Dos días pasaron, días en los que Park se sentía peor que basura, y no era por el frio trato de Loan, o ver la pena de Wang cuando lo miraba, el hecho de sentirse así tenia nombre, Jade, la rubia lo buscaba sin descanso, a veces para hablar y practicar el idioma, otras para ver como entrenaba, incluso para beber té, aunque Loan había ordenado a su esposa que solo podía salir de su hogar solo en su presencia, a Jade parecía no importarle y a Park no le quedaba más que estar a su lado, siempre vigilante de que Aika y su madre no le informaran a la extranjera que Loan ya tenia concubina.
Pero al tercer día, Loan, y Wang, tuvieron que partir muy temprano para solucionar un problema de la organización, el menor de los Zhao sabía que su madre aprovecharía ese tiempo en el des
Jade sentía como cada parte de su corazón se rasgaba y rompía, sentía que moriría, y solo entonces descubrió que ella ya amaba con locura a ese estúpido oriental.— Me diste tu palabra y no la cumpliste… Tú no tienes honor. — susurro con lentitud, pero segura de que la joven Aika la escuchara, tan claro como Loan lo estaba haciendo.— Esposa… — no sabía cómo explicaría todo aquello, pues era consiente que Jade ya se lo había advertido, no había escusa alguna para tener una concubina.— ¡Guardias! — grito por primera vez desde que estaba en aquel país, grito como debió hacerlo cuando Loan quito la venda de su boca la primera noche en Pais X, grito casi desgarrand
Pais X meses antes.Jade abrió sus ojos cuando una de las manitas la cubría con una manta, aún estaba vestida, pero a su lado había un hombre que ella conocía muy bien.— Señor Sug. — el mayor sonrió con vergüenza, sabía que sin importar lo que dijera Jade no comprendería lo que Loan había hecho, su propia Suki nunca lo comprendió a él y eso que era de una misma cultura.— Hija. — dijo a modo de saludo, pero la mueca en el rostro de Jade le dejaba en claro que ya no se sentía cómoda con que la llamara así. — El medico te reviso, dijo que tanto tú, como el pequeño Bao estarán bien. — Jade suspiro, no podía creer que Loan sea tan est
ChicagoConall veía las fotos que su gene había conseguido, no solo las de Sakura siendo ingresada en el hospital con un cuadro de deshidratación severa, lo que mas le inquietaba era ver el joven rostro de Aika y las recientes cicatrices en el, la joven se veía tan indefensa, como un pobre conejo que había sido atrapado por un tigre y prueba de ello eran los cuatro surcos que adornaban su rostro.— Son animales, son peor que Ming Shun Han. — dijo entre dientes extendiéndole el informe a Derek, quien apenas lo tomo lanzo las fotos por toda la oficina.— No quiero pensar que, si fueron capaces de torturar a Aika con el poder que ahora posee, que pudieron hacer con mi hija. — las manos le temblaban, su corazón se ace
ChicagoMarco Constantini veía a su hijo Prieto, quien hablaba en el jardín con su mejor sicario, el caimán, quizás viendo temas de seguridad de último momento, tal vez, solo charlaban, fuera lo que fuera el mayor sentía un pesar tan grande en su corazón que solo era soportable al ver a sus nietos, los mellizos Donato y Valentina, se suponía que debían guardar duelo por la muerte de Demetri, el gemelo de Prieto y no estar dando las ultimas ordenes para la fiesta de cumpleaños de los niños, pero es que era inevitable, Demetri había buscado su muerte y si había algo que debía agradecer el don de Chicago, era que su hijo muriera de un disparo en medio de la cabeza a manos de Ámbar Zabet y no en manos de Noha Zabrek, el esposo de Emma y quien
Chicago.Jade se sorprendió al percatarse que el vehículo que los llevaría al aeropuerto no un simple automóvil, sino que era una limusina, pero aun así mantuvo su cara imperturbable, al ingresar saludo a Wang a quien también llevaba meses sin ver y por muy raro que pareciera, también lo había hachado de menos, pero luego de eso se mantuvo en silencio, incluso cuando Loan se sumo a ellos, ninguno de los hombres dijo nada, Loan porque estaba pensando cual seria la mejor forma de acabar con Aika y los otros señores Zhao, por no querer perturbar la tranquilidad que Jade lucia en su rostro, y como sus ojos brillaban al ver por la ventanilla, Wang incluso se sintió mal, al recordar que su cuñada, solo había salido de la villa Zhao una vez desde que había llegado a Pais X, pero Park era otra cosa, el joven había aprendido a diferenciar cada brillo en esas jades que tenia por ojos su cuñada, por lo que sabia que estaba molesta, aun así, su boca se mantuvo cerrada, hasta que subieron al avión
Pais XAika llevaba más de un día encerrada en la oficina que una vez perteneció a su padre, sabia que el tigre blanco no atacaría primero, ese no era su estilo, por lo que estaba segura en su hogar, por ahora lo único que le preocupaba era saber que tan dañado estaba su clan, quienes serian sus aliados, y a quienes debía decorar, ya que mucho la veía como una joven, incauta e inocente, aunque esto ultimo había cambiado en gran medida, ya que su dulce rostro estaba marcado, gracias a Wang Zhao, ahora, ya no poseía un rostro angelical, se podría decir que se asemejaba mas a un demonio, tanto por dentro como por fuera.— ¿Qué es lo que mi hermano pensaba hacer con esto? — indago la joven apuntando las muestras que estaban congeladas frente a ella.— El señor Shu Han Ming, creyó que podría someter a su voluntad a Felipe Zabet mediante un hijo. — informo uno de los pocos sobrevivientes que regreso de Chicago, el responsable de llevar el esperma que Ming había robado de Felipe cuando lo vi
Loan veía a la mujer frente a él, la castaña de ojos marrones era joven, quizás tenía su misma edad, pero sus ojos guardaban el brillo de alguien que ha ganado y perdido demasiado en la vida.— Entonces emperatriz, ¿harás negocios con nosotros… o no? — pregunto cuando la vio encender el segundo puro, se veía salvaje, y de ella miles de cosas se contaban, como que reinaba la selva colombiana, que era enemiga de los Bach y que incluso los animales más salvajes le temían, Agustina Scott, la emperatriz del narcotráfico, así la llamaban.— Aun lo estoy pensando Tigre, aun lo estoy pensando. — había algo en sus ojos que no le gustaba al oriental y por tercera vez en la tarde acaricio su Jian, provocando que Wang colo
Pais X.Sug veía el retrato de Suki y sentía su corazón arder un poco más a cada segundo, el calor se esparcía por su cuerpo y se convertía en fuego que iba directo a su ojos cuando volteaba a ver a Sakura, aun no terminaba de comprender como había sido tan estúpido, si incluso los monjes se lo advirtieron, la Flor de cerezo a los pies del tigre lo harían caer, y así fue, Sakura lo había matado, el mismo día que mato a su esposa, y fue entonces cuando recordó las palabras de Jade.— Es hora de que deje de castigarse.Sí, esa era la verdad, Sug Zhao se había estado castigando día tras días desde que Suki había muerto, culpándose de llevar su esposa, la mujer que amaba al suicidio, creyendo que su amada no había soportado su ultimátum y que en ver