Channel queda sola, odiando más su vida, la indiferencia de Fabrizio la está matando cada vez más.

Fabrizio sale de la mansión, respira profundamente para luego marcharse al apartamento de Laura, pero no puede sacarse de la cabeza a Channel, definitivamente los besos de ella y sentirla son una perdición para él, anhelaba que este día llegará para poder hacerla suya, y que ella pensará que solo era por actuación.

Él hombre llega al apartamento, al tocar la puerta, Laura abre rápidamente y tiene puesta una pijama de seda color rojo sumamente provocante.

—señor Hoffman, no pensé que viniera, por favor siga, está en su casa— dijo ella amablemente y él le dio una mirada fugaz, para luego entrar y contemplar un apartamento impecable

—¿Desea tomar café?— pregunta ella acomodando su cabello

—un trago de whisky

—perdone señor, pero no tengo esa clase de alcohol, aunque tengo una botella de vino ¿si le apetece?— Fabrizio asintió con la cabeza, y vuelve a pensar en Channel

Laura rápidamente le