Meredith__ Julia dijo que necesitaba ayuda con algunos datos que no tengo, le recuerdas sobre ello para que no lo olvide hacer. - comunico a Lucía. Esta se encuentra sentada en uno de los muebles con una revista de decoración. - Me retiro. Gracias por el jugo de frutas. __ Meredith. - me habla. Mueve las manos al frente, encogiendo y estirando los dedos en un ritmo que deja a la vista su nerviosismo. - Quiero ofrecer disculpas por mi comportamiento.__ No es necesario. - en verdad lo veo innecesario. No porque no considere ofensa su actitud conmigo, si no porque tengo desconfianza. No le creo ni una palabra, mucho menos el gesto lastimero que usa.__ No. Sí lo es. - acorta la distancia. - Desde que llegué aquí te vi como la culpable de todo cuando fui yo. - se lamenta. - Cometí errores creyendo que eso no me haría culpable a mí. Me reflejé en tí, me porté como un ser humano despreciable. __ Siempre fue tu criterio sobre mí aún cuando después quise tener una buena relación contigo.
Meredith__ ¿Segura que es por aquí? - pregunto a Olivia, quien me toma de la mano para que le siga el paso. - Llevamos dos horas buscando el dichoso local y no damos con él.__ Me dieron la dirección mal. - alega. - Creo que es por...__ Ya me cansé. - detengo mis pasos. - Necesito unos minutos. __ ¿Tienes hambre? Conozco un lugar que...__ Olivia, solo quiero sentarme. Pensar en un guía para que me saque de aquí porque siento que ya nos perdiste. Ni siquiera sabía que eso era posible si caminé por aquí durante años. - sobo mis pies. - Hemos pasado por esa dulcería tres veces. Achico los ojos. Solo había notado el color de las letras pero creo que no es una dulcería como creí.__ Es una floristería. - capto - Es que su logo se aparece al mío...un momento. ¡Es el mío! - indico incorporándome molesta por el robo. Me lo hizo Julia, no lo voy a perder. - Voy a reclamar. __ Meredith espera. __ ¿Cual espera? No voy a esperar. Eso es un robo muy descarado. - peleo cruzando la calle. Lo
Nick.__ Cuando necesites contactarme tienes mi correo en esa carpeta. - le entrego a Daniel. Esta será su prueba para saber si en verdad puedo confiar en él. - Te enviarán informes, los revisas luego me los envías. __ Me has repetido eso dos veces antes. - explica cansado. Se agarra el abdomen cuando se sienta en el sillón atrás suyo. __ ¿Porqué la terquedad en trabajar? Aún no te sostienes en pie por tanto tiempo y ya quieres estar en una oficina que exige mucho. __ Ni mi doctor insiste tanto como tú. - se acomoda. - Trae eso y deja la paranoia. Estoy convaleciente no impedido. Dramático. Mucho más que la Nana. - refunfuña abriendo la carpeta. Lee un poco luego levanta la cabeza al verme observarlo. - ¿Que? ¿Te ofrecerás como enfermera también? __ Si llegara a serlo, en lugar de ayudarte a recuperar te mataría yo mismo. - recalco tomando la maleta y el saco del traje. __ Tan tierno. Te preocupa tu hermano. - ironiza.__ Me preocupa que te mueras y no dejar a alguien más para qu
NickLos dedos se cierran en la curva de su cuerpo. La presiono contra mí con tanta fuerza que su gimoteo me regresa a ese instinto sexual de no parar hasta saciarme. __ ¡Joder! No quiero lastimarte, pero...__ Sé que no lo harás. - se ve tan confiada sin saber a quién le está cediendo poder sobre lo que quiero adorar. Aunque justo ahora no puedo pensar en otra cosa que no sea...__ Voy a follarte tan malditamente delicioso que cada vez que te sientes me seguirás sintiendo. - suelto en un jadeo.La figura más erótica de toda mi vida jamás se compararía con lo que ahora tengo en las manos. __ No quiero que dejes de verme en ningún momento. - subo mi mano por sus senos, sintiendo como su piel se eriza. - Incluso cuando te corras, quiero que esos lindos ojos no se cierren.- su cuello queda en mis manos mordiendo los labios hasta que chilla de dolor. - ¿Quieres saber lo que hay en mi mente? La levanto y enreda sus piernas en mis caderas mientras la refriego en el miembro que está recib
