89 Mónica Me reviso en el espejo y reviso lo que Romi hizo con mi rostro y ciertamente no parece que llevo una semana llorando por un idiota, cambió la táctica y empezó a mandar flores. Flores que lanzo por el balcón cada vez que llegan y lo seguiré haciendo hasta que él se cansé de este absurdo, no puedes ir rompiendo cosas y luego pedir perdón como si eso fuera solucionar las cosas. No lo hacía. —Estás espectacular —sonrió el reflejo de Romina a través del espejo. —Veo esto absurdo— me quejé. No quería salir, quería helado y películas, pero las dos se empecinaron en salir a tomar una copa. —Ya oíste a CC, necesita salir si vas a seguir llorando con helado y películas, le debemos esto— me señala. Resople, pero no lo negué, he estado insoportable todo este tiempo, pero no tengo ganas de alcohol, tal vez de bailar un poco y ver rostros felices ajenos a mi desgracia. Estaba siendo más dramática de lo normal. —Es por eso que accedí a salir— le recuerdo. —Carlota es… bueno ya sabe
90 MakimRecibí la llamada de Jacob extrañado, aun así, conteste, tal vez le pasó algo a Mónica y yo sin contestar.—¿Sucedió algo? —pregunté sin rodeos.—No, queremos ayudarte— me dijo sin saludar tal y como o hice yo.—Lo siento, hola ¿Cómo estás? —pregunté respirando hondo ahora que sabía que Mónica estaba bien me había relajado.—No pasa nada, las chicas tienen un loco plan que te incluye así que…— se quedó callado un momento— ¿Qué te parece salir a bailar esta noche?—El mejor plan, me parece genial— contesté sonriendo, después de todo si tendría ayuda, aunque no la mereciera.—Solo…— suspiró— las chicas no están del todo convencidas con que merezcas esta oportunidad, sin embargo, te tienden una rama de olivo así que, no lo jodas, Babatunde.—No lo haré— afirmé completamente seguro.Solo necesito que me vea, yo me encargo del resto.***Seguía bajando de mi nube cuando la vi acomodarse e irse, mi corazón se oprimió en mi pecho como si sintiera mil toneladas encima.¿Tanto la cagu
91 CarlotaEra mi última oportunidad antes de volver a Nueva york, pensé que iba a funcionar, pero Mónica es terca y está profundamente dolida, no la culpo, después de todo, creo que yo hubiera hecho lo mismo.—¿Estás segura de que te vienes conmigo? —le dije viéndola a la cara, tenía la nariz roja y los ojos hinchados, había estado llorando toda la noche después de llegar, aun así, estaba más serena.—Sí, me iré. Creo que necesito un empleo nuevo, como que me cague encima de los trabajos de Romina y mío— hizo una mueca graciosa.—Si sirve de algo, aun creo que hiciste lo correcto— le dije dándole el café que había ido a buscar hace un momento.—Lo sé, de todas formas, me gustaría regresar a la normalidad— me dijo con una sonrisa ladeada que no alcanzó a sus ojos.—No tienes que siempre ser fuerte— le dije y bebí un sorbo de café esperando por su reacción.Sus hombros se desplomaron un poco, pero nuevamente parecía más… tranquila.—Lo sé, pero ya fui miserable por semanas, hace dos dí
92 Mónica.Pensé que Makim se había quedado en Alemania, pero no.Me había equivocado a lo grande.Cada día que salía de mi departamento me esperaba abajo con un desayuno y un té, lo vi un tanto escéptica, pero lo acepté porque moría de hambre y ya iba tarde por lo que no me daría chance de desayunar nada. Me fui en busca de trabajo y le colgué las llamadas a mí madre al menos unas tres veces al día antes de que desistiera en el cuarto día. No tenía ganas de hablar con ella y eso seguiría así por un buen tiempo.Al volver de buscar empleo allí estaba Makim de nuevo esperándome con solo una rosa y la cena, esta vez sushi.Al principio no le dije nada, pero al tercer día me tenía los nervios crispados.—¿Qué haces? —le pregunté cuando llegue una noche.—Quiero que sepas que no me iré y esta es mi manera de demostrarlo— respondió con facilidad —esperaré hasta que quieras hablar conmigo con toda la paciencia del mundo.—No tienes porqué hacer esto— declaré nerviosa.No lo quería cerca por
