Felipe finalmente no se une al almuerzo, al último momento decide ir a comer a escondidas con Emily, Carlos quien ha estado analizando los secretos y confesiones de sus hermanos, ha tomado la decisión de aun cuando no se lo están pidiendo aconsejarles ni ayudarlas de alguna manera va a intervenir, uno con un matrimonio por conveniencia que parece algo más y el otro enamorado de una mujer y haciéndola sufrir porque no se decide, tienen enfrente sin duda a las mujeres de su vida y parecen no reconocerlo. Primero va a indagar sobre los sentimientos de cada uno y luego armar un plan y esperaba pedirle ayuda a Laura para ello, se sientan a la mesa y después de pedir la comida entra de lleno en el tema, — Ahora que estamos más tranquilos y en privado quiero aprovechar para hablar contigo, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes ahora? — Para ser honesto, me siento mucho mejor, con energías renovadas y más positivas. — Respecto a tu relación con Camila, ¿Cómo vas? — Pues a pesar de que fue difícil
Y fue como si tuvieran toda la vida juntos, eso era justo a lo que le temía, pues desde la primera vez que se vieron su atracción era evidente, como si no pudieran pensar ni controlarse, sin dejar de corresponder el beso ella enredo sus dedos en aquel cabello castaño rizado, se devoró la boca hasta que tal como empezó de manera impetuosa, así se detuvo.— Lo siento, no el beso claro pues ha sido lo mejor en mi día, sino que no pude controlarme, por favor siéntate — , dijo intentó normalizar su respiración, — ¿deseas tomar algo?, ¿de que querías hablar?— Quería preguntar si tienes algún problema y aclarar que lo que está entre nosotros no deseo que lo traslades a mi hermana, eres su mano derecha confía en ti y no quiero darle más preocupaciones, ya tiene suficiente.— Lo sé, respecto a lo que pasó...me disculpo, actué mal, es cierto que debo manejar las cosas de una manera distinta, supongo que la confianza me hizo cometer ese error, te prometo que no volverá a pasar, pero debes prome
Todavía Isabel no salía de su asombro cómo era posible que Carlos fuera tan encantador, debía volver al trabajo la hacía sentirse como una adolescente, ansiosa y con dudas de cómo reaccionar, definitivamente había cambiado su día para mejor. Cristian su socio y amigo al verla tan distraída durante las reuniones y conociendo su humor, la noto que desde su viaje se encontró cambiada, más positiva y animada, ahora mismo la vio con una expresión para él desconocida, pero llena de ilusión. Cuando comenzó a trabajar con ella le gustaba, había dado por hecho que terminarían juntos, pero ella acababa de divorciarse y estaba muy susceptible en los temas amorosos, tenía en mal concepto a los hombres por ello se hizo a un lado y ser su amigo pues ella necesitaba encontrar su equilibrio, sin embargo, le gustaba gastarle bromas, así que cuando tenía oportunidad no la dejaba pasar. — Isabel, dime ¿me estás siendo infiel? Te veo muy contenta y sé que no es por mí. — Para nada sabes que eres el úni
Carlos estaba decidido a ganarse el derecho de irrumpir en la vida de Isabel, es un hombre maduro y bastante sensato quien tenía claro que cuando se cortaba una mujer con hijos deberías tener claro el alcance de tus acciones, si era solo un juego, no solo tenías ser totalmente honesto para no crear ilusiones en una persona que probablemente ya tiene heridas de una relación anterior sino que además que a menos que quisieras tener un futuro con aquella no debes involucrar a sus hijos y mucho menos si eran pequeños. No era una ley escrita y podía ser que algunas mujeres no lo tuvieran en cuenta, pero si era un hombre con moral no interferirás en la vida de un pequeño que quizás mañana se preguntará porque no estás allí, terminará que jugarás con sus sentimientos o lo usaste, por ello antes de empezar esta campaña, lo medito con detenimiento. Se dio cuenta que, si estaba dispuesto a abrir aquella caja de pandora y esperar lo mejor, de hecho, por su mente pasó que ese niño, pudo haber sid
