Camilo

Ya solo me quedan quince hombres de los treinta que tenía y no puedo llamar para pedir mas hombres porque no puedo dejar el campamento desprotegido, además mi comandante se disgustará demasiado cuando le de informe de las bajas que hubieron en menos de un dia, sé que no se va a poner contento cuando se entere, estoy casi seguro de ello.

La noche ya llego y paramos a descansar y comer algo porque mis hombres no han descansado desde hace casi tres días, yo lo tolero porque me niego a dejarla ir, tengo demasiada tensión en todo mi cuerpo, debo encontrar la a como de lugar de lo contrario cometeré una locura porque no puedo concebir que ella se baya y sino bajó la tensión en este momento cometeré tonterías, no soy bueno tomando decisiones con bastantes tensión, así que voy y me dirijo a mi hombres y tomo una de las mujeres que hay y el elijo una de ellas al azar de mi compañía.

A qui hay mujeres hermosas, pero ninguna se compara con ella, Strella es un balance entré belleza y fuerz