No conteste, solo recordé cómo me dejo esa noche, mi primera vez, que para muchas chicas es la noche de ensueño, en cambio, para mí fue lo más horrible que me ha pasado, él me dejó muy mal. No quiero más de eso, no puedo continuar lamentándome, quiero ser fuerte, no puedo detener mis lágrimas, que están amenazando con salirse, no podré fingir más, esto me supera. —¿Qué haces? Me estás apretando demasiado, no sabes ni hacer un oral, y pretendes ser mi esposa, eres una ilusa, te enseñaré cómo se complace a un hombre, abre la boca y chupa. Estoy regresando de mis pensamientos cuando siento que enrolla mi cabello en su mano, me hace verle a la cara, trato de sonreír; sin embargo, siento que salió una lágrima. Me sonríe de manera bestial, introdujo sus dedos en mi boca obligándome a abrirla, lo que vino no me lo esperaba, introdujo de un solo su rigidez dentro de mi boca. No dejándome ni pensar, me embistió varias veces con fuerza, cada vez llevándola más a dentro, hasta que toco mi garg
Aarón, después de haber hecho que ella le hiciera un oral como nunca lo había recibido, ya que su miembro no había podido atravesar la garganta de ninguna mujer por lo estrecha e incómoda que han sido, con ella pudo ingresar su erección hasta lo más profundo sintiendo el mejor de los placeres que una garganta puede dar. —Me está gustando esto de jugar al “Esposo” poseerla es un regalo que el difunto me ha dejado, jamás terminaras de pagar la deuda, de eso me encargo yo, serás de mi propiedad hasta que no quiera más de ti, tengo mucho que enseñarte mi querida “Esposa” Se acostó con una sonrisa perversa, esa noche durmió como nunca lo ha hecho, sus fantasmas desaparecieron, no hubo ninguna pesadilla, solamente ese sueño erótico de como ella le hizo ese oral. Su mente tenía espacio para ese momento vivido, que desde luego que repetiría las veces que se le antojara, tenerla para sus deseos más bajos es un premio que no piensa renunciar tan fácilmente, ese placer que le ha cambiado su ma
Me admira verlo recostado en el respaldo de la cama completamente desnudo, me mira de una manera que me siento desnuda en ese momento, de inmediato me ordena desnudarme y acostarme junto a él, estoy cansada con todo esto, me estoy subiendo el vestido cuando un grito ensordecedor sale de su boca, que me hace reaccionar. —¡¡Caramba, mujer!! Qué lenta eres. —camine hacia el ropero— ¿Qué haces? Te quiero desnuda en la cama, es que acaso no entiendes mi idioma. —Eso voy a hacer. —esforcé más la voz para que me escuchara. Me siento incapaz de sujetar bien el cierre de mi vestido, mis manos tiemblan, no me atrevo a verlo, solo quisiera salir corriendo de aquí, pero me resulta imposible por los momentos. Dejo caer mi vestido al suelo, miro su rostro, no está contento, su ceño fruncido me lo indica. Me animo internamente a fingir que me agrada él. Camino en sujetador hasta la cama, me siento y me acuesto, jalando la sábana para cubrirme mi voluminoso cuerpo, aún me avergüenzo que me vea, é
Mientras disfruta del vodka, no dejo de pensar en lo que ella provoca en mí, su mirada me desafía, no puedo descifrar sus pensamientos, por más que quiera romperla, ella busca la manera de no rendirse. Ella me confunde y me atrae a la vez, entonces comienzo a comportarme como un animal, porque no quiero ser débil. Dentro de unos días viene un equipo de cámaras que instalaré en toda la hacienda, Braulio me está pisando los talones, no voy a permitir ser la presa, antes muerto que ser el prisionero de él. Dejo la copa encima del escritorio y voy rumbo a la habitación, me detengo frente a la puerta, alcanzo a escuchar sus sollozos, abro la puerta y ella inmediatamente se levanta del suelo donde estaba acurrucada hace unos instantes. —¡Lo siento! Solo buscaba una zapatilla que se me extravió. —¿Por qué lloras? —No, no estoy llorando, solo que se me metió una basura en el ojo, pero ya estoy bien. —ella me mira como si me estuviera leyendo, algo no está bien— Necesito un abrazo. La muy