Como era su rutina habitual cenaron juntos y acostaron al niño después de bañarlo y le leyeron un cuento hasta que se durmiera, pero lo cierto era que Isabel se sentía ansiosa, quería ir a su habitación e intentar hablar con Carlos, como desde hace mucho no le pasó la embargaba aquella emoción de sentirte especial, cuando finalmente se desocupó encontró un mensaje de voz en su teléfono. — Dicen que la distancia es el olvido, sin embargo, yo no hago más que recordarte te envió esta canción de Melendi que me hizo recordarte, además que el título me pareció sumamente oportuno, pues creo que es lo que todos intentamos reconocer si es “ destino o casualidad”, espero que te guste y me lo hagas saber. Ella iba caminando sola por la callePensando: "Dios, qué complicado es esto del amor"Se preguntó a sí mismo cuál habría sido el detalleQue seguro Cupido malinterpretóÉl daba, como cada noche, vueltas en la camaSonó de pronto una canción romántica en la radioQuizá fue Michael Bolton quien
Esa tarde Isabel y su hermana conversaron, era claro que debía reflexionar en este punto lo que enfrentaría si fuera decidido iniciar un romance formal con Carlos, luego de almorzar y caminar un poco se decidiría a sentarse a tomar un café y retomar el tema ahora de una manera más reflexiva. — Hermana, en estos últimos días finalmente he logrado verte feliz y es así que deseo que continúe y no estoy afirmando que Carlos sea el hombre que cumpla con esas características pues tampoco lo conozco. — Lo sé, pero también tengo claro que habría que superar muchos obstáculos, el niño es fácil de manipular, esa familia intentará quitarme al niño, alegara algo en mi contra, debo tener mucho cuidado. — No debes tener miedo, no puedes negarte la oportunidad a rehacer tu vida, el tiempo pasa y no en vano. — Lo sé, pero mira quien habla, la chica que no creía en hombres, creo que ese cambio radical tiene nombre. — Jajaja, pues para que mentirte me siento emocionada y positiva, es un bonito esta
Antes de culminar la cena él se sienta a su lado en un momento en que los novios bailan e intenta un acercamiento disimulado, según él para cubrir apariencias y no dar a entender que su relación jefe - empleado terminó mal, — Hola América, ¿Cómo estas? — Señor Juan, buenas noches un placer verle de nuevo, espero le este yendo excelente. — ¿Ahora me dices señor?, no te niego que me resulta un poco excitante, me da cierto morbo, hace que pensamientos perversos vengan a mi mente, pero creo que tenemos más confianza que eso verdad — , dijo entre susurros para intimidarla, —Creo señor Juan que debemos guardar las formas total hasta hace poco eras mi jefe, que tengas buen provecho — , y se levantó con la idea de escapar de allí. — Por favor toma asiento, no quería ofenderte o molestarte, solo que en este momento rememore cada momento que viví junto a ti, quisiera tener la oportunidad de hablar contigo si me lo permites. — No me ofendes, pero no es el momento ni el lugar, no tenemos nada
Carlos había invitado a Isabel como su acompañante al matrimonio de Laura, aunque al inicio ella no estaba muy convencida porque implicaría conocer a su familia y consideraba que era muy pronto para ello, este le aseguro que la presentaría solo en calidad de amiga, sin presiones, ni compromisos, solo pasarla bien, así que aquella noche dejaría al niño con su hermana e intentaría disfrutar la cita.Se colocó un vestido color borgoña cuya espalda lucia escotada y parecía incitar a acariciar su piel desnuda hasta continuar el camino y llegar al limite que bordeaba su cintura, era sensual, pero a la vez discreta pensó Carlos al verla, aquella mujer era una tentación y de este reencuentro no creía que podría permanecer intacto a sus encantos.Solo con verla salir del portal de su edificio sentía que había perdido el aliento por completo, — Isabel estas muy hermosa, mucho más de lo que recordaba, has hecho que mi corazón se acelere.Su rostro se sonrojo y su sonrisa era amplia, siempre logr