Wilson sostuvo el frasco del antídoto, firmemente; había movimientos afuera. Sabía que Stephen le había puesto una trampa.

"¿Es este el antídoto?".

Stephen se rió y dijo: "Esas son sólo vitaminas. ¡Sabía qué harías cualquier cosa por Serene, pero no sabía que dejarías caer todas tus defensas!".

Wilson apretó los dientes mientras gruñía: "¿Qué veneno usaste y dónde está el antídoto?".

"Tengo el antídoto, pero sólo uno".

Wilson agarró su arma. "Sabes que tengo grandes habilidades de tiro".

Stephen se rió y dijo: "Si me matas ahora, no podrás conseguir el antídoto, ni puedes escapar. Hay guardias por todas partes".

"Puedo atarlos y amenazarlos. Al igual que te amenacé".

Stephen se burló. "¿Amenazado? Aret, llevas tanto tiempo conmigo, ¿pero aún no me entiendes? Sabes que no respondo bien a las amenazas. Sólo yo puedo hacerlo. No al revés".

Wilson agarró a Stephen por el cuello y apuntó con el arma a su sien. Él dijo, "Pero ahora, te estoy amenazando. ¡Pásame el antídoto, o te dis