Elena no supo si tuvo suerte al escuchar los pasos de su esposo minutos después bajando la escalera junto con Jaby, los dos parecían llevarse realmente bien, aunque al entrar en la cocina la atmósfera entre ellos dos parecía algo tensa. Dorian caminó hacia ella y se sentó a su lado poniendo su mano sobre uno de sus muslos.-Y bien ¿la pasaron bien si nosotros?- Jaby bromeó- Ese té huele de maravilla- el hombre se acercó a donde estaba la tetera.Irene le palmeó el brazo.-sal de la cocina, sabes que no me gusta que estés aquí adentro cuando estoy aquí- dijo la mujer con una rabia fingida mientras posicionaba unas galletas en una bandeja.-Como diga la reina- él hombre salió y se sentó junto a la pareja- mi mujer me maltrata todo el tiempo.-No es lo que yo veo- Dorian le respondió.A diferencia de antes, incluso después de perder la memoria, y es que mucho antes, cuando ella lo había conocido, Dorian parecía mucho más relajado en este lugar que en cualquier otro. Incluso sonreía mucho
-No, Dorian espera, aquí no, detente- Elena jadeó mientras su cuerpo temblaba y no era por la temperatura fresca del agua que caía y corría por su piel.-¿Por qué no? Estamos tú y yo solos aquí adentro, nadie nos va escuchar.Después de volver de la casa donde Dorian habían vivido de niños habían subido y sus cuerpos necesitaban un baño para quitarse todo el polvo del viaje y la visita. Dorian no había tenido reparo encargarla y llevarla al baño donde ahora estaban encerrados y él la tenía contra las baldosas debajo de la ducha. Su boca dejando un surco de besos en el cuello de la mujer mientras sus manos masajeaban las nalgas de la mujer pegándola a él.-No te resistas Elena. Si sé que te gusta- una de sus manos se metió aún más atrás entre los glúteos de la mujer y rozó con su sexo- Estás húmeda. Te encanta que te toque.-Sí, pero no cuando hay personas abajo y estamos en casa ajena- Elena protestó por no sabía que vez- Me vas a matar de la vergüenza. Así que contrólate un poco.Dor
Dorian se sintió completamente desplazado cuando Elena se centró en los cachorros. Era la hora de comer, pero ella estaba entretenida con los tres pequeños y con una enorme sonrisa en sus labios. Parecía realmente feliz con solo el hecho de poder tocarlos. Se acercó a ella y se sentó en el suelo a su lado.-¿Te gustan tanto lo perros?- fue entonces que él se percató que apenas conocía los gustos de ella. No era que tuvieran una comunicación amplia y ahora es que aprendían uno del otro.Elena asintió ahora con los tres pequeños en su regazo. La madre solo miraba desde su cama, como si supiera que ellos estarían bien con ella.-Nunca pude tener cachorros en casa, ni tampoco perros grandes. A mi padre no le gustaban y tampoco me dejaba tiempo para poder atenderlos- había una expresión de decepción en su rostro- Así que ahora debo aprovechar el momento- una sonirsa adornó su rostro Y Dorian no pudo dejar de mirarla.Elena se veía realmente linda sonriendo. No pudo evitar inclinarse hacia
Hablar con personas que no te estuvieses juzgando tanto con las palabras como con la mirada era algo que Elena encontró realmente agradable y fuera de lo habitual. No se quejaba. Desde pequeña cada pequeña actividad que realizaba siempre estaba controlada y era regañada, criticada y hasta castigada si la hacía mal. Pero que solo le preguntaran…¿Cuál era su trabajo?¿Cómo se había desempeñado?¿Qué planes tenía para el futuro?Y sobre todo…Si era feliz haciéndolo, fueron cosas que realmente le sacaron una sonrisa durante la cena junto a la pareja.Estando allí, casi en medio de la nada, sin todos los lujos con los que había crecido, se sentía mucho más gratificante de lo que pensaba. No se sentiría mal si dejaba todo de lado por momentos de felicidad y tranquilidad como aquellos.Y Dorian a su lado podía ver como su esposa se relajaba mientras disfrutaba de su comida y se soltaba cada vez más hasta que habló con más confianza. Y hasta sintió un poco de envidia. Elena no era ni de lej
