De pronto tocaron a la puerta y escuchó que era su cita quien hablaba, —¿Laura eres tú?, que se ha hecho la hora y he venido a buscarte, supuse que estabas aquí.
Ella cerró los ojos y lo primero que pensó es que tanto había escuchado de lo que estaba diciendo, —Ya voy—, se asomó y allí lo vio perfecto e impoluto, aquel hombre ni un cabello se le había movido desde la mañana y ella en cambio parecía que había tenido una pelea con una gata, salió del baño y se excusó, —Disculpa por favor, se me pasó el tiempo.
—Tranquila no pasa nada, solo que no quiero que estemos apurados, quiero que disfrutemos de la comida y una buena conversación sin estrés.
—Entonces vayámonos, paso por la cartera a la oficina y podemos salir.
—¿Te puedo hacer una pregunta?
—Claro sin problema.
—¿Siempre acostumbras a hablar sola?
De inmediato se le puso la cara roja y quería que se la tragara la tierra, —¿Cuánto de lo que decía escuchaste?
El no pudo contener la risa ante la cara de consternación de ella y luego respondió, —Llegue cuando ibas porque eres chulísima.
—Ósea que lo escuchaste todo, que pena.
—No te preocupes, yo también hablo conmigo mismo, no tiene nada de malo y más si es para infundirse ánimo.
Con la mano tapándose la cara Laura no sabia si reír o llorar, —habiendo escuchado todo eso y teniendo la seguridad que estoy loca, aun así ¿quieres salir conmigo?
—Ahora más que nunca de hecho, me encanta que seas fresca y tu misma, no a veces uno conoce una mujer así de hermosa y es toda robotizada y llena de prejuicios y tonterías.
—Pues siendo así, déjame decirte que soy la reina de lo honesto y fresco, claro sin caer en la ordinariez, pero igual no debías escuchar todo aquello—, dijo mientras entraba en la oficina y se colgaba la cartera.
—¿Te puedo hacer otra pregunta?, ¿en verdad quieres que sea tuyo?
—¡Ay Dios!
—Mentira solo te estoy tomando el pelo, pues me encanta como te pones roja como un tomate, me resulta muy gracioso, te prometo que no te tocaré más el tema pues no quiero que rechaces otra invitación que te haga por ejemplo mañana, sin embargo, la respuesta a esa afirmación es que yo me siento atraído hacia ti también, pero antes de cruzar las fronteras debido al código de conducta en caso tal lo hablaría con nuestros jefes, sin embargo, más allá de esas formalidades, el sentimiento es mutuo.
Eso hizo que se animará aún más, —entonces lo que definirá la situación es si esto inicial se fortalece y crece o pierde total interés, aprovechemos de conocernos lo suficiente.
—¿Y eso incluye conocernos en todos los sentidos?
Ella lo pensó unos minutos, —Todo a su tiempo pero sí, me animo al reto.
Teniendo esto en cuenta fueron a almorzar y sin presiones ni apuros intercambiaron números, hablaron un poco de sus gustos de comida, música y libros, él parecía tener la cualidad especial de saber y querer escuchar, mientras ella lo tenía fascinado ante su amabilidad y consideración ante otros, él la tenía cautivada con esa manera tan observadora y llena de admiración con que la miraba, como si deseara descubrirlo todo en un instante.
Cuando llegaron unos adultos mayores y tenían dificultades para subir unos escalones hasta el área de las mesas, sin que nadie se lo pidiera y antes siquiera que el mesero se diera cuenta ella fue con dulzura y les ayudó, sin que estos se sintieran ofendidos o considerados como inútiles, eso le encantó, parecía ser algo loca e impetuosa pero en el fondo a Miguel le pareció que era una buena persona.
—¿Te apetece un postre?—, preguntó ella sacándolo de su ensoñación.
—No soy muy de postres, me gusta más lo salado.
—¿Y si compartimos?
—Me parece bien—, pidió un versión gourmet de panquemao y una vez lo sirvieron Laura sin vergüenza tomó un poco en una cucharilla y le ofreció.
—Mejor come tu primero—, cuando esta lo comenzó a degustar el la atrajo hacia él y la beso, sus labios estaban impregnados de azúcar impalpable, un poco de canela y una lo que parecía ser una salsa de chocolate, —Está riquísimo aún más que proviene de tu boca, me gusta más así, se aprecia mejor el sabor que en una cucharilla metálica.
