Por AbigailLloro mientras pienso cómo voy a hacer para olvidarlo, porque jamás sería la amante de un hombre casado…aunque fui su amante cuando él estaba con Ruth, lo que sucede es que ella…No quiero buscar más excusas.Lo que daría por ser su mujer…Casi como que tengo ganas de reír como una loca, por mis pensamientos, de reír hasta llorar.De repente, me di cuenta que dejé a mi madre sola.Me miré al espejo y me retoqué el maquillaje.Me pinté los labios de un rojo brillante y retoque con lapiz negro mis ojos.Suspiré rogando poder aguantar mis lágrimas cuando vea como besa a su novia.Pasé por la cocina para ver si estaba todo en orden, se suponía que sí, porque ya había pasado la hora de la cena y del postre.Estaban terminando de lavar los últimos utensilios, luego quedaban los vasos y las copas.Mi mente sigue a mil, realmente no me puedo quejar, yo me lo busqué, yo misma le dije que no me negué a estar con él, cuando en una o dos oportunidades, se quiso disculpar y él mismo
Por GonzaloLlegaron los primeros invitados, realmente no sé porque accedí a hacer esta ridícula fiesta, yo hubiera estado más cómodo en el vip de algún restaurante.Recorrí con mi mirada el salón, buscando la presencia de Aby, la encontré en un costado, al lado de su madre, eran las únicas dos que no estaban vestidas de mucamas, Teresa era nuestra ama de llave, siempre llevaba algún traje de pollera y saco y si era verano, solía usar una camisa, solía ser muy formal, aunque no recordaba mucho de ella cuando yo era chico…lo único que recordaba es que siempre me trató con mucho cariño y que muchas veces estaba a mi lado si me sentía mal, claro que tenía una niñera, pero ella, igual estaba presente.Tal vez por eso no le encuentro explicación no haber visto a Aby por la casa.Debe ser que fue muy cuidadosa.En cuanto vi a Aby, me quitó el aliento, estaba vestida sencilla, en comparación a las mujeres que hoy adornan el salón, tenía puesto un vestido negro, un poco brilloso, ajustado y m
Por Gonzalo La desnudé rápido, quería corroborar que ella era mía, que su piel me pertenecía, que seguía teniéndola a mis pies.Me volví egoísta con ella.La quiero tener muerta por mí y sin embargo no voy a ofrecerle más que mi cuerpo en este momento.Le recorrí con mi boca todo el cuerpo, me alimentaría sólo de su piel.La excitación le ganó a mi cansancio, no quería dejar de besarla, hasta que me di cuenta que si no la penetraba, moría en ese instante, tal era el fuego que sentía por ella.Me consume por dentro todo lo que siento.Llegamos los dos, a un orgasmo que debe haber nacido más allá de las entrañas.No la quise soltar, me dormí abrazado a ella.Me desperté antes de las 10 de la mañana, dormí realmente poco, pero se me fue el sueño en cuanto olí su aroma y sentí su piel.La desperté besándola, la recorro más allá de la frontera de su cuerpo. Hicimos el amor como nunca o como siempre, no lo sé, pero la siento tan mía y en ese momento soy tan suyo y gozo tanto con ella, que
Por AbyEl 1º de enero por la noche, nos fuimos de vacaciones con mi madre.Pensé en ir en avión, pero de todos modos, el avión no llegaba a la ciudad balnearia a donde íbamos, por lo que luego de aterrizar, igual nos tendríamos que tomar un micro o en su defecto, un remís y viajar dos horas más, por lo que decidimos ir en micro, solo le pedí a José, uno de los choferes, que nos alcance hasta la terminal del micro.-Las llevo hasta la ciudad balnearia.-No, José, gracias, pero no corresponde.-El doctor Felipe se enojaría si se entera que se fueron en micro y yo estaba acá.Sé que nosotras, es decir, que tanto mi madre como yo, tenemos un trato preferencial, mi mamá es ama de llaves, eso lo entiendo y yo estoy a cargo de un montón de cosas, pero no creo que corresponda que me tome atributos así.-Hija, no te preocupes, nos puede llevar y tiene razón José, el doctor Felipe se enojaría.-Mamá…es que Gonzalo…el doctor Gonzalo…-No lo dudes, niña, el doctor Gonzalo estaría de acuerdo.Cer
