La sangre de Karen se congela al escuchar las palabras de Vladimir, y más al escuchar su risa era una risa siniestra a su parecer, me escucha decir que sólo es una broma pero ella jura que sus palabras fueron reales.

—Cómo crees que podría enamorarme de mi propia hermana —dijo Vladimir riéndose —No seas ridículo.

—Por supuesto que sí, tiene toda la razón señor – dijo el hombre que lo acompañaba

Al ver que los hombres están por salir de la habitación, Karen salió corriendo buscando donde esconderse para que no se dieran cuenta de su presencia. Los observa marcharse pero comienza temblar cuando observa que Vladimir se detiene al pie de las escaleras voltea hacia atrás su cabeza observando hacia donde ella se encontraba, un escalofrío recorrió el cuerpo de Karen al ver que la dio una sonrisa siniestra, por su mente sólo pensaba había metido en la boca de lobo.

—Debo salir de aquí —pensó Karen asustada

Se acercó a las escaleras para escapar pero cuando estaba bajando escuchó a Vladimir ha