Por unos minutos Laura se quedó descolocada, eso realmente había pasado o había sido su imaginación, se llevó los dedos instintivamente a los labios y los rozó tal como él lo había hecho antes, —Vamos Laura come un poco más o me vas a dejar con las ganas—, ella volvió al planeta tierra y luego comió un poco más y él volvió a besarla, repitieron un par de veces más ante de terminarlo y luego se vieron a los ojos por unos minutos, aun sin palabras parecían tener toda una conversación y es que eso sólo demostraba la gran atracción que había entre ambos, luego pidieron la cuenta y se fueron.
De regreso a la oficina caminaron uno al lado del otro con una conversación despreocupada, él como buen caballero la acompañó a su oficina y luego de darle un beso en la mano se retiró, Laura estaba que flipaba, no podía creer todo lo sucedido es que ni en sueños imagino algo asi, como le hubiese gustado que América estuviera allí para comentarle todo, ni modo no le quedaba otra que esperar al final del día para poder comentarle a su amiga aquella escena que parecía salida de la película 9 semanas y media, debía intentar concentrarse en el trabajo a pesar de que en lo único que podía pensar era en aquellos labios tibios.
Cuando Juan y América llegaron a la oficina esta pensaba que se separarían ya había tenido suficiente de su jefecito pero nada más lejano de la verdad pues él quería que ella se encargara junto a su equipo de coordinarlo todo y es que el solo pensaba en cómo aliviar la tensión con aquella chica tenía que intentar que cometiera alguna error para poder deshacerse de ella, parecían aceite y vinagre, vale que no la tragaba ni con Coca—Cola, era insoportable hasta en la manera despectiva que lo miraba, seguro era porque internamente se creía una princesita porque sus papás eran famosos pero para él era una más, pero ya había ideado una manera de poder aguantar la tarde junto aquella insoportable y su nombre era Mirian.
—América reúnase con Victor para que coordinen el Casting de esta tarde, él sabrá orientarte para trabajar con rapidez, eso si antes me trae un cortado a mi oficina.
Ni que fuera su secretaria para que me pida un café, que se cree este imbécil que con eso me va a enseñar mi lugar, pensó ella, apretando la cartera pero debía intentar aguantar sus pesadeces hasta que terminaran el trabajo juntos, total no podía dañar la confianza que había depositado en ella Carlos, su jefe era un buenorro y trabajaban muy bien juntos porque perder eso por este desubicado—, pensó ella mientras Juan la observaba.
—¿Qué hace todavía parada allí?, ¿No sabe hacer café? o ¿no entendió algo?
—Disculpe señor, ya se lo traigo—, en su cabeza se imaginó mil cosas que hacer con el café desde derramarlo en la entrepierna caliente, hasta agregarle algún componente que no le permitiera salir del baño por horas pero prefirió retirarse e ir a cumplir con su trabajo, eso sí, si creía que se lo iba a preparar muy rico para que la siguiera molestando con eso estaba equivocado.
Paso primero por la oficina para poder dejar la cartera y encontró a Laura en las nubes y sonrió seguro le fue bien en su almuerzo no como yo que tengo el estomago revuelto pensó, —Mi querida amiga, ¿Cómo estas?
—Tengo tanto que contarte.
—La verdad vamos a tener que esperar a la noche para poder hablar como se debe debo trabajar con el insufrible de Juan, ahora quiere que coordine el casting de hoy, sin embargo, es experiencia así que no me cae nada mal, lo que realmente me desagrada es lidiar con él, ahora me pidió un café, sé que lo hace por jorobarme.
—Pues tu sabes manejar esas cosas, paciencia.
—La tendré amiga, ahora me voy, no sea que se estrese.
América de inmediato le preparó el cortado pero tal como lo pensó decidió no agregarle azúcar para que le supiera tan amargo como era el, aprovecho que parecía estar ocupado en la computadora y se lo colocó a un lado, se giró e intentó salir de allí rápidamente cuando escucho, —Te quedó excelente, perfecto, tal como me gusta, amargo, creo que de ahora en adelante te lo pediré a ti.
Ella de inmediato salió de la oficina y murmuró, ¿Por qué a mi?, es que me lo gané, pero sin querer seguirse lamentando porque al final lo que deseaba de aquel lugar era la experiencia fue a la oficina de Víctor para coordinar la reunión de la tarde, trabajaron de manera eficiente, en pocas horas ya tenían todo listo incluyendo hasta los refrigerios así que llamó a Hans para comentarle y el complacido confirma que llegará puntualmente.
Debía informarle a Juan por lo que se dirigió a su oficina, —Está acompañado déjame anunciarte—, le dijo Inés su secretaria.
—No hay problema—, la escuchó hablar entre susurros y luego de colgar le dijo que pasara.
América igual toco la puerta y luego fue que la abrió, cuando entró encontró a una actriz llamada Mirian Ochoa conocida por varias series televisivas sentada a un lado del escritorio acomodándose el vestido y con el maquillaje corrido, ¡que descarado!
Aquella estampa de una actriz reconocida con la boca hinchada por lo besos y acomodándose el vestido era claro que era obra de su jefe para sacarla de quicio pues muy bien pudo haberle indicado que viniera luego o simplemente citarse en otra parte, pero no iba a lograr su objetivo que notara su molestia por lo que con la mejor sonrisa saludo. —Buenas tardes, señor, quería comentarle que todo se encuentra listo para el casting de esta tarde a las 5 pm, ya los actores están citados y hable con el señor Hans para que programara sus actividades teniéndolo en cuenta. —Has debido consultármelo antes pues te esta faltando alguien muy importante dentro de las personas seleccionadas. —¿Ahh si?, ¿Quién? —Está belleza que tengo a mi lado, supongo que debes haberla visto en la televisión te presento a la señorita Mirian Ochoa, necesito no solo que la incluyas en el casting sino que reciba un trato especial, por favor encárgate que tenga un camerino y que no le falte nada. América tragó grueso
Cuando finalmente llegó la hora del casting ya todo el mundo estaba tenso y desesperado, la actriz con aires de diva había sacado de quicio al personal y hasta el mismo Juan, quién no veía la hora que acabara todo, Hans como era de esperar llegó puntual con su personal y fue ubicado en los asientos del pequeño teatro para que pudiera realizar una evaluación teniendo en cuenta la acústica, presentación y desenvolvimiento general en escena.En total se presentarían cinco mujeres y dos hombres, pero la caprichosa como sería la última porque no paso por los canales regulares de selección, entonces tras bastidores se dedicó a molestar a los presentes con comentarios como, —“Tu diálogo se noto forzado”, “te falta experiencia”, “si lo deseas te doy el número de mi profesor de oratoria para que te ayude a proyectar tu voz”, el humor de todos se fue agriando, por ello América decidió dejarla pasar en cuarto lugar.Cuando fue su turno de entrar y realizar sus líneas con el actor masculino selec
Juan se siente un poco incómodo, nunca se ha portado como un patán o ha sido injusto con nadie, vale que es un mujeriego y si puede sacar provecho de una situación lo hará, que la chica le cae mal esta claro pero más allá de sus problemas personales se había desenvuelto bien para organizar el casting con los empleados y en poco tiempo como también en la actuación que había realizado de hecho fue impecable y a pesar que le molestara la chica tenía talento así el no deseara admitirlo, asi que se apresuro a seguirla. —¿América?, detente por favor. —¿Qué ocurre?—, dijo llegando a la recepción del edificio. —Por favor deja que te lleve es tarde y yo también estoy de salida no me cuesta nada. —Señor Juan, creo que es claro que no tenemos la mejor relación, lo mejor me parece que es intentar mantenernos alejados el uno del otro y así mantenemos la paz. —Solo quiero llevarte para estar tranquilo que llegues rápido a tu casa y en agradecimiento por tu trabajo del día de hoy, nada más, prom
América estaba quizá mucho más impactada que Juan a la par de agradecida por las palabras de Hans era su sueño ser una estrella, la actuación era algo que le venía bien, había participado en algunos papeles y comerciales estando pequeña pero era algo que no incluiría en su currículum pues no deseaba ser asociada al nombre de sus padres, quería triunfar y quizá esta era su oportunidad, ante el ultimátum de su cliente y ver que su jefe no reaccionaba decidió actuar. —Señor Juan, ¿podemos hablar? —Claro—, luego observó el grupo y les dijo, —con el permiso de ustedes, ya volvemos. —Tómese el tiempo que necesiten. Caminaron a un área abierta del restaurante y allí observando el jardín América comentó, —entiendo sus dudas, no soy una actriz reconocida, pero deseo el trabajo, no renunciaré a una oportunidad. —Pero no te hemos firmado, no te hemos hecho una prueba, ni entrenado, nada, sería hasta desleal con los otros actores tenerte en cuenta. —¿Por qué si es el cliente quien selecciona
