— Lo sé, pero siento que no fue solo una impresión, créeme —pidió.— Amiga, te creo, pero por cómo encontré a Daniel en la habitación, todo avergonzado, no puedo pensar que se quedó mirándote. Sé que él no haría algo tan terrible como eso, más aún sabiendo que eres mi mejor amiga.Sofía suspiró. Como no estaba tan segura de que él hubiera hecho eso, decidió no acusarlo. Sintió que Kate también se había incomodado con esa acusación, así que decidió dejarlo pasar.— Está bien, discúlpame, debe haber sido solo mi impresión por estar tan nerviosa en ese momento —dijo, tratando de no herir a su amiga.— Soy yo quien debe pedirte disculpas —Kate la abrazó—. Esto nunca más volverá a pasar, te lo prometo.Saliendo del abrazo, Sofía volvió a acostarse en la cama, cubriéndose con su enorme edredón.— Olvidemos esto —pidió.— Sí, olvidémoslo.— Preparé una sopa, creo que sigue caliente, así que ve y come un poco.— No tengo hambre, mi jefa nos trajo pizza.— ¿En serio? ¿Y por qué motivo?— Creo q
En la mañana de la semana siguiente, Sofía recibió un cronograma directamente de manos de Ethan, sobre los lugares a los que debía acompañar a Eva.—No la apresures ni la contradigas. Quiero que se cumpla todo lo que ella desee —dijo él, sin mirarla a la cara.—Está bien.—No te preocupes por el tiempo que pases fuera con ella, puedes estar segura de que seré generoso con tu pago.—Agradezco su generosidad.—Solo quiero que me hagas un favor —explicó.—¿Qué desea?—Eva es muy astuta, así que trata de no hablar de más y terminar revelando lo que pasó entre nosotros.—Puede estar tranquilo, jamás diría nada sobre eso.Viendo que la secretaria aceptaba todo sin cuestionar, sacó un sobre del cajón de su escritorio y se lo entregó.—¿Qué es esto? —preguntó ella.—Tu invitación para el compromiso.—¿Está seguro de que quiere que vaya? Puede decir que no desea que una simple empleada como yo esté en un lugar y día tan importantes.—Estoy seguro de que recibiré a muchas personas importantes es
Acercándose para ver los detalles, fue sorprendida por Eva.—Es el traje que Ethan usará, ¿qué te parece?—Muy bien elaborado —respondió.—Este traje costó varios miles de dólares —explicó—. Ethan siempre ha tenido buen gusto para la moda y nunca ha escatimado dinero en ello.—Se nota.—Yo también soy así, me gusta todo lo que el dinero puede ofrecerme —explicó, pasando la mano por el traje del novio—. Ya me imagino cómo se verá dentro de él. Ethan es guapo y le queda bien todo, ¿no crees? —preguntó.—Creo que ambos se verán impecables —respondió, de un modo que evitaba la polémica.—Sabes, Sofía, desde el momento en que vi a Ethan por primera vez, supe que sería mío —comentó con cierta altivez—. Sabía que tenía novia, pero después de descubrir quién era la mujer con la que estaba, supe que era cuestión de tiempo para que terminaran.—¿Cómo estabas tan segura? —la cuestionó.—Fue simple, acabé descubriendo su clase social —explicó—. Esa mujer era hija de madre soltera y no tenía dónde
Ya en el salón de banquetes, había varios empleados esperando solo para recibir a Eva y ayudarla con la degustación.Sofía sabía que el compromiso de ambos sería algo grandioso, pero sentía que esto parecía incluso exagerado.Si el compromiso estaba siendo así, ¿cómo sería la boda?Después de probar desde los pequeños entrantes hasta el plato principal, se sentía llena. Sin embargo, notó que Eva estaba muy animada para irse.—Pareces cansada, ¿quieres irte? —preguntó Eva, notando que Sofía no parecía tan dispuesta.—No, debe ser solo tu impresión. Solo me siento un poco llena por haber comido tanto.—No te preocupes, lo mejor viene ahora. Haremos la degustación de las bebidas que se servirán —dijo Eva, sentándose junto a Sofía.—Pensé que las bebidas quedarían para otro día.—¡Oh, no! Necesito resolver esto cuanto antes, ya que mañana visitaremos el salón elegido para el compromiso.—Entiendo.—Seleccioné los mejores vinos, verás que tengo buen gusto, uno más dulce que el otro.—Lo sie