93 CarlotaIvar no estaba muy convencido a que yo tuviera que arriesgarme, pero yo sabía que podría ser una buena idea, y me dio la razón en algo. Leah quería mi cabeza, en su mente yo era el único impedimento para llegar a Viken, así que todo se puede ir a la mierda si la perra estaba más loca que hace unos meses atrás, pero necesitaba quitarme está incertidumbre de encima.Me sentía observada y algo me decía que era ella.—Sigamos unos días más así para no levantar sospechas— le dije a Ivar al día siguiente de contarle mi plan, una vez estuvimos en el auto.—Viken va a matarme —resopló, pero no sé negó y eso ya era un avance.—Si todo sale bien yo lo calmaré —le prometí.Resopló, pero no me contestó y siguió manejando, a parte del estrés de Leah solo tenía buenas noticias en mi trabajo, no importaba que empezara de cero mi investigación, era lo mejor. Ese idiota casi daña mi investigación no iba a ganar ni mucho menos me iba a dejar, son la mejor científica del lugar y por eso Jacob
RominaVolver a los USA se siente como una eternidad, me fui sin saber que me depararía el destino y aunque aún no lo sé con certeza, me alegra que sea al lado de Jacob Collins.—¿Ya casi llegamos? —pregunta Lu ansioso.Se siente como otra vida los recuerdos de las calles de Nueva York, casi como si nunca hubiera estado sin Jacob, como si siempre hubiera estaba a nuestro lado.—Ya casi llegamos —le responde su padre por mí cuando me ve metida en mis pensamientos— te gustará la casa. Elige la habitación que quieras y se decorará como quieras.—¿Puede ser como en Alemania? —Pregunta mi niño haciendo un puchero.Iba a protestar, pero Jacob solo sonríe y asiente, no sabe decirle que no a Lu y en parte lo entiendo, se ha perdido tanto de Luciano que sería injusto reclamar por eso, además no es como si él no tuviera el dinero para complacer a nuestro hijo.—¡Claro que sí! Lo que quieras campeón —las respuesta de Jacob para el niño hacían que su carita dulce se iluminará como un estadio de b
Makim Estoy nervioso, sé porque me dejó entrar y me hace sentir terrible, sin embargo, no digo nada. En un rato me iré a mi casa y me replantearé todo esto. Ella lo vale, el esfuerzo, el arrepentimiento, los regalos, lo vale todo y más, pero no sé si me perdone y entonces allí viene mi dilema y no sé si eso lo vale. Quiero que me perdone, pero ¿está ella dispuesta a hacerlo? Ella está tan callada que se siente cargado el ambiente de culpa mientras caminamos a su departamento, cuando entra comienza a recoger el desastre que hay en la casa como ropa y cosméticos por todos lados, luego va a la cocina y se sirve agua y la bebe casi de un solo trago, luego vuelve a abrir la nevera y saca dos cervezas y me da una. —Gracias —le dije sentándome. Ella no contestó. Me bebí la cerveza en dos tragos y me levanté, no sé qué hago aquí seguramente esa señora ya se fue y yo podré irme a mi casa. Se puso mas nerviosa y antes de ponerla en un aprieto y que se sienta más incómoda era mejor que me
CarlotaAmé mi sorpresa, ver el anillo me asegura que no fue un sueño, jamás pensé en casarme, no me veía caminando al altar con los hombres que salía casualmente, pero Viken desde un principio no fue casual.—Aun así, harás lo que tienes planeado —Ivar me habla de manera fría, no fue una pregunta, él sabe que estoy segura de mi plan.Y ahora más que nunca.No me tomaba personal la manera en la que me hablaba, hace mucho noté que él es así de frío e impersonal, tal vez cuando le llegué una linda mujer o la adecuada, allí dejara de ser un patán.—Así es, ahora estoy más segura que antes de ir tras esa mujer. No tengo porque frenar mi plan, esa mujer debe ser detenida, no soy tan frágil como ella piensa— le dije segura.«No dejaré que empañe nuestra felicidad» lo pensé, pero no lo dije.Mi padre siempre quiso un varón y mi madre una muñeca frágil para llevar a los certámenes de belleza, pero yo no era ni una cosa ni otra, pero aprendí un poco de ambas.Mi padre duró años llevándome a ca