Charlotte fue tomada por sorpresa con el beso, pero no pareció importarle. Al contrario, correspondió de igual manera.Sabía que Ethan pertenecía a un mundo muy diferente al suyo, y que ese beso no significaría nada para él. Pensaba que eso podría suceder con cualquier otra mujer que estuviera allí, pero como era ella, debía aprovechar la suerte que tuvo, ya que lo encontraba muy atractivo desde que lo vio por el pasillo de la universidad.El beso se fue intensificando y convirtiéndose en algo más intenso.El ruido de la cascada fue opacado por los gemidos, que no tenían pudor en ser expresados.Y lo que sería solo una mañana en la cascada se convirtió en un día entero de intercambio de caricias. Los dos salieron de allí solo cuando la noche estaba llegando.—¿Dónde vives? Te dejaré en casa. —dijo él, mientras conducía.—No necesitas dejarme en casa, hay una parada de autobús cerca, puedes dejarme allí.—Está bien.Charlotte no quiso decirlo, pero le daba vergüenza que Ethan viera el l
En casa, Charlotte estaba acostada en su cama, mirando el papel donde Ethan había escrito su número de teléfono junto con la frase: no dudes en llamarme. Claro que quería llamar, más aún después de que él mencionara que quería acampar de nuevo. Pero tenía miedo de a dónde podría llevar todo eso. Él no pareció tener reparos en hablar con ella en la universidad, aunque estuvieran solos, pero… ¿Qué pasaría si otras personas los vieran? ¿Hablaría normalmente con ella o la ignoraría? Esas cosas rondaban su cabeza, porque sabía que Ethan pertenecía a una clase social muy diferente a la suya, y que algunas personas podrían burlarse de él si los vieran juntos. Dejando las dudas de lado, decidió llamar. No sabría qué pasaría si se quedaba quieta sin hacer nada. Dos tonos después de la llamada, Ethan contestó. — ¿Charlotte? — preguntó al otro lado de la línea. — ¿Cómo sabías que sería yo? — Porque no le doy mi número a cualquiera — respondió. — También estaba esperando ansiosamente tu l
Saber de la posibilidad de que Ethan se estuviera involucrando con alguien la dejó desconcertada. Hacía tanto tiempo que le gustaba y no había encontrado una oportunidad para expresar sus sentimientos, no era justo que una cualquiera llegara rápidamente y se lo robara. Después de la clase, decidió hablar con él. — Ethan — lo llamó, tocando su hombro. — ¿Qué pasa? — preguntó, sin gustarle esa cercanía. Eva siempre lo abordaba con contacto físico, lo que lo incomodaba un poco, pero nunca decía nada. Pensaba que, ignorándola, ella misma pararía con esa actitud. — ¿Vamos a almorzar juntos? — No va a poder ser, ya quedé con otra persona. — ¿Otra persona? — preguntó curiosa. — Así es. — ¿Es de nuestra clase? — No, no lo es. — dijo él, agarrando su mochila y saliendo del salón. — Hasta luego. Eva se despidió con una sonrisa en el rostro, mientras veía a Ethan salir. Después, se quedó allí, paralizada, tratando de imaginar quién sería la persona con quien Ethan iba a comer. Los
— ¿Qué te pareció la comida? — preguntó Ethan a Charlotte, mientras volvían caminando a la universidad. — Estaba deliciosa, muchas gracias por la invitación. — Yo te agradezco tu compañía, alegraste mi día estresante. — ¿Por qué tu día está estresante? — preguntó curiosa. — Es porque la semana de exámenes ya se acerca y eso me pone un poco ansioso. — ¿No deberías estudiar más, en vez de ir a acampar el fin de semana? — Claro que no. Estudio todas las noches, solo para que mi fin de semana sea sagrado. — ¿Quieres decir que no sueles salir por la noche? — No, entre semana me enfoco mucho en los estudios. — Y ahí, el fin de semana, vas a acampar solo, entiendo. — Así es, esa es mi vida. — ¿No crees que es un poco solitaria? — Suelo decir que disfruto la solitud, lo que es muy diferente a la soledad. — Vaya — exclamó. — Tengo miedo de interrumpir tus momentos. — No vas a interrumpir, ¿sabes por qué? — Se acercó a ella, mirando sus labios carnosos. — ¿Por qué? — Preguntó, tra
