Es de noche y estoy frente a mí cama, solo con una tanga fina transparente de seda. Me debato entre ponerme un vestido rojo o negro, los dos ajustados y cortos, la diferencia es que el negro tiene escote en v y se puede usar sin corpiño, por que es de una tela que se adhiere al cuerpo como una segunda piel, en cambio el rojo es como un corset arriba y abajo una minifalda ajustada. Me decido por el negro ¡hoy quiero lucirme! Ya con el vestido puesto me calzo unas botinetas negras de tacos altos y me dejó mí cabello largo suelto, solo me lo cepillo varias veces hasta dejarlo más lacio y brillante. No me maquillo, solo me delineó los ojos de verde como el tono de mis ojos y aplicó brillo labial transparente, me perfumo las muñecas y clavícula. Tomo mí cartera de mano saliendo de la suite, pensando que me deparara la noche. 

Entro a un bar lujoso con una iluminación tenue, y lo primero que llama mi atención, en una mesa cerca, dónde se encuentra. ¡Antoni! tan sexi y sobresa