Por AbySeguí charlando con mi madre, no quería que se preocupara por mí.-Te lo prometo, siempre vamos a estar juntas, sin embargo, más allá de los sentimientos, lo mío con Gonzalo es…nada, es algo que surgió, pero que en algún momento, posiblemente pronto, se va a terminar, él es amable y cariñoso, pero yo tengo en claro que no es un hombre que se vaya a enamorar perdidamente, ni de mí, ni de nadie, al menos no lo va a hacer como vos decís que Felipe se enamoró de Silvana y así y todo, la engañó.-¿Cómo podés estar tranquila con eso?Pienso que no estoy tranquila, que solo lo aparento, eso es parte de mi personalidad y también en Gonzalo hay algo de eso, debe ser que los médicos no pueden demostrar que están nerviosos.No es que no sean demostrativos, Gonzalo me demuestra todo lo que me desea. Por eso me sorprendió a fin de año, cómo me besó, desatado, delante de todo el mundo.Pero estaba tomado…Mi madre me conoce muy bien, no insistió con él tema y yo le aclaré que es algo de p
Por GonzaloLlegué a la piscina y ahí estaba ella, acostada en una reposera, con una bikini de color rosa fuerte, que le resaltaba su piel tostada.Me paré unos segundos, antes de llegar a su lado, la estaba admirando.La había extrañado demasiado, mucho más de lo que quería admitir.Llegué a su lado y me puse en cuclillas, ella tenía los auriculares puestos, por eso no me había escuchado, estaba escuchando con el volumen bastante alto, porque cuando me acerqué pude distinguir la voz de Freddy Mercury…hasta la música que escuchamos tenemos en común.-Hola.Dije por fin.Ella abrió sus hermosos ojos claros, que parecían más grandes al resaltar por el bronceado.Su sonrisa me iluminó el alma.-¡Hola!Levantó los brazos y me rodeó el cuello.Nuestras bocas se juntaron y el mundo dejó de girar.No podía dejar de besarla, hambriento, pero con ternura, le besé los ojos, la frente, la boca, la nariz, el cuello, mis manos subieron por sus piernas, lentamente, sintiendo su piel caliente por el
Por GonzaloTerminado el rito, nos quedamos abrazados, adoro tenerla en mis brazos.-Compré unos juguetes…eróticos…quiero llevarte a mi departamento, para que los usemos juntos.-Con el aspecto serio que tenés y sin embargo…La miro riéndome, le guiño un ojo y ella se ruborizó.Hicimos de todo, nos comimos y saboreamos como desquiciados y se terminó ruborizando.Al cabo de un rato, ella revisó el celular de la mucama y tenía fotos nuestras en el parque, cuando lo estábamos haciendo al costado de la piscina.Mi indignación es terrible.Nos vestimos y nos dirigimos, los dos, al sector de servicio, la señorita, que estaba a punto de irse, parecía que nos estaba esperando, porque tardó en preparar su valija, de todos modos las llaves de la puerta del sector de servicio, no las tenía ella.Hay una llave en la cocina, que es de Juanita, la cocinera, otra la tiene Teresa por ser la ama de llaves y otra la tiene Aby.Nosotros tendríamos que haber revisado enseguida el celular, pero…estaba con
Por Abigail Al día siguiente, me pidió que lo acompañara a algunas de sus clínicas, realmente no sé para qué fue, solo entró a sus consultorios por menos de cinco minutos. Me invitó a almorzar, me sentí feliz de compartir un momento así con él. Me hablaba como si yo fuera una médica recibida y estuviera a su nivel. Me sentía importante para él, para mí, Gonzalo es un hombre inalcanzable, más allá de lo que vivimos en este momento. Trataba de no perder ni una palabra de lo que decía. Cambié de religión, Gonzalo es mi Dios. Médicamente hablando, su mente es un avance para la ciencia. Lo admiro más allá de la razón. Cuando salimos del restaurante, no sé la razón, pero me llevó por los hombros, él no suele hacer demostraciones cuando está en público. Por eso lloré tanto cuando besó a esa chica, el 31 de diciembre, pero después me comió la boca, no es momento que piense en esas cosas. Llegamos a un departamento que no era donde solía quedarse cuando no llegaba a la mansión, no er