Escuchar la noticia de su padre la dejó triste y, al mismo tiempo, inconforme, más aún ahora que estaba conociendo el amor.—Papá, no creo que sea una buena idea.—Charlotte, ya lo decidí.—¿Y si no quiero ir? —preguntó nerviosa.—¿Y por qué no irías? ¿Hay algo que te ate a este lugar, hija mía?Por la expresión que hizo la hija, Wilson se dio cuenta de que realmente había algo.—Conocí a alguien —reveló, algo temerosa.—¿Y te gusta lo suficiente como para querer quedarte? —preguntó Wilson.—Sí, me gusta mucho, papá.Pensando seriamente en lo que su hija acababa de decir, Wilson suspiró antes de decir algo.—Tráelo aquí, quiero conocer a la persona de quien mi hija está enamorada, al punto de no querer irse de la ciudad.—Pero apenas nos estamos conociendo —dijo rápidamente.—¿Hace cuánto tiempo están saliendo?—Hace un mes y medio.—Eso ya es tiempo suficiente para presentármelo.—Pero papá... —intentó persuadirlo.—Sin peros —la interrumpió—. No puedo irme sin antes conocer a la pers
—¿Una novia? —preguntó Adam sorprendido.—Así es —respondió orgulloso.—¿Por qué no la trajiste? —preguntó Susan.—Charlotte es un poco tímida, por eso decidí hablar con ustedes primero, antes de presentarla formalmente.—¡No puedo creerlo!Eva escuchaba todo con rabia, quería acabar con Charlotte con sus propias manos.—Si quieren conocerla, puedo traerla aquí el próximo sábado, ¿qué les parece? —preguntó ansioso.—Por supuesto —Susan respondió rápidamente—. Estoy ansiosa por conocer a la mujer que conquistó el corazón de mi hijo —decía alegre, abrazando a su hijo.Después de conversar un poco más, todos estaban por irse cuando Eva pidió usar el baño.—Pueden adelantarse, retocaré mi maquillaje y luego me encontraré con unos amigos.—Está bien.Despidiéndose de todos, entró a la casa y se encerró en el baño, demorándose allí hasta estar segura de que todos se habían ido, incluso Ethan.Mientras estaba allí, observaba su rostro en el espejo. Era hermosa, rica, bien educada y de buena f
En el pasillo de la universidad, Charlotte trabajaba cuando una mujer se acercó.—Buenos días, tú eres Charlotte, ¿verdad?—Sí, ¿qué desea la señorita? —preguntó.—Solo quería conocerte —respondió—. Me llamo Eva, soy amiga de Ethan. —Su voz era dulce y amigable.Eva aprovechó que Ethan no estaba en la universidad para iniciar su plan de acercamiento.—Ah, hola —respondió algo incómoda.—Te debes estar preguntando por qué vine hasta aquí, ¿no? —rio—. Solo quería conocerte de cerca. Realmente eres muy hermosa.—Gracias.—¿Qué tal si tomamos un café juntas? —preguntó.—Claro, mi turno ya está por terminar.—Qué bien, te espero afuera.Después del horario de trabajo, Eva llevó a Charlotte en su carro a un café bien lejos de la universidad, solo para no correr el riesgo de que Ethan apareciera y las viera juntas.—Me alegré mucho cuando Ethan les dijo a sus padres que estaba de novio.—¿En serio?—Sí, pensaba que nadie lograría llegar al corazón de él, pero veo que fuiste muy afortunada.—F
En la oficina de su padre, Ethan gritaba.— ¿De verdad vas a seguir rechazando mi relación con Charlotte?— Ya te dije que no la considero adecuada para ser tu futura esposa. Aléjate de esa oportunista, Ethan, ¿no ves que es un plan de una trepadora social?— Papá, por el amor de Dios, ya te dije cuánto me gusta.— Por eso no puedes ver lo que está pasando —explicó—. Como tu padre, tengo la obligación de abrirte los ojos, para que una aprovechada no te exprima.— Charlotte no es nada de lo que estás diciendo, es una mujer honesta, trabajadora y muy leal.— Esa es la imagen que quiere mostrarte, pero lo que no entiendes es que yo, y otras personas que están fuera de la situación, podemos ver mucho mejor lo que pasa.— ¿Es esa tu decisión final?— Ya te lo dije, si sigues con ella, olvídate de que soy tu padre. Olvídate también de tu herencia y tu futuro. No voy a impedirte que estés con ella, pero no dejaré que esa aprovechada disfrute de algo que no se ha ganado.— ¿Crees que necesito