Yanny peló una granada grande, y Shayne se comió la mayoría.

Shayne pensó que debería comer más granadas en el futuro.

La comida que nunca le había gustado comer antes se había convertido en su favorita ahora.

Shayne disfrutaba esclavizar a Yanny.

Por lo tanto, en la noche, Shayne, que tenía los ojos cubiertos con una gasa, le dijo a Yanny con una expresión inexpresiva: “Quiero darme una ducha”.

Yanny miró su estado y dijo: “Te ayudaré a ir al baño. ¿Puedes darte un baño y llamarme cuando hayas terminado?”.

Shayne respondió con frialdad: “Si me caigo en el baño y me quedo lisiado, ¿te harás responsable del resto de mi vida?”.

Yanny estaba preparando su pijama mientras bromeaba e imitaba su tono: “Si quieres, puedo ser responsable. ¿Por qué sería una actriz? Si fuera tu esposa, simplemente viviría de ti”.

Shayne contuvo su sonrisa. Estaba ciego, pero estaba siendo molesto como de costumbre. “No sabía que eras una persona tan ambiciosa. ¿Quieres convertirte en la Señora J