8: Un hombre

Me desperté al día siguiente, sintiéndome molida, como si hubiera dormido sobre piedras. Noah se había despertado más de tres veces durante la noche, y en la última ocasión no quería volver a dormir. Como no había mucho que hacer y él aún dormía, decidí llamar a mi amiga Isa, que seguramente debía estar muriéndose de preocupación por mí.

El día anterior había comprado un chip nuevo para el celular. Aunque sabía que mi madre no me llamaría, tenía miedo de que ese sinvergüenza de Sandro intentara buscarme o empezar con amenazas. Sandro era un hombre muy estricto en casa y también muy vanidoso. Ese plato de comida debió dejarle una buena cicatriz en el rostro, y conociéndolo, sabía que no dejaría pasar eso por alto. Además, no le había contado nada a mi madre; seguro planeaba vengarse por su cuenta, y quién sabe de qué manera. Por ser funcionario gubernamental, tenía acceso a mucha información y conocía a gente importante. Sería muy fácil para él encontrarme si me quedaba en la ciudad, a
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP