Sin despegar mis ojos de los suyos, lo observo con tristeza ya que es capaz de preguntarmelo con facilidad, al parecer lo que hablamos ayer fue en vano. Es un tonto y un idiota.

—¿Vas a responder o no?

—Si es lo que tu crees…

—Lo que yo creo es que no harias algo tan bajo como matarme por la espalda. Si fuera el caso… lo harias viendome a los ojos.

Su respuesta me descoloca. “El confia en mi aún depsues de ese ataque” toma mi mentón con sutileza y sonrie para luego dejar un casto beso sobre mi frente.

—Desearia que estuvieras a mi lado como mi Luna, asi no tendria que pensar que podrias estar en peligro y no estar ahí para protegerte

—Puedo protegerme sola.

—Ese no es el punto. —dice en un tono cansado —Cada vez las cosas se complican y tú te lo tomas a la ligera. —le dije que fuera al grano y sin rodeos —Te convertistes en Meiga oficialmente, por lo que no podremos vivir juntos como debe ser ya que, ambos sabemos que sigues siendo mi Luna.

—No es cierto —murmuro.

—Cuídat