El problema era mucho más grande de lo que imaginaban, tanto el como la tercera guardia lo creía. Era alerta roja, tenían que avisarle si o si a el alpha pues la situación era de vida o muerte. Morwen acomodó su ropa y salió por la puerta, dejando atrás a el cuerpo viejo del beta que había mandado a los hermanos a la manada. Estaban en peligro todos ellos, y ni siquiera era culpa de los hermanos en si. Tomó una carta y una lapicera que tenían y comenzó a escribir la carta que llegaría mucho más rápido que ellos en su forma lobuna. Tapo la lapicera y enrollo aquel pedazo de papel destruido para atarlo a bicho, el cuervo de April, quien a escondidas del alpha, les dio el ave por cualquier caso de peligro que requiera decirse rápido. Alzó el brazo con el ave encima de este y luego lo bajo, dejando que el cuervo comenzara su vuelo por donde antes habían estado los lobos.
Ambos lobos se miraron, unos ojos con mirada serena y el otro nervioso, como s
—Eso es algo muy útil en realidad.— Habló Abdel acercándose a April— Según los libros que leí de las manadas que están limitadas con nosotros, la manada Lite tiene la costumbre de tener mas de un omega para que la descendencia del alpha sea mayor, pues en esa manada solo se rige por el siguiente progenitor más fuerte además de que, al ser una de pocos lobos, necesitan a más integrantes. Tal vez esos Omegas fueron en lugar de su alpha para no levantar sospechas, ya sabes, nadie de la manada conocen quienes son los concubinos.—Entonces es posible que esa manada haya estado haciendo venenos para aniquilarnos. En realidad tiene mucho sentido si lo vemos desde su perspectiva, ellos son una manada pequeña, sus niveles de fertilidad no son tan altos y aun no se a que se debe eso, pero si matan a Abdel y a los que lo siguen, podrán tener tus tierras y someter a gran parte de la manada para que lo sigan a el, sobre-poblar estas tierras y según ellos ser prácticamente inve
—Hasta que no termine este asunto con su antigua manada no saldrán de la mansión, sin embargo las esposas estarán en un lugar más cómodo para que puedan tener más movilidad dentro de la celda. Realmente lo siento, pero estoy segura de que si lo dejo en manos de Abdel terminarían muertos, y la verdad no apoyo eso.—Le sonrió levemente al alpha quien solo se encogió de hombros, era bueno saber que ella tenía en cuenta como era una parte de su carácter.—Esta bien, esperaremos a que termine todo esto. Solo le pido que por favor no me separe de mi hermano… no puedo estar lejos de el.—Suplicó mirando a la pelinegra, sabía que si en ese lugar había compasión era de esa mujer.—¿Lo aceptas Abdel?—Preguntó girándose levemente hacía el, ya había echo su elección, pero no iba a dejar de lado que el alpha era el y más que todo el experimentado en esas cosas.—Bien, estarán juntos. No quiero ningún incidente o problema por que les prometo
Esquivó ágilmente los dientes filosos del lobo, quien al ver que no había atrapado el trapo rojo en su fauces giró sobre su cuerpo para chocar con ella de forma desprevenida, April rio feliz y alejo su brazo de su cuerpo cuando el lobo paso encima suyo, recibiendo un choque en su estomago por parte del hocico de el lobo, flexionó sus piernas hasta que sus rodillas tocaron su abdomen donde, con fuerza e impulso, golpeó con ambas piernas el pecho peludo del lobo, donde voló por el impacto a unos metros chocando su lomo con viejo árbol haciéndolo llorar de dolor.—Lo siento.—Susurró—Pero tienes que ser más rápido. Tu puedes.—El lobo agitó su cabeza y mostró sus dientes. Avanzó rápido a ella y en un amago a querer morderla, con su pata derecha dio un zarpazo a el pañuelo de la mano izquierda de April quien por el impacto lo soltó. Aquel pedazo de tela giró y giró en el aire siendo llevado por el viento. Ambos seres se miraron, y cuando la sonrisa juguetona de April sali
