Por Abigail-No suelo hacer rondas, ni ver a pacientes, de eso se ocupa mi equipo, pero ya que estoy acá, voy a recorrer la sala, acompáñame, por favor.Miré a mi madre y estaba en el mismo estado, la iban a despertar los médicos.fuimos recorriendo paciente por paciente y Kevin me iba explicando todo.Era un excelente médico y hasta más simpático que Gonzalo, pero de los demás médicos, recibía el mismo respeto que mi amado doctor.Estuvimos cerca de una hora en terapia intensiva, se detenía más tiempo con los pacientes que él o su equipo habían operado.Evidentemente era otra eminencia en la medicina.Delante de los otros médicos y sobre todo si había algún pariente cercano del enfermo, porque justo había comenzado la hora de visita, siempre me trataba de doctora.Se notaba que él era el jefe, por supuesto, porque era el que hablaba y el que me indicaba todo.Volvimos al lado de mi madre.-Mañana paso a verla.-Gracias por todo.-De nada.Me saludó con un beso en la mejilla y se fue.
Por Abigail Había terminado de cursar y me suena el celular. Era Gonzalo. -Señorita ¿Se olvidó de mí? Me preguntó con voz rara. -Jamás podría olvidarte. Mis palabras salieron de mi boca sin pensar. -Vení a mi consultorio. -En diez minutos estoy ahí. -En cinco. No podía disimular mi sonrisa. Apuré el paso y le dije a mi madre que tenía algo pendiente de la facultad. No me gusta mentir, pero no le podía decir que en minutos más, iba a hacer el amor con Gonzalo. La secretaria ya me conocía, debía de pensar que ya era médica, porque varias veces me había visto vestida con el ambo que suelen usar los médicos. Cuando entré, Gonzalo me estaba esperando, parado y cerca de la puerta. -¡Te extrañé! Me dijo mientras tomaba mi boca con desesperación. Me desvistió en cinco segundos. Parecía que quería dejar sus huellas en mi cuerpo. Lo sentí como siempre, apasionado, cariñoso, como si no pudiera pasar de mí. Se entierra en mí casi sin juegos previos, sólo se puso el preservativo
Por AbigailComenzamos a presenciar las operaciones y al profesor le llamó la atención que yo solo me había anotado con los doctores Daver.-Es aleatorio, a lo mejor nunca llega a presenciar una operación con ellos.-Lo entiendo, pero realmente admiro los trabajos de ambos profesionales.Sonríe porque lo que dije es una obviedad. Presencié la primera operación que me correspondía en esa materia, con Gonzalo, estaba bastante emocionada.Gonzalo evitó mirarme, solo lo hizo cuando terminó la operación, no entiendo cómo pudo salvar esa vida, porque realmente pendía de un hilo.Para la segunda operación, que también era neurológica, ya que esa era la materia, también lo hice con Gonzalo operando, era una operación más simple que la anterior.-Tuvo suerte, presenció dos operaciones con el doctor Daver.-Sí, me encantaría haber presenciado alguna operación del doctor Felipe Daver.El profesor se ríe, casi en mi cara y muchos de mis compañeros también lo hacen.-Usted sueña mucho.-No sé si
Por Gonzalo.Terminada la intervención de Teresa, con mi padre nos dirigimos a terapia intensiva.Apenas llegamos, mi padre le dio un beso en la frente a Aby.Se nota que realmente la aprecia.Cuando él miró a Teresa, hasta me pareció que se puso mal, no suele demostrar sus emociones, eso lo aprendí de él.Conmigo siempre fue cariñoso, me refiero con los pacientes y en ese momento, Teresa, era una paciente, pero evidentemente era más que un ama de llaves para él.Era una amiga, una cuñada y estoy seguro que si estaban solos, se tutean y hasta charlan normalmente.No entiendo cómo a pesar de ese trato, nunca vi a Aby.La invité a almorzar, ella no quería, pero no tenía sentido que estuviera parada mirando las máquinas.Noté que muchos médicos nos miraban, la mayoría me saludaban.También la miraban a ella, es bella, estaba vestida con un ambo, rosa, sencillo y se destacaba entre todas mujeres y a la vez ese color le daba un aspecto aniñado.Traté que se distendiera un poco, es muy amen
