Ya es de día y escucho ruido en la cocina, me levanto y puedo sentir las consecuencias de una noche de placer salvaje, me pongo mi bata corta, y voy a la cocina, está concentrado cocinando, me pongo en la puerta mirando lo que hace, me está dando la espalda, y no sabe que estoy extasiada mirándolo cocinar, trato de no hacer ruido, saca tazones, un cuchillo y escucho algo quebrarse… ups se va a enojar por esto, me acerco y lo abrazo por la espalda, metiendo mi mano por su pantalón, porque me voy a enojar? Eeemmm quebré un cuchillo, aun no mido mis fuerzas con estas cosas tan delicadas,

Que haces?

-El desayuno, pico frutas que te gustan, y acabo de exprimir esas naranjas… una bolsa llena de cascaras de naranjas están en el mueble y al lado de ella una jarra llena de jugo. Mmm que ricoooo.

Ve a la cama, yo te llevo el desayuno, para que recuperes fuerzas, y suelta una sonrisa pícara.

-La verdad señor es que sí necesito recuperar energías, ud. No me dejó dormir en toda la noche, qué hora