo sedoso y canoso que bailaba al son del viento que entraba por la ventanilla abierta. Después de unos cuantos kilómetros, April recién pudo identificar a la camioneta y por quien estaba siendo manejada, los había divisado a lo lejos del camino asfaltado, a tan solo unos minutos lejos de ellos, a veces ella se sentía un poco fuera de lugar, ella desde hace más de un año que tiene conocimiento de su poder y de la grandeza de este, el estar embarazada implicaba el hecho de no hacer magia, pues lo poco que tenía de energía era solo para seguir haciendo actividades puramente human
—¿Acaso es emo?— le susurro del a su esposa medio incrédulo, y esta solo contuvo sus carcajadas antes de golpearlo en el brazo y mandarle una mirada de desaprobación mientras la hacía un ademán con sus dedos para ponerlo sobre su boca y susurrar un "Shh"—¿Cómo están?— pregunto Agustina mientras veía a su prometido caminar hacia ellos una vez que vio como iban bajando todos los niños como todos tenían diferentes rasgos cómo era obvio que eran de diferentes padres, excepto con los mellizos que eran tan parecidos que parecían gemelos— ¿Durmieron bien?— más o menos como la mayoría estaban ansiosos por venir, y estoy seguro que cuando sea la hora de irnos, no van a pegar el ojo en toda la noche.— habló el mayor de los cinco mientras abrazaba su padre adoptivo como todos y cada uno de los presentes voltearon a ver a la pareja que estaba en la entrada de la mansión, el ambiente se tornó totalmente serio e incómodo por parte de los recién llegados, el día oscuro y nublado no sea que los pequ
—Tienes toda la razón. Yo confío en ti, mi loba también. Sé que tienes un buen corazón, lo has estado demostrando durante toda tu estadía aquí, es obvio que eres una buena persona, y se que ellos tambien.—Señaló a la hermosa familia que se estaba formando atrás de la mujer adulta.—Gracias por comprender Marta. Se que ellos a pesar de ser de otra manada, son buena gente, son amables y estaban más que listos para cuidar de otro ser, en este caso cinco más.—En el mundo Licantropo, no era todo color rosas, habían prejuicios y por esas cosas se generaban horribles guerras o muertes innecesarias, y es que, era muy difícil que un alpha se lleve bien con el alpha de otra amada, por que siempre, siempre se corte corte riesgo de ser traicionado hasta por un omega de la manada contraria. Es por eso que las adopciones de otras manadas hacia una ajena era casi una aberración, una cosa que no deba pasar y que no todos los alohas permitían por más años de amistad que tenían con otra manada. Una unió