Acarició su mejilla con ternura, viendo los ojos del contrario tal dilatados que apenas podía ver sus hermosos ojos dorados. El ambiente se sentía dulce al igual que el olor que predominaba entre ellos, las suaves telas de la sabana cubrían la mitad de sus cuerpos desnudos. El más joven largaba suspiros al sentir como una mano áspera y cálida se aventuraba a acariciar su espalda con ternura, el mayor amaba ver como el omega se estremecía con un solo tocar de sus dedos. Las manos del mayor generaban leves cosquillas que hacían que se removerá inquieto por más. Pero suspiró complacido una vez más cuando se sobresaltó al oír el toquetear de la puerta que se encontraba en la habitación, las acaricias pararon, las cosquillas y la calidez junto a el también.El mayor, gran alpha de la manada, acepto que quien estuviera detrás de la puerta entrará. Por lo que está se abrió mostrando a una joven y pelirroja beta en sus vente años.—Alpha, Luna.—Saludó—Hay u
Ricoparis:Después de un arduo entrenamiento y las largas horas luchando unos contra otros. April decidió tomarse un descanso e irse a caminar por el pueblo y conocerlo más, no sin antes avisarle a el alpha Abdel donde iba después de ver los nervios que el guardaba para que su plan saliera como el planeaba. Luego de convencerlo, comenzó a caminar por las calles viendo a hombres y mujeres caminar amenamente, haciendo su vida poco siempre, algunos la veían extrañados por no saber quien era la humana y otros por poco se agachaban en reverencia al reconocerla, pero por suerte ella los detenía antes de que algún otro lobo se diera cuenta.Ella tenía entendido que absolutamente todos en la manada después de los catorce empezaban a entrenar. Por lo que le sorprendía ver a los menores jugar con espadas, pensaba que Abdel les hacia estudiar lo teórico hasta que ellos llegaban a la edad anteriormente dicha para empezar a luchar, por lo que prácticamen
El plan iniciaba, estaba todo listo. Durante semanas prepararon a sus mejores guerreros para luchar, usando sus partes humanas y animal. Eran al menos trecientos hombres y doscientas cincuenta y dos mujeres, las otras cincuenta habían quedado cuidando desde su puesto, todas protegiendo el limite de la manada. El cuervo volaba por los aires, sin ser descubierto por nadie. Sus ropas de tela no cubrían ningún golpe mortal o de espada, pero tampoco interrumpía el cambio a lobo en caso de ser necesario. La manada enemiga tan solo quedaba a unas pocas horas después de cruzar el mar. Por lo que a paso lento, resguardando energías, cazando cuando era necesario. El Alpha con orgullo iba delante, portando la capa que le fue dada por su progenitor después de su muerte, junto a su mate quien por protección era la única que llevaba ropa especial. A pesar del horrible día que acechaba por nacer, el no podía dejar de admi
(Palabras y menciones fuertes, leer bajo responsabilidad)A lo lejos se podía escuchar las firmes y rápidas pisadas. Esquivando arboles o incluso montados en ellos columpiándose de vez en cuando, mirando a sus alrededores atentos a cualquier ruido exterior a ellos. Sabía que tenía que ir al frente, donde el alpha estaba, pero era mucho más importante tener mayor posibilidad de ganar si ella estaba en el segundo escuadrón. Hace minutos se había separado de Abdel, tenían que posicionarse para la batalla, ella era una de las que estaba encima de los árboles, además de el cachorro que ella misma había entrenado. Thiago estaba en su forma humana, el muchacho tenía el pelo de marrón oscuro justo como su lobo, su estructura muscular no era tan voluminosa como la de sus compañeros pero April había encontrado algo bueno en eso, que lo haría incluso mejor que ellos. Los lobos de la segunda guardia se encontraba transfo
(Palabras y menciones fuertes, leer bajo su responsabilidad)Apenas llegaron los betas se prepararon, April iba junto a Abdel encabezando el conjunto agrupado de personas listas para la batalla real. Tan solo tenían que caminar unos escasos minutos antes de estar cara a cara con la puerta principal junto a dos extensiones que rodeaban el territorio, dos guardias armados con lanzas asustados salieron corriendo dentro de la fortaleza, cerrando la puerta tras si. Marcus soltó una carcajada y a sus subordinados les señalo la puerta, dando la silenciosa orden de que derrumbaran las puertas, estos corrieron directo a el roble grueso que cubría la entrada donde de un salto se trasformaron en hermosos lobos castaños para destrozar la gran puerta.La guerra había iniciado.Tal vez parecía exagerado llevar a casi todas sus tropas a una manada a la que creían