El corazón de Óscar había comenzado a latir mucho más rápido de lo normal. Él no era capaz de entender la situación. Durante años para él la muerte de su padre había tenido un significado completamente diferente a lo que en realidad pasó, ahora tenía mil preguntas y delante suyo estaba nada más y nada menos que la persona que había jalado el gatillo. Aunque la rabia y los deseos casi incontrolables de asesinar a aquel hombre allí mismo había algo que importaba más, el porqué.
-¿Tú lo mataste?- dijo tratando de contenerse y era apreciable en su voz que había cambiado completamente su tono.
-Sí, fue un encargo personal del Capo de los Sportiello en ese momento.
-Pensé que esa noche el objetivo era Bruno D'Angelo y que el chófer fue solo daño colateral. ¿Por qué sería un simple chófer el objetivo de un Numerale?
-No eres nuevo en esto, no hacemos pregu
Con tan solo entrar en el auto Ángel notó los nervios a flor de piel de Óscar. -¿Qué sucedió allí dentro?Parece que viste un fantasma- le preguntó. -Sumado a todo de lo que me enteré allí, hay una cosa más, La Casa Nera, volvieron. -¿¡Qué?!- dijo Ángel y frenó en seco el auto- no puede ser. Óscar casi termina con la cabeza incrustada en el panel del auto por el frenazo brusco pero volvió rápido a su sitio. -Pues lo es, me dieron un buen recibimiento y mataron al hombre que habló conmigo. -¿Y ahora qué?- dijo Ángel. -¿En serio me preguntas a mí? El jefe aquí eres tú. Sin embargo si me preguntas, ya son demasiadas cosas volviendo del pasado a tocarnos las pelotas como para seguir guardando un secreto que ya no tiene sentido. Ellos tienen que saberlo en algún momento y mejor oportunidad que esta no
En aquella sala nadie se atrevió a decir nada. Marina salió corriendo del lugar al momento que Óscar Ángel terminaron de hablar. En minutos la historia que Enzo, Diana y el resto de los D´Angelo habían creído por años se había roto por completo. La imagen de traidores asesinos sin escrúpulos que dejaron atrás a su familia por poder ahora era solo una foto de dos personas a las que era demasiado fácil odiar. -¿Por qué ahora?- Enzo fue el único que se atrevió a decir algo- ¿Por qué hacernos creer durante todo este tiempo que llevabas fuera una historia que ahora parece ridículay por qué decir ahora la verdad? -Él día que nos fuimosDon Bruno nos dejó claro que si el resto de la familia sabía la verdad, corríamos el riesgo de que La Comisión y el Capo di tutti Capi fueran tras todos- respondió Óscar- proteger los intereses de la familia era más importante que nuestras vidas en ese momento. -La Casa Nera est
“Ser reyes en un tablero lleno de peones”, las palabras de Maurizio se quedaron revoloteando en la cabeza de Ángel. -Bueno señor- le dijo Maurizio- solo nos queda trabajo con nuestra modelo principal. -Maurizio, es casi de noche, deberíamos dejarlo para otro día. -Por favor señor, ya la había enviado a pasar por maquillaje, no desperdicie a semejante mujer de esa manera. Ángel no pudo evitar reír por un momento. -¿Tú no sabes sobre ella cierto?- dijo a Maurizio. -¿Qué tendría que saber sobre la señorita Marina?- preguntó Maurizio extrañado. -Nada, olvídalo- respondió Ángel entre risas- haz que la traigan, mientras antes comencemos antes terminaremos con esto. Maurizio seguía sin saber muy bien que estaba sucediendo, pero le restó importancia y mandó a buscar a Marina. Marina atra
Luego de la explosión y el shock no sabían que hacer. Marina estaba aterrorizada, temblaba sin control mientras que Ángelestaba todavía aturdido por la explosión. Ninguno de los dos había resultado herido por suerte, pero una vez más Fantoccio volvía a ponerlos en jaque y esta vez la cosa iba más allá. -Llama a alguien, necesito ir a casa por favor- dijo Marinacasi llorando. Ángel le hizo caso y llamó al apartamento, Luna contestó el teléfono, estaba sola en la casa, en cuanto Ángel le contólo que había pasado le pidió al guardia que la acompañaba que la llevara hasta la casa de moda a buscarlos. Cuando llegaronLuna se le echó encima a Ángel preocupada.Ángel le pidió al guardiaque le dejara el auto y le dio dinero para que regresara a su casa, necesitaban conducir durante un buen rato y en ese momento Ángel no confiaba en nadie, tomó el coche y se marchó con Luna y Marina. Condujeron durantecasi dos horas fuera
