Wilson persiguió a Stephen hasta la parte trasera del Gabinete Oscuro, contra un acantilado.

"Deja de correr. No tienes a dónde escapar; hemos informado de sus malas cosas al presidente. Tu poder pronto será disuelto. ¡Has matado a tanta gente, y sin embargo no tienes ni un gramo de conciencia!".

Stephen estaba junto al acantilado. Se rio. "¡No necesito que la generación más joven me enseñe sobre el arrepentimiento! Si fracasé, sólo fallé a mí mismo, no a ninguno de ustedes. Aret, un día, entenderás la grandeza que he tratado de lograr".

¿Grandeza? Si fue genial matar gente inocente, ¿por qué tendrían que defender la justicia?

Wilson apuntó con su arma a Stephen y le dijo: "Ríndete, Padrino".

Stephen sonrió. "Usted no me ha llamado Padrino en mucho tiempo".

"Esta es la última vez, como agradecimiento por no matarme hace tantos años. Si lo hicieras, no estaría aquí hoy. Ya que estoy vivo, tengo la obligación de vengar a mis padres y a Serene".

Stephen sacó un frasco de este bolsi