Por GonzaloEstaba en otra de mis clínicas, las intervenciones que suelo hacer allí, son más complejas, es el único lugar del país en donde se pueden realizar ese tipo de cirugías, los aparatos que tenemos son los más avanzados del mundo, hasta suelen venir de distintos lugares de sudamérica para operarse en esa clínica.Somos pocos los profesionales que estamos preparados para manejar esos robots diseñados para ayudarnos a practicar intervenciones de alta complejidad.No me creo un Dios, sí tengo en claro que mi mente es privilegiada y mis investigaciones son profundas y sus resultados son exitosos.Eso no quiere decir que todo salga como uno espera.Pierdo pacientes en la mesa de operaciones, no muchos, eso también es cierto.Como pensé antes, no soy Dios.Soy solo un hombre y todos somos humanos.El corazón de mis pacientes puede fallar, y no solo el corazón, hay masivos que no se pueden controlar.Cuando llega la hora de despedirse de este mundo, no se puede hacer nada.Había
Por AbyCuando volví de bailar con Kevin, vi la cara seria que tenía Gonzalo y no dejó que me siente, casi me arrastró hacia la pista.Me pareció ver que Kevin se estaba riendo, pero estaba tan serio Gonzalo, que no me animé a mirar a su primo.Lo noté hasta enojado.Me pegó a su cuerpo, estábamos en un cóctel importante, lleno de médicos y de empresarios.Le pregunté qué le pasaba y me dijo que estaba celoso, que quería que baile solo con él.Hablamos unas pocas palabras, en las que le pedí perdón por bailar con su primo y le aclaré que no había hecho nada malo.Luego de decirme que lo sabía, en lugar de alejarse como le pedí, porque casi estábamos dando un espectáculo, por como me tenía agarrada, se acercó a mi boca y me besó, lo hizo de la forma en que lo hace cuando estamos solos.-Te amo.Me dijo.Me tomó por sorpresa.Yo me quise separar, pero él no me soltaba y me repitió.-Aby, te amo, te amo con locura.Estoy aturdida.Es verdad que desde que me vió, sentí que su mirada me qu
Por AbigailSalimos de la comisaría y con Kevin, fuimos a la mansión. Gonzalo recién había llegado de otra clínica.Se asombró al vernos entrar juntos. No sé qué estaba pensando, pero vio mi cara y se acercó para abrazarme.-Amor ¿Qué pasó?-Pasó la hija de puta de Ruth.Dijo Kevin y a continuación le contó lo sucedido.-Le salvó la vida.-Estoy orgulloso de vos.Me dijo Gonzalo, mientras me besaba en la frente.-Le hicimos la denuncia por disturbios en la clínica, la escupió y le dio un cachetazo a Aby.-¿Estás bien?-Sí, yo no quería hacer la denuncia, pero Kevin me dijo que es lo que corresponde.-Me parece perfecto.-Pero pueden pensar que lo hice porque fue tu novia o porque pretendió humillarme.-Eso pretende hacer desde que te conoció, porque sos infinitamente más bella que ella, pero si fueras fea, igual te hubiera tratado así, tomalo como de quién viene.-Sí, no te preocupes por eso, estoy bien y me alegro de haber salvado a su padre.Me da un beso en los labios.-Voy a ver
Por GonzaloYa había blanqueado, en cierta forma, para el mundo, que yo tenía pareja y que era Aby.Salimos en la tapa de una revista médica internacional, la foto era del día del evento.Estábamos los dos espectaculares, no lo puedo negar.Aby es de una belleza casi insolente y tiene ese aire aniñado que me vuelve loco.Los pechos resaltan en su figura, pero no era ordinaria, era sugestiva, sugerente, sensual.Su pequeña cintura hacía que también se destacara su cadera y su culo era infartante.El tajo profundo del vestido, mostraba la perfección de sus piernas.Tengo cientos de fotos de esa noche y no me canso de mirarlas.Esa noche le hice el amor como nunca, me desespera esa mujer y ahora, ya no lo niego, aunque no tenga el control de mi vida amorosa, estoy enamorado de Aby…resulta que sí creo en el amor, porque en un principio decía que el amor lo sentía ella o yo quería que así fuera.Recuerdo cómo me molestó que el camillero se tocara, me hubiera molestado con cualquier pacient