ALPHA:
Abdel.
Un hombre sentado en su escritorio tira un par de palpeles que tenia en su mano al escritorio, suspira rustrado y sus ojos por un momento se vuelven rojos, no sentía enojo, estaba furioso. Le informaron que la raza vampirica estaba a punto de atacar a la manada por una confucion por parte del lider de ese clan, Abdel se levanta aun apoyando sus manos en la madera y se queda mirando en un punto fijo, no tenia tiempo para mal entendidos o una guerra que para el era absurda ¿Que habia pasado? La hija de Marcos era mate de uno de sus betas ¿Problema? El lider odia a los lobos, apenas si hizo un trato con ellos, aunque ese no era el motivo por el cual faltaban minutos para que gente muriera inecesar
Gracias por leer
LA CHICA DE LA CABAÑA: Abdel: Después de unos dias, Abdel se encontraba en el aereopuerto improvisado de la manada, pues vivir en el bosque era una complicacion para los vehiculos de cualquier tipo que llegaban, esta manada esta en una isla que separa de la civilización por un gran río, es por eso que es muy difícil que vampiros o rougers cruzen sin que se den cuenta. Después de cinco minutos aparece su beta con una chica pelirroja, ella lo mira y después baja la cabeza haciendole caso a su mejor amiga, se acercaron hasta el y morwen, entusiasmadon presenta a su mate. —Alpha.—Dijo agachandose, la chica lo ve raro pero sespues hace lo mismo un poco mucho intimidada por la mirada de muerte que mostraba el hombre—El
PERROS ZARNOSOS: La chica suspiró angustiada, pues sabia bien de que trataba el tema, era el alma gemela de ese joven, y para peor estaban los dos hombres de la vez pasada en donde consideraba sus tierras, o al menos hasta ahora. Levantó sus brazos levemente para luego posicionarlos en los pectorales del extraño, empujándolo unos centimetros lejos de su espacio personal. —¡Wow! ¡Wow! calmalmado perro—Le habló por primera vez, haciendo que el lobo interior de Abdel se emocionara demaciado, queriendo salir por la chica. —Mía.—Respondió demandante, sin darle ninguna clase de explicación a su comportamiento, auqneu April sabía sobre ese tema. Sin embargo la pelinegra dió un paso hacia delante cuando se percato del brillo rojiso que desprendian sus o
Ya habían pasado exactamente cinco días desde que April había escapado de las garras de Abdel, era muy inteligente...tanto que literalmente desapareció por arte de magia, el lobo creía que todo ese asunto era culpa de la híbrida, Magentha. Tenia pensado en su mente que April quizá la había llamado para que la ayudase a ocultarse de el. Por eso llamo a si delta de ojos mieles para pedirle que llamase a la bruja, y así hablar con ella sobre su duda, en ese mismo momento la mujer de cabellera roja y penetrantes ojos negros entró por la puerta de la cabaña con aura enojada, sin embargo poco le importó a Abdel.—¿Para que requiere de mi presencia?—Preguntó rápidamente, la mujer tuvo que irse de el funeral de un ser querido, un alpha. No pudo siquiera despedirse de su amiga para terminarlo.—Magentha, Sabes que yo me entero de todo, de seguro conoces esta historia. Una muchacha de c
—¡Vamos! ¡Apúrate vejestorio!—gritó corriendo de un lado a otro, hace algunas horas habían terminado de empacar y de buscar a los lobos menores en el bar. Aprio iba a la delantera saltando de árbol en árbol o alrededor de ellos. El beta y el omega iban detrás de su alpha, divertidos por las acciones de su futura luna.—April, ya te dije que no me llames así- dijo haciendo una pequeña mueca de inconformidad, April lo miro levemente por unos segundos, cuando Abdel se dio cuenta dirijió su mirada en ella haciendo que se sonrojase por ser descubierta ¿Que pasa cariño? ¿Acaso te pongo nerviosa?—Preguntó cerca de mi oído.—N...no, además te dije que no me llames así- dijo desviando la mirada para otro lado—porque yo al menos tengo razón.—Habló sacando la lengua.—bien, tu ganas.... hermosa.—Ella gruño desconforme, pero d
