Gabriela

Son más de las cuatro de la tarde estoy con mi novio en su cama durmiendo, me levanto y tomo su camisa que me llega a la mitad de mis piernas.

Me gusta colocarme sus camisas ya que me agrada el aroma que deja en ellas y me coloco las bragas y me acuesto nuevamente a su lado.

El necesitaba descansar antes de irse a su cena de negocios, me da mucha pena su estilo de vida, porque siempre está muy agotado su rutina se basa eso solo en trajo y trabajo es demasiado extenuante.

Pero no me hace caso, la verdad me aburre que me deje todo el tiempo sola, sé que tiene compromisos que no puede evadir.

Si él me invito, pero no quiero ir la verdad esos eventos no me gustan mi padre a querido que lo acompañe de vez en cuando y lo he hecho no muchas veces pero no me gusta.

La verdad es que esas cenas me aburren un montón, reunirme con gente estirada que hablar de temas que no me interesan, por eso le dije que no, prefiero quedarme en mi casa, cotilleando con mis amigas.

Y lo que comp