CAPÍTULO 39. HUIR

Gabriela

Estoy temblando de miedo jamás había presenciado la muerte de alguien tan cerca a mi, pensé que iba a morir y que me iban a violar y que nada este mundo me iba a salvar, no hago más que llorar, estoy bastante conmocionada, esa mujer ha sido como un ángel para mí, siempre se presenta en el momento justo cuando más la necesito.

Ella me ayuda desamarrando mi cuerpo de mesa y me ayuda a pararme de la mesa, cuando termina quedo con mis piernas temblando al rato veo que ella habla con una mujer uniformada que segundos después llega con mi mochila y me la pasa para que me coloque ropa me la coloco a toda prisa el pantalón y la camiseta y las zapatillas porque figuro que me va a sacar de aquí.

Minutos después llega la misma mujer en compañía del militar y se va nuevamente la misma mujer y quedamos con mi ángel guardián minutos después llega la misma mujer con una maleta que le entrega a su amiga y otra para ella y le entrega un arma al militar y nos adentramos en la selva a oscur
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