Estaban aterrizando, April veía por la ventana el bosque que se encontraba en la isla desde hace minutos atrás, los árboles de diferentes tipos de especies crecían a más de cinco metros de altura, el viento ahí era suave y movía con genialidad la hojas dándole sonidos relajantes a los oídos de los lobos. El pasto estaba más vivo que en cualquier otro lugar que ella pudo visitar antes, muchos animales pasaban por ahí sin problema alguno, acostumbrados a la dominante presencia de los hombre lobo. Abdel posó su mano en la cintura de April la ayudo a bajar la maleta del avión, luego ella se la quitó agradeciéndole y comenzó a caminar unos pasos delante de él, sacándole un bufido al alpha y la palabra "Terca". Ella miró a todos un poco tímida, buscando con la mirada a una pelirroja alegre que hace días que no veía, un grito chillón y muy conocido hizo que sacara una sonrisa en sus labios, movió su cara en dirección al rui
Llegamos a el segundo piso, habían muchas puertas personalizadas, lo común de todas es que había un lobo junto al humano, era el emblema personal de la familia y la manada. El pasillo era largo y angosto, demaciado terrorífico para April, pues ella la pasaba mal en la oscuridad... de noche llegaban las pesadillas. 𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑒 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧 pensó mientras cruzaban el Largo camino, los cuartos decoraban las paredes vacías, miro hacia delante y encontró la ancha espalda de su mate, se sonrojo al recordar lo que había echo antes. No sabía que le había incentivado a hacer tal cosa ¡No lo había echo con nadie! Agitó la cabeza levemente despavilandose, su rostro se sonrojo y siguió mirando los cuadros. Llegaron a la última puerta y Abdel la abrió y dejó pasar a la pelinegra, ella con timidez se adentró al lugar siendo
Cuando April terminó de desempacar toda su ropa y pertenecias se sentó en la orilla de la cama para ver desde el amplio ventanal, el hermoso jardín que mostraba. Cientos de tipos de especies de flores estaban distribuidas por el lugar, enredaderas subiendo por los huecos de la casa, empleados regando el sector que necesitaba de más agua. Sonrió pensando en las tulipanes que su madre tanto amaba, ese levantó de la cama y decidió salir para ver si en esa extensión de tierra que la tenía maravillada se encontraban algunos tulipanes para observar. Abrió la puerta y siguió el largo camino en reversa a lo que antes habían hecho Abdel y ella, se encontró con algunas empleadas en el camino, estas la saludaban alegremente y seguían su rumbo, ella estaba feliz por ver que no era la oveja negra del lugar por ser humana. Al llegar al último piso, se quedó frente a las grandes puertas de dos metros y medio, miró para sus costados asegurándose de
April se sentía avergonzada, si bien ese tema no era un tabú o vergonzoso tenía esa actitud por la situación en la que estaba, pues acababan de tener un contacto tan lindo e íntimo...se había asustado, nunca había sentido algo así con alguien y menos con un desconocido. Bajo sus manos para demostrar que no estaba asustada, el color se sus mejillas había casi desaparecido...miro fijamente a el alpha para luego abrir la boca.—Abdel, siento que esto haya llegado tan lejos, pero no quiero que eso pasa de nuevo, apenas no conocemos y no quiero que esto empiece así.—Respondió apretando los puños, sentía que con el debía ser sincera aunque no quisiera. Eso le hacía sentir impotente cuando estaba junto a el y no ser consciente de lo que le hacía a su cuerpo cuando estaba cerca.—Yo...lo siento, no me pude controlar por unos momentos. No quería hacerte sentir de esa forma...mi lobo...—No termino la oración, pues su lobo