NickSu mirada encuentra la mía, enmedio de la aglomeración formada, sonríe y eleva sus comisuras con una cálida sonrisa a tiempo que se echa a correr enmedio del pasillo del aeropuerto, en el cual solo la espero con los brazos abiertos cuando se lanza a mi cuello.Verla después de semanas fuera del país, es la mejor manera de regresar. Los viajes constantes me han tenido de un lugar a otro todos estos meses. Pero con Daniel hemos podido abarcar cada negocio, siendo ayudados por nuestro equipo intermediario. Y al fin verla después de días en los cuales solo era posible por una cámara, es reconfortante. Hundo mi nariz en su cuello elevando su cuerpo por el aire hasta que se separa dando la oportunidad de besarla a mi antojo. Llenando su cara de besos para hacerla sonreír. Eso es gratificante.__ No te diré que extrañé tus besos. - dice enmedio de besos. - Ya lo has notado.__ Pero me gusta cuando lo dices. - alego retomando la maleta para arrastrar hasta el auto. - Creí haber escuchad
Nick__ No quiero que aquí entre tu egocentrismo. - advierte Meredith mientras cruzamos el portón de la escuela. - Todos calmados, sin presumir quienes somos o que tanto tienes.__ No soy quién debe llevar esa advertencia. - alego retomando la mano pequeña del niño que quiere correr como si estuviera en una maratón. - Dile a Mikel que lo tome en cuenta.__ Va para los dos. - levanta la voz un poco más. - Hijo no le hagas tanto caso a tu padre en esta ocasión y mírame. Se pone de cuclillas para arreglar su traje deportivo ya que la dicha competencia es en parte, en la cancha deportiva. __ Seremos cordiales, no veremos esto como un reto real sino que solo se trata de un tiempo para compartir con las demás familias ¿está bien? - le arregla el pelo como si una vaca lo haya lamido en lo que Mikel se arregla los lentes. - Sonreiremos, seremos unos buenos competidores que ganen o pierdan no sentirán más que alegría. __ Sí mami. - contesta mi hijo en lo que apago el móvil para que nada int
Cuenta la leyenda que cuando dos personas están destinadas, solo necesitan un pequeño empujón para ver lo que en realidad sienten por el otroDos joyas, unidas por siempre. Si una se pierde tarde o temprano la otra la encuentra. Un collar que se pasa de generación en generación por quien la porta y sabe que esa chica necesita ver su verdadero camino, un anillo que es obsequiado al hombre valiente y de buen corazón. Un emisario que antes fue portador ahora es el encargado de pasar dichas joyas y unir dos almas como lo hicieron con la suyaLa unión ya estaba pautada, dos corazones que estaban unidos sin saberlo pronto descubrirán que ni ellos mismos se conocen
Meredith Trotar nunca ha sido mi actividad favorita pero tengo claro que con el día que se acerca debo estar en forma. Mi prometido dice que para verme perfecta debo hacer este tipo actividades y comer saludable. Mantengo el ritmo por otro rato más en círculos alrededor del parque hasta que siento que no puedo dar ni un solo paso. Detengo el cronómetro faltando solo dos minutos para mi meta sentándome en el suelo a descansar. Me acuesto en el césped con mis manos en mi abdomen, tengo la sensación que la cabeza me va estallar en cualquier momento por lo que inhalo por la nariz y exhalo por la boca en mi inútil intento de conseguir calmar mi respiración Estiro mis piernas y brazos para poder terminar con esto e ir por mi hermana a su casa. No me gusta hablar con la esposa de mi padre porque sus comentarios despectivos sobre mi pequeño negocio no faltan. Suelto una bocanada de aire yendo por mi bicicleta que dejé a unos metros de donde inicio mi ejercicio __ ¿Crees que puedes hacer