Saber de la posibilidad de que Ethan se estuviera involucrando con alguien la dejó desconcertada. Hacía tanto tiempo que le gustaba y no había encontrado una oportunidad para expresar sus sentimientos, no era justo que una cualquiera llegara rápidamente y se lo robara. Después de la clase, decidió hablar con él. — Ethan — lo llamó, tocando su hombro. — ¿Qué pasa? — preguntó, sin gustarle esa cercanía. Eva siempre lo abordaba con contacto físico, lo que lo incomodaba un poco, pero nunca decía nada. Pensaba que, ignorándola, ella misma pararía con esa actitud. — ¿Vamos a almorzar juntos? — No va a poder ser, ya quedé con otra persona. — ¿Otra persona? — preguntó curiosa. — Así es. — ¿Es de nuestra clase? — No, no lo es. — dijo él, agarrando su mochila y saliendo del salón. — Hasta luego. Eva se despidió con una sonrisa en el rostro, mientras veía a Ethan salir. Después, se quedó allí, paralizada, tratando de imaginar quién sería la persona con quien Ethan iba a comer. Los
— ¿Qué te pareció la comida? — preguntó Ethan a Charlotte, mientras volvían caminando a la universidad. — Estaba deliciosa, muchas gracias por la invitación. — Yo te agradezco tu compañía, alegraste mi día estresante. — ¿Por qué tu día está estresante? — preguntó curiosa. — Es porque la semana de exámenes ya se acerca y eso me pone un poco ansioso. — ¿No deberías estudiar más, en vez de ir a acampar el fin de semana? — Claro que no. Estudio todas las noches, solo para que mi fin de semana sea sagrado. — ¿Quieres decir que no sueles salir por la noche? — No, entre semana me enfoco mucho en los estudios. — Y ahí, el fin de semana, vas a acampar solo, entiendo. — Así es, esa es mi vida. — ¿No crees que es un poco solitaria? — Suelo decir que disfruto la solitud, lo que es muy diferente a la soledad. — Vaya — exclamó. — Tengo miedo de interrumpir tus momentos. — No vas a interrumpir, ¿sabes por qué? — Se acercó a ella, mirando sus labios carnosos. — ¿Por qué? — Preguntó, tra
Escuchar la noticia de su padre la dejó triste y, al mismo tiempo, inconforme, más aún ahora que estaba conociendo el amor.—Papá, no creo que sea una buena idea.—Charlotte, ya lo decidí.—¿Y si no quiero ir? —preguntó nerviosa.—¿Y por qué no irías? ¿Hay algo que te ate a este lugar, hija mía?Por la expresión que hizo la hija, Wilson se dio cuenta de que realmente había algo.—Conocí a alguien —reveló, algo temerosa.—¿Y te gusta lo suficiente como para querer quedarte? —preguntó Wilson.—Sí, me gusta mucho, papá.Pensando seriamente en lo que su hija acababa de decir, Wilson suspiró antes de decir algo.—Tráelo aquí, quiero conocer a la persona de quien mi hija está enamorada, al punto de no querer irse de la ciudad.—Pero apenas nos estamos conociendo —dijo rápidamente.—¿Hace cuánto tiempo están saliendo?—Hace un mes y medio.—Eso ya es tiempo suficiente para presentármelo.—Pero papá... —intentó persuadirlo.—Sin peros —la interrumpió—. No puedo irme sin antes conocer a la pers
—¿Una novia? —preguntó Adam sorprendido.—Así es —respondió orgulloso.—¿Por qué no la trajiste? —preguntó Susan.—Charlotte es un poco tímida, por eso decidí hablar con ustedes primero, antes de presentarla formalmente.—¡No puedo creerlo!Eva escuchaba todo con rabia, quería acabar con Charlotte con sus propias manos.—Si quieren conocerla, puedo traerla aquí el próximo sábado, ¿qué les parece? —preguntó ansioso.—Por supuesto —Susan respondió rápidamente—. Estoy ansiosa por conocer a la mujer que conquistó el corazón de mi hijo —decía alegre, abrazando a su hijo.Después de conversar un poco más, todos estaban por irse cuando Eva pidió usar el baño.—Pueden adelantarse, retocaré mi maquillaje y luego me encontraré con unos amigos.—Está bien.Despidiéndose de todos, entró a la casa y se encerró en el baño, demorándose allí hasta estar segura de que todos se habían ido, incluso Ethan.Mientras estaba allí, observaba su rostro en el espejo. Era hermosa, rica, bien educada y de buena f