—¿A qué se dedica tu familia?De repente, ese auto parecía una sala de interrogatorio. Aunque no quería llamar la atención de Eva, ahora estaba en el centro de su interés.—Mis padres tienen un pequeño hotel en México, es un negocio familiar.—¿Por qué no trabajas con ellos?—Tengo mis propias aspiraciones.—¿Prefieres ser una simple secretaria?—Por ahora, estoy feliz con mi profesión —concluyó.—¿Es por eso que dices que no te importa la clase social? ¿Por salir con un hombre rico?—No lo digo por eso. Tengo una amiga que no tenía ni dónde dormir y terminó conquistando el corazón de un hacendado. Hoy tienen una familia hermosa y son muy felices.—¿Cómo no sería feliz si le tocó la lotería?—Lo que los unió no fue el interés, sino los sentimientos mutuos.—¿De verdad crees en eso? —se burló—. No importa lo que pienses, ya te dije que eso no funciona. Espero que disfrutes bien tu noviazgo mientras dure.—Ya estamos llegando —comentó, tratando de cambiar el enfoque de la conversación.F
Al darse cuenta de que Eva estaba algo alterada, agradeció mentalmente haber llegado a su destino.Al entrar por los portones de la mansión, detuvo el auto en la puerta de la casa, por exigencia de Eva, solo para que ella bajara, ya que el estacionamiento quedaba un poco lejos. Después de dejar a la señoritinga allí, llevó el auto al estacionamiento, que estaba cerca del jardín de entrada. Como hacía calor, se bajó del auto y se sentó en un pequeño banco al aire libre, bajo la sombra de un árbol enorme.Mientras estaba sentada allí, observaba la enorme mansión de dos pisos, rodeada de plantas y flores. El terreno de aquella propiedad debía equivaler a más de dos manzanas. Sentía que era hasta exagerado que una casa de ese tamaño albergara solo a dos personas.—Buenas tardes.Una señora, que se parecía mucho a Ethan, apareció de repente.Estaba detrás de una de las plantas, y cuando vio a Sofía, la saludó. La mujer llevaba un overol de mezclilla y un sombrero de paja que le cubría toda
—No, no lo pienso. —Apretó la mano de la mujer, mirándola a los ojos—. Solo siento que usted necesitaba alguien con quien hablar, y yo fui la primera en aparecer.—Tienes razón —asintió—. La mayor parte del tiempo me siento muy sola en esta casa. Mi esposo pasa todo el día fuera, Ethan no quiere vivir con nosotros, y ahora, Eva. Seguramente vino a buscar el resto de las cosas que había dejado aquí. —Susan suspiró—. Parece que las cosas seguirán así para siempre, más aún después de que Ethan dijera que no nos dará un nieto.Si aquella mujer supiera que Sofía estaba gestando a su nieto, ¿qué diría en ese momento?—Tal vez cambie de opinión —dijo, tratando de consolarla.—Es lo que más deseo. Mi sueño es tener a mis nietecitos corriendo por aquí. —Sonrió—. Seguro sería una abuela chocha. Me encargaría de llenar la casa de juguetes, e incluso haría una casa en el árbol. No necesitarían niñera, pues me ocuparía personalmente de cuidar a los niños.—Estoy segura de que usted sería una abuela
Eva respiraba agitadamente, como si estuviera a punto de agarrarla por el cuello.—Creo que hubo un malentendido, Eva —respondió, tratando de mantener la calma.—¡Deja de hacerte la tonta! —gritó histérica—. Odio que finjas ser ingenua. Te vi llorando y tomando la mano de Susan. ¿Qué pretendías con eso? ¿Qué quieres acercándote a la madre de mi prometido?—No hice ni planeo hacer nada. Todo fue un malentendido, ya te lo dije. La señora Smith solo se estaba desahogando conmigo sobre no tener a su hijo en casa y ahora verte a ti irte también.—¡Mentirosa!—¡No estoy mintiendo!Eva volteó la cara, mirando el paisaje de la ciudad. Necesitaba mantener la calma, o de lo contrario agrediría a Sofía ahí mismo.—¿Y cuál es el motivo de que tuvieras los ojos llenos de lágrimas?—Lo siento por eso. Es que soy una persona muy sentimental, tú misma lo sabes.—Está bien —dijo más calmada—. Voy a creer lo que estás diciendo, pero espero de verdad que no te estés haciendo la tonta conmigo, o no tendré