—ya no te amo...— afirma él y sale de la habitación, Channel, por más que trato de dormir, no puede, todo lo que pasó las últimas 24 horas a sido un caos para ella, mientras que Fabrizio no pudo tampoco conciliar el sueño, al día siguiente, Channel se puso de pie y si que la crema hizo efecto, ya no sentía tanto ese ardor y dolor, ella bajo a la cocina, quiere remediar lo mal que le hizo a Fabrizio, porque ella en si lo ama, pero su maldita ambición fue la que hizo tomar aquellas desiciones destructivas.

Ella está ya con el desayuno listo, sentada en el mueble esperando a que él baje, cuando lo ve, su corazón de acelera, pues el hombre está con un perfecto traje empresarial color negro, se ve guapísimo, ella se coloca de pie.

—buenos días querido esposo— saluda ella con una dulce voz

Fabrizio no le responde, por lo que ella pasa saliva, él la mira de pies a cabeza y ella se siente intimidada.

—el desayuno... Esta listo, toma asiento y lo traigo— pide ella

—ya voy tarde— dice él, haci