Mario corría riendo por la casa jugando y haciendo a Celia perseguirlo velando porque no pasara nada. Luna y Ángel habían pasado la noche en la casa de Marina, ya habían llamado a Milán para informar que necesitaban refuerzos y que la Casa Nera iba a por Marina, pero omitieron cualquier detalle sobre la Manuel o el niño. Óscar prometió organizar un grupo de soldados de Maurizio y salir hacia Lago de Como esa misma tarde. Mientras tanto Luna y Ángel trataban de disfrutardel ambientey relajarse un poco. Ángel estaba hipnotizado con la vista del lago, los veleros que se paseaban de un lado a otro y las vistas donde las montañas dejaban su reflejo nítido en el agua. Era un paisaje fenomenal, y para un fotógrafo como él, era una tortura el no haber llevado su cámara. -Precioso cierto- dijo Manuelparándose a su lado. -Sí, es hermoso, no me cansaría nunca de una vista así, te hace olvidar los problemas- respondió Ángel. -Ni yo, pero no
Marina volvía a casa con los pies descalzos destrozados por correr sin rumbo por la carretera en buscar del auto que se había llevado a su familia. La sangre corría en sus pies descalzos, tenía los labios rotos y el rostro golpeado, el vestido destrozado y solo podía vagar con una mano aguantando su abdomen adolorido y en la otra cargaba el arma que había usado para dispararle al último de los secuestradores. No es posible saber cómo seguía caminando entre todo ese dolor físico y el verdadero dolor que provenía con pensar que n fue capaz de proteger a la gente que quería. No podía ni pensar en todo lo que podían hacerles a ellos con tal de hacerla sufrir a ella. Lloraba y parecía no tener para cuando parar, el frío de la noche mantenía la piel completamente erizada y acentuaba los golpes que se tornaron morados mucho más rápido de lo que esperaba. Vagaba de regreso a casa perdiendo la esperanza de encontrarlos otra vez. Entró en la sala destrozada dónde Luna ayudaba a
Todo podía sonar sencillo en principio, cambiar a Luna por Manuel y Mario. La vida de dos personas que solo habían quedado atrapadas en medio del fuego cruzado y que no tenían nada que ver con la locura que no había hecho más que comenzado a desatarse a cambio de una asesina. Sin embargo las cosas estaban lejos de ser así de simples. En el mismo instante que Ángel colgó el teléfonoentendióque las cosas se ibana salir de control una vez mássin importar lo que hiciera. ¿Cómo salir a decirle a una madre que la única manera de traer de regreso a su hijo iba en contra de todo lo que se supone que él debía hacer? No había manera sencilla de decir algo así pero realmente dejar que la mujer que ya había dirigido La Casa Nera una vez volviera a ellos, era como directamente entregarle un arma cargada a un asesino ansioso. Ángel no hacía más que mirar hacia el techo en su cama, recordando la sonrisa de Mario y lo feliz q
A medida que la llamada entre Ángel y Fernando avanzaba, el Capo no podía dejar de pensar en la semejante locura que estaba escuchando. Ángel había dejado de lado cualquier tipo de sensatez y con lo que había planeado era o todo o nada, todas las apuestas estaban en la única alternativa de que esa misma noche terminara a su conveniencia. Fernando tenía su propio punto de vista, por un lado, de salir mal, todo aquello lo perjudicaría a él también. Sin embargo no podía evitar que se le dibujara una sonrisa en su rostro de manera involuntaria al imaginar todo lo que el D'Ángelo le estaba contando. Se podía decir que las personas a las que les gusta causar revuelo terminan entendiéndose. Cuando Ángel por fin terminó, Fernando esperó un par de segundo en silencio reflexionando bien sobre que decir. -¿Sabes qué si el mínimo detalle falla, muestras cabezas van a rodar?- dijo finalmente Fernando. - Aún así no creo que seas capaz de decirme que no tienes curiosidad de ver cómo sale todo,