En el pasillo de la universidad, Charlotte trabajaba cuando una mujer se acercó.—Buenos días, tú eres Charlotte, ¿verdad?—Sí, ¿qué desea la señorita? —preguntó.—Solo quería conocerte —respondió—. Me llamo Eva, soy amiga de Ethan. —Su voz era dulce y amigable.Eva aprovechó que Ethan no estaba en la universidad para iniciar su plan de acercamiento.—Ah, hola —respondió algo incómoda.—Te debes estar preguntando por qué vine hasta aquí, ¿no? —rio—. Solo quería conocerte de cerca. Realmente eres muy hermosa.—Gracias.—¿Qué tal si tomamos un café juntas? —preguntó.—Claro, mi turno ya está por terminar.—Qué bien, te espero afuera.Después del horario de trabajo, Eva llevó a Charlotte en su carro a un café bien lejos de la universidad, solo para no correr el riesgo de que Ethan apareciera y las viera juntas.—Me alegré mucho cuando Ethan les dijo a sus padres que estaba de novio.—¿En serio?—Sí, pensaba que nadie lograría llegar al corazón de él, pero veo que fuiste muy afortunada.—F
En la oficina de su padre, Ethan gritaba.— ¿De verdad vas a seguir rechazando mi relación con Charlotte?— Ya te dije que no la considero adecuada para ser tu futura esposa. Aléjate de esa oportunista, Ethan, ¿no ves que es un plan de una trepadora social?— Papá, por el amor de Dios, ya te dije cuánto me gusta.— Por eso no puedes ver lo que está pasando —explicó—. Como tu padre, tengo la obligación de abrirte los ojos, para que una aprovechada no te exprima.— Charlotte no es nada de lo que estás diciendo, es una mujer honesta, trabajadora y muy leal.— Esa es la imagen que quiere mostrarte, pero lo que no entiendes es que yo, y otras personas que están fuera de la situación, podemos ver mucho mejor lo que pasa.— ¿Es esa tu decisión final?— Ya te lo dije, si sigues con ella, olvídate de que soy tu padre. Olvídate también de tu herencia y tu futuro. No voy a impedirte que estés con ella, pero no dejaré que esa aprovechada disfrute de algo que no se ha ganado.— ¿Crees que necesito
Esa noche, ni Ethan ni Charlotte revelaron lo que había sucedido, así comenzaron los secretos.Al día siguiente, él ya no fue a la universidad. Cuando Charlotte le preguntó por su auto, decidió contarle la verdad, diciéndole que su padre le había quitado todo. Pero le dijo que no se preocupara, que conseguiría un trabajo y cumpliría sus promesas.La regla con su padre era no contarle nada a Charlotte sobre la apuesta, pues Adam quería poner a prueba si la chica realmente amaba a su hijo. Ethan estaba seguro de que ella lo amaba, pero decidió hacer lo que su padre le pidió, para así comprobar aún más que el amor de ella era real y no había ningún interés.Ethan empezó a salir temprano de casa y volvía tarde, buscando trabajo. Aquella rutina parecía acabar con él gradualmente, pues no lograba conseguir nada, ya que su padre siempre interfería.Charlotte notó que él empezaba a verse desanimado, por eso decidió no contarle nada sobre la enfermedad de su padre.En el trabajo, ella andaba di
Al ver la transferencia de seis dígitos llegar a su cuenta, Charlotte se dio cuenta de que ya no podía dar marcha atrás.Eva acompañó a Charlotte a una clínica abortiva.— Puedes decirle a Ethan que perdiste al bebé, así no sentirá tanta rabia hacia ti —dijo Eva.— Tienes razón, de ese modo me odiará menos cuando termine con él —decía, con una inmensa tristeza en los ojos.— Dile que quieres terminar porque tu padre está enfermo, y que no podrías conciliar la relación con su tratamiento, y que tu intención es enfocarte solo en la recuperación de tu padre.— Espero que algún día me perdone.Los ojos de Charlotte estaban llenos de lágrimas cuando entró en el frío consultorio.— Me quedaré aquí afuera hasta que todo termine, ¿de acuerdo? —dijo Eva—. Piensa solo en tu padre, y todo esto terminará muy rápido.Saliendo de la sala del médico, Eva cerró la puerta y saltó de alegría.Todo su plan había funcionado.Sentada afuera, sosteniendo el bolso de Charlotte, escuchó el sonido de un mensaj