Llegada la noche Juan y América así como los otros actores seleccionados llegaron al restaurante ya se encontraban allí Hans y su equipo, este había dejado un asiento especialmente para su actriz principal, ella sonrió apenada pero igual se sentó a su lado y pasaron de inmediato a la comida y a conversar de manera más individual.—De verdad que me emociona cuando un casting se da de esa manera sin tropiezos y que todo fluye de manera natural, exceptuando a la no tan encantadora Mirian que nos atormento por horas.—No diga, eso por favor.—Es la verdad, pero mejor no hablemos de los demás, cuéntame, entiendo que eres asistente, pero ¿estudiaste actuación?—Sí, aunque supongo que siempre nos mantenemos estudiando supongo, lo que más me gusta es el teatro, la interacción con el público es genial aunque solo pude hacerlo una vez en la universidad y usted ¿Cómo se hizo director?—Pues supongo que siempre tuve una perspectiva algo abstracta de las cosas soy bastante observador y como tal me
Tres días antes Como puedes llevar contigo en una maleta no solo tu ropa, sino tus sentimientos, el amor por tu familia y amigos, tus costumbres, tu historia como bien lo expresa un pensamiento de Alba Codutti "emigrar es la esencia del darwanismo: es la búsqueda de la supervivencia por encima de tus arraigos" y esa es la realidad de los que se plantean algún día dejar su país en búsqueda de una vida mejor para ellos y sus familias. Así comienza la historia de Emily Herrera una Venezolana de 26 años, graduada en administración de empresa en la Universidad Central de Venezuela, que hasta hace tres meses trabajaba en una trasnacional en el área de contabilidad, pero como muchas empresas en el país debió cerrar, cada trabajador asume la noticia de manera distinta, unos se lamentan, otros de inmediato entrevistas de trabajos y otros reconsideran la opción de irse del país. Con una liquidación generosa como la que recibieron otros analizan emprender, pero ante la inseguridad jurídica y p
Pasa los controles y ve por última vez esos colores hermosos del arte de Carlos Cruz, luego se encuentra por una hora en una sala de espera antes de abordar, observa los aviones, la pista, las personas ir y venir cada una con sus propias cavilaciones y piensa lo increíble de la experiencia, así que esto es sin duda alguna toda una aventura, le emociona conocerá otro país, otra cultura.Al despegar el avión ve por la ventanilla como cada vez se hace más pequeño el aeropuerto y por ultimo su país, mientras se aleja se da fuerzas pensando en todo lo que está por venir, cómo será ese país su gente su clima, en fin. El viaje es largo de 17 horas así que eso le da tiempo para dormir, comer, leer un poco un libro que llevo con ella y ver películas, vamos que es casi un día entero de viaje.Una vez aterriza intenta mantener la calma, las experiencias de otros no tienen porqué ser iguales a la suya, —Pase por aquí señorita, pasaporte, reserva de hotel o carta de invitación.—Buenas tardes, aqu
Una vez en casa Felipe se quita la ropa despacio se siente un poco mal ante el altercado con Carolina y a decir verdad ella tiene razón, nunca ha sido prejuicioso pues de hecho su amiga también es venezolana y es una chica trabajadora, inteligente y muy positiva, quizá la experiencia que tuvo su primo era un caso aislado, con belleza y sensualidad lo embaucó hasta arruinarlo y luego lo abandonó, pero eso no tenía que ver en nada con la tal Emily, aunque igual se mantendría lo más alejado posible.No deseaba seguir pensando en el tema así que decidió salir como todos los viernes en busca de pasarla bien en buena compañía, llamó a Juan su hermano y compañero de juerga a ver si irían a una nueva discoteca de moda, este le respondió que sí, así que se dispuso a darse un baño prepararse y pasarla bien, Carlos no estaba dentro de su invitación pues además de que se encontraba de viaje, de los tres hermanos era el más serio, a veces se les unía para beber unos tragos pero lo suyo no eran las