De todas las escenas absurdas que podrían existir, encontrarse, siendo lo primero al bajar la escalera, a Dorian cocinando, era algo que parecía irreal. Sobre todo, porque la imagen que ella tenía de él era de un hombre que no tenía nada relacionado con las tareas domésticas. Sintió un calor a su lado, mientras miraba por la rendija de la escalera y al girar el rostro se sobresaltó. Se llevó la mano a la boca para contener el gemido.-Buenos días preciosa ¿qué admiras? ¿A tu esposo cocinando?Elena no podía decir que no cuando era precisamente eso lo que hacía. Y asintió con la cabeza.-Solo, que es algo raro verlo haciendo eso.Irene a su lado miró de Dorian a ella.-La verdad es que es una imagen que me parece familiar- respondió ella impresionando a la mujer- la salud de la madre de él no era muy buena así que aprendió desde muy chico. Al parecer después que se mudaron dejó esa costumbre.Elena apretó los labios. Si supiera que no solo esa costumbre. La verdad muchas. A esa altura
-Esta noche nos vamos de fiesta- fue la expresión de Irene al terminar de cenarLos días de noches de baile en el pueblo eran inviolables y Jaby de parecía estar muy de acuerdo con ella. Dorian y Elena sabían que no podían escapar de esta, que no era tan mala idea, cambiar de ambiente de vez en cuando era bueno.-¿En serio me queda bien esta es ropa?- el Ceo escuchó su espalda mientras se abrochaba los botones de la manga de su camisa para después arremangarla un poco.Ambos se estaban cambiando para asistir a la fiesta, sin embargo, no puedo evitar que sus mejillas se cubrieron de un leve sonrojo al girarse y mirar a su esposa. Elena normalmente se vestía con atuendos ajustados a su cuerpo y elegantes con el objetivo demostrar su estatus, se imaginaba que por la forma en que había sido criado. Pocas veces había logrado verla vestida informal, pero ahora lo que vestía la hacía ver realmente hermosa, incluso mucho más joven de lo que era.La blusa que tenía puesta de hilo blanco tenía
Dorian dejó que Elena se divirtiera en la pista de baile. Ella mostraba una sonrisa moviendo cada parte de su cuerpo al son de la música. Había dudado los primeros momentos y después bailaba a su aire como ahora y con confianza. Lo único que le incomodaba era que estaba haciendo el centro de atención, después de todo era una mujer hermosa y ajena al pueblo. Eso le hizo palpitar la vena del celo dentro de él pero no quería parecer un hombre obsesivo y controlador, por lo que se contuvo. Su esposa pocas veces podía disfrutar de momentos como estos y más verla tan feliz como ahora.Elena por su parte sentía que el alcohol estaba inundando todo su sistema. Su cuerpo se sentía caliente, su rostro y hasta el interior de su boca y ya que estaba levemente mareada. No podía parar de moverse con el sentido de la música, se sentía realmente bien libre como pocas veces. Era un sentimiento gratificante.-Puedo unirme a tu baile- Elena sintió una voz detrás de ella y se detuvo.Mirando por encima d
Varias expresiones parecer pasar por el rostro de Elena en solo segundos ante la negativa de su esposo, pero debido a su estado de embriaguez pasó de estar seria a reírse y alzar nuevamente los hombros quitándole todo interés en el asunto.-Has lo que quieras, yo también lo haré- dijo ella y se dio media vuelta para comenzar a caminar de forma tambaleante.Dorian cerró los ojos y tomó un profundo respiro. Discutir con ella en ese momento era en vano. Seguro terminarían diciendo cosas que simplemente no recordaría mañana y que no tendrían sentido. Así que caminó hacia ella para sujetarla y que no se tropezara y cayera. Caminaba peligrosamente inestable y no era momento de estar molesta con ella.Avanzaron en dirección a la casa. Paso a paso y el tema no salió más a conversación, más bien Elena no volvió a hablar. Dorian por su parte miraba su perfil y con una presión en su pecho, deseaba realmente explicarle muchas cosas. Estaba seguro que ella se molestaría, pero después caería en sus