Cuando Timoty se acordó de su hijo, miró las pruebas de Amora, el positivo que aún estaba en la caja lo conmovió.

Siempre quiso tener un hijo y Amora era la persona indicada para ello, pero su sueño se vino abajo cuando su madre se burló de Amora, como si fuera una cualquiera sin nada que dar.

Amora se levantó muy temprano y se fue a trabajar a su estudio, había muchas veces que ya no salía así que Amora tardaba un poco en llegar a su casa.

A Amora le encantaban los helados y en los últimos días no había probado ninguno.

A Amora le gustaba ver derretirse las bolas de helado.

Amora estaba ocupada haciendo nuevos bocetos de dibujos que no podía esperar para pasar.

William, con su hábito, ya había llegado al Atelier y su discurso se trabó cuando se dio cuenta de que en realidad ella estaba dentro.

William solo se quedó mirando, no sabía qué hacer, pero se sorprendió cuando Davi llegó corriendo y Amora lo notó.

Davi había entrado al Atelier de Amora como si fuera un relámpago.

Dejando a