Nueva York.Javier había visto la riqueza y ostentación en la mansión Constantini, las leyes de la mafia ser cumplidas sin temor o remordimiento, pero nada lo había preparado para lo que estaba frente a él, la mansión que más parecía un castillo no fue el motivo por el que le estaba costando cerrar la boca, tampoco lo era el lujo y obras de arte que en el interior del hogar Bach se lucia, su asombro se debía al protocolo que llevaba que los Bach pagaran un favor, ellos, los más ricos de los ricos, pero sobre todo los más poderosos que alguna vez pudieran existir.— yo, Eros Zabet, esposo de Lucero Bach, como parte de esta familia, cumpliré con el deber de pagar el favor que se le adeuda a Marco Constantini, entrenare a Javier Maple, me asegurare que aprenda tanto o más que yo, no solo a la manipulación y accionar de armas de fuego y armas blancas, también en el arte de la lucha, cada uno de mis conocimientos serán enseñados y aprendidos por él, si no puedo con mi deber, que mi vida se
Pais X.Jade no se confió de Aika, por más que la joven se mostrara como una persona indefensa, podía distinguir como sus ojos brillaban con anhelo cada vez que veía a Wang, y como los de este la observaban con rencor, la boda que estaba prevista para el siguiente mes, había sido suspendida, la joven prometida del mayor de los hermanos Zhao no queria ni siquiera verlo a la cara, a ella había llegado el rumor de que su futuro esposo era un violador una deshonra, además, Aika no perdía oportunidad en tratar de engatusar a Loan.— Primo. — lo llamo dos días después de su llegada a la residencia Zhao.— No soy tu primo Aika, en todo caso, ese seria Park. — respondió con tranquilidad Loan, sin siquiera voltearse.— Oh, lamento que te moleste mi forma de llamarte, es que estoy tan agradecida. — Jade apretaba sus dientes, pero siguiendo el ejemplo de su esposo, no volteo ni a ver tras ella a la joven que se oía abatida por la corrección de Loan.— No deberías, no es por caridad que estas en
Jade veía una y otra vez la ecografía que hacia una semana atrás el medico le había dado, no podía creer que estaba embarazada de tres meses y su vientre aun era el mismo, pero su Bao aparecía muy claramente, un pequeño tesoro que crecía en su interior, al mismo ritmo que el amor por Loan crecía en su corazón.— Mi esposa está muy silenciosa esta noche, ¿aun estas enfadada con este estúpido esposo tuyo? — la rubia no pudo evitar hacer una mueca ante las palabras de Loan, desde el día que visitaron el hospital, Jade no le había dirigido casi la palabra, solo cuando estaban frente a otra persona se obligaba a responder los dichos de su esposo, y todo para mantener las apariencias.— Debería estar má
Dos días pasaron, días en los que Park se sentía peor que basura, y no era por el frio trato de Loan, o ver la pena de Wang cuando lo miraba, el hecho de sentirse así tenia nombre, Jade, la rubia lo buscaba sin descanso, a veces para hablar y practicar el idioma, otras para ver como entrenaba, incluso para beber té, aunque Loan había ordenado a su esposa que solo podía salir de su hogar solo en su presencia, a Jade parecía no importarle y a Park no le quedaba más que estar a su lado, siempre vigilante de que Aika y su madre no le informaran a la extranjera que Loan ya tenia concubina.Pero al tercer día, Loan, y Wang, tuvieron que partir muy temprano para solucionar un problema de la organización, el menor de los Zhao sabía que su madre aprovecharía ese tiempo en el des
Jade sentía como cada parte de su corazón se rasgaba y rompía, sentía que moriría, y solo entonces descubrió que ella ya amaba con locura a ese estúpido oriental.— Me diste tu palabra y no la cumpliste… Tú no tienes honor. — susurro con lentitud, pero segura de que la joven Aika la escuchara, tan claro como Loan lo estaba haciendo.— Esposa… — no sabía cómo explicaría todo aquello, pues era consiente que Jade ya se lo había advertido, no había escusa alguna para tener una concubina.— ¡Guardias! — grito por primera vez desde que estaba en aquel país, grito como debió hacerlo cuando Loan quito la venda de su boca la primera noche en Pais X, grito casi desgarrand
Pais X meses antes.Jade abrió sus ojos cuando una de las manitas la cubría con una manta, aún estaba vestida, pero a su lado había un hombre que ella conocía muy bien.— Señor Sug. — el mayor sonrió con vergüenza, sabía que sin importar lo que dijera Jade no comprendería lo que Loan había hecho, su propia Suki nunca lo comprendió a él y eso que era de una misma cultura.— Hija. — dijo a modo de saludo, pero la mueca en el rostro de Jade le dejaba en claro que ya no se sentía cómoda con que la llamara así. — El medico te reviso, dijo que tanto tú, como el pequeño Bao estarán bien. — Jade suspiro, no podía creer que Loan sea tan est
ChicagoConall veía las fotos que su gene había conseguido, no solo las de Sakura siendo ingresada en el hospital con un cuadro de deshidratación severa, lo que mas le inquietaba era ver el joven rostro de Aika y las recientes cicatrices en el, la joven se veía tan indefensa, como un pobre conejo que había sido atrapado por un tigre y prueba de ello eran los cuatro surcos que adornaban su rostro.— Son animales, son peor que Ming Shun Han. — dijo entre dientes extendiéndole el informe a Derek, quien apenas lo tomo lanzo las fotos por toda la oficina.— No quiero pensar que, si fueron capaces de torturar a Aika con el poder que ahora posee, que pudieron hacer con mi hija. — las manos le temblaban, su corazón se ace
ChicagoMarco Constantini veía a su hijo Prieto, quien hablaba en el jardín con su mejor sicario, el caimán, quizás viendo temas de seguridad de último momento, tal vez, solo charlaban, fuera lo que fuera el mayor sentía un pesar tan grande en su corazón que solo era soportable al ver a sus nietos, los mellizos Donato y Valentina, se suponía que debían guardar duelo por la muerte de Demetri, el gemelo de Prieto y no estar dando las ultimas ordenes para la fiesta de cumpleaños de los niños, pero es que era inevitable, Demetri había buscado su muerte y si había algo que debía agradecer el don de Chicago, era que su hijo muriera de un disparo en medio de la cabeza a manos de Ámbar Zabet y no en manos de Noha Zabrek, el esposo de Emma y quien