Termino de beber mi copa de vino, siento lo amargo que pasa por mi garganta, no sé cuánto tiempo ha transcurrido, me levanto dirigiéndome a la habitación, al entrar al dormitorio está oscuro, ella ha de estar durmiendo, me guie por la luz de la luna que entra por una de las ventanas. Me acerco a modo de no hacer ruido, me paro frente a ella para observarla en la quietud del dormitorio, su rostro es hermoso, su cabello abortado y mal cortado, me imagino que por ella misma. Me paso la mano por la cara al recordar lo imbécil que he sido, pero en este mundo en el que estoy solo sobreviven los más fuertes sin puntos débiles, mi propósito es que ella sea fuerte y resista estar a mi lado. Me quito la ropa y me acuesto a su lado, la atraigo hacia mí sin despertarla, ella hace que mis pesadillas se desvanezcan, tantas noches en vela porque al cerrar mis ojos lo que veía era el rostro de esa m*****a mujer, que arruino mi niñez. He encontrado un poco de tranquilidad. Me despierto junto a ella,
Ella se paró como escudo, recibiendo un disparo en el hombro. La veo caer en cámara lenta. La tomo en mis brazos. Fabricio vuelve a disparar, pero se ha quedado sin municiones. En eso escucho la voz de Josh y él sale corriendo, huyendo de mis hombres. —¡¡Sara, me escuchas!! —demonios está inconsciente, aún respira. —Aarón ¿estás herido? —Llévala al auto, hay que atenderla, dé prisa, deja que el cobarde de Fabricio se vaya, después arreglaré cuentas con él. Josh la toma en sus brazos y comenzamos a salir de ahí, me subí al auto y le ayudo a colocarla a la par de mí, ella no deja de sangrar, le digo que sé deprisa, llamo a Erick y le digo que lo quiero en la hacienda para que cure unas heridas de balas. —Josh, date prisa, está sangrando mucho. —Iré aprisa, ella estará bien. Veo que respira con dificultad, trato de que no sangre demasiado, pero me es imposible, vale que la bala entró y salió de su cuerpo, solo espero que no le haya tocado ningún órgano. Me avisa que llegamos, Josh
*SARA* Al saber que estoy embarazada, es algo que lo cambia todo, no puedo seguir con él, tengo que ver la manera de poder irme de aquí, este hombre es muy inestable y jamás permitirá que yo me quede junto a mi hijo. —¡Estoy embarazada! Dígame que todo está bien. —Todo está bien, apenas tienes seis semanas, estás consciente que tengo que decirle a él. —Todavía no se lo diga ¡Por favor! Yo sé que él tiene que saber, solamente dejemos que el bebé se desarrolle. —Tengo que decirle por qué necesitas un cuido especia, porque puedes tener un aborto espontáneo si te maltrata. ¿Acaso eso quieres? —No, no quiero eso, pero si se da cuenta, me encerrará, se lo ruego doctor, no se lo diga todavía. —Te seré claro, estás en alto riesgo, puedes abortar a tu hijo, él tiene que hacer un gasto en medicamentos, necesitas muchas medicinas, o ¿Quieres perder a tu hijo? —No, desde luego que no. Solamente tengo miedo. —Él no es tan malo como aparenta, solo que no ha tenido una buena vida y lastim
Charlie llegó a hablar con Aarón para conocer el problema, él es uno de los mafiosos temidos en Dinamarca, su nacionalidad la ha mantenido oculta, por el hecho de que muy joven huyo de su tierra natal. Dejando a su familia y todo a lo que estaba acostumbrando, por culpa de las malas compañías, quien un día lo traicionaron y amenazaron con acabar con su vida. Cuando por ases del destino, llego a Dinamarca e hizo contacto con Aarón, quien le ayudo a superarse prestándole una gran suma de droga, que con el tiempo fue saldando el monto, y no digamos las incontables veces donde se han salvado el pellejo. Ellos hicieron alianzas para protegerse de los más poderosos que por la envidia han querido acabar con ellos. —Hola, amigo, ¿cómo estás? —Charlie entra al despacho de Aarón. —Bienvenido a mi humilde santuario, espero que hayas tenido un buen viaje. —Algo agitado, desde que me dijiste que el objetivo es Braulio, vengo armado hasta los dientes, el pez al que deseas cazar es uno de los más