CAPITULO 23. A DESESPERACIÓN

Miguel

Me dirijo a su puerta y me da vergüenza ir a molestar a esta hora, pero tengo que saber dónde está timbro una, dos, tres y abren.

-Buenos noches.............Saludo.

-Buenas noches joven que se le ofrece.........contesta seca mente.

-Doña Rubiela me pena molestarla a esta hora, pero necesito saber de su hija por casualidad Gaby no se ha comunicado con usted.......le digo.

-Si hijo ella hablo conmigo hace un rato......me dice.

Qué bonito vieja desgraciada, y porque no me había dicho nada, con esto me doy cuenta que esta señora no me aprecia ni un poquito arrugo la cara.

-Aaa que bien y porque no ha venido...............pregunto seco.

-Porque no va a venir, ella me dijo que se va a quedar donde una amiga.

Amiga a que bien, esto lo mejora todo eso sí que es excelente, frunzo el ceño y porque no me lo había dicho, me vio esperándola desde hace rato y se quedó callada que bien, que bien, se ve que puedo esperar mucho de esta señora.

-Y que amiga es, si se puede sa
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