-¡Luxion! - la persona gritó, agitando su mano en el aire para llamar la atención. Con sonrisas en su rostro se acercó corriendo a Luxion. Al fijar su vista en el acompañante esa sonrisa dulce se transformó en un rostro de espanto. Rápidamente jaló a Luxion de una mano, alejándolo de Kale. - Luxion, ¿por qué estás con él?.
En el momento de ser jalado violentamente hacia delante. Luxion soltó un pequeño gemido. Casi tropezando con el pequeño cuerpo de Shely. Logrando detener su movimiento volvió a su posición erguida. Mostró una pequeña sonrisa tranquilizadora - no te preocupes, sólo me está acompañando.
-pero él... él... - La voz de Shely estaba envuelta en miedo y preocupación. Después de la última vez que la trató mal e inclu
La enorme casa tenía un pórtico de madera con dos puertas enormes al frente. En medio de ellas colgaba una herradura de hierro sólido utilizada para tocar la puerta. Tomándola, Shely dio unos cuantos golpes produciendo un sonido seco que resonó en el interior. No mucho tiempo después un joven vestido con ropas elegantes abrió la puerta y saludó con una sonrisa amable. Dando lugar para entrar. Vestía pantalones negros de tela fina, combinado con un chaleco sobre una camisa blanca. Este era el mayordomo que siempre acompañaba a la familia.Con un ademán incitó la entrada - señorita, joven Luxion.Devolviendo la sonrisa. Agradecieron al pasar. - ¿salió madre? – preguntó Shely.-Hace un momento se retiró - su forma de hablar era bastante elegante y formal. Parecía ser un hombre
Su apariencia era muy diferente de cómo Luxion la recordaba. Incluso el aura que la rodeaba era esplendorosa. Digna de una mujer. El plan ya estaba hecho. Esperaban su salida y antes de que subiera al carruaje la detendría. Al verla salir Luxion rápidamente gritó y corrió.Luxion - ¡quédate aquí! – dijo a Shely.Shely no tuvo tiempo de reaccionar, cuando Luxion ya iba tras la señora. Parándose frente a la puerta del carruaje impidiendo la entrada le dedicó una mirada fija a la señora.Al verlo, la primera expresión fue enojo y fastidio. ¿quién se atrevía a detenerla? Nadie era tan audaz. El guardia de la puerta, tanto como el conductor se acercaron enojados. El guardia ya había levantado una mano para agarrarlo por el hombro, cuando l
Después de las formalidades se dispusieron a entrar. El mayordomo les informó que la madre de Shely los esperaba en su cuarto de costura. Por lo tanto, los dos se avecinaron. Aunque no era una mujer de oficio. La costura era parte de sus pasatiempos y en cada casa tenía una habitación designada sólo para ello. Grandes rollos de tela de diferentes colores y texturas colgaban del techo. Diversos estantes con artículos cubrían las paredes. Una máquina de costura con motor de pedal se acomodaba en el centro, con el espacio suficiente para que la tela se estirara por el suelo y fuera libre de ser moldeada.En esos momentos la madre de Shely trabajaba a un lado, tejiendo los bordes de un vestido con lana. Las grandes agujas se entrecruzaban en sus manos con agilidad y práctica, entrecruzando los hilos uno sobre otro. Levantó la vista de la tela sin dejar de tejer.
Pero para él tampoco era suficiente y creía que solo era un retén. Como era un hombre de mundo, le gustaba aventurarse en los pueblos y tener aventuras. En unos de sus viajes conoció a una mujer rica, hija de políticos adinerados, viéndola como una mejor opción y una gran oportunidad, podía obtener su salto al poder usándola como trampolín.La envolvió en mentiras y la enamoró diciendo que ella era la única en su corazón y que nunca había amado a nadie más como a ella. Como toda gran mentira es descubierta, su antigua joven amada se enteró de sus engaños y lo enfrentó. Con lágrimas en los ojos, no podía creer que ese hombre tan noble al que conocía de toda la vida fuera un total fraude. Lo amenazó con contar su historia, ella en esos momentos estaba esperando un hijo de tres meses. Aunque
Le señaló una habitación y Luxion entró sin más. Unos segundos después, una joven dama llamó a la puerta y le entregó un traje nuevo. Después de vestirse completamente, salió en dirección a la antigua habitación. En el camino no volvió a ver a nadie, supuso que los sirvientes tenían sus propias cosas que hacer y se encontraban ocupados. Sebastián lo estaba esperando sentado tras el escritorio. Cuando lo vio entrar se levantó y se sentó a su lado en el diván.Luxion - ¿la razón por la que Cris no está aquí es por él?.Sebastián - sí, no me da confianza que esté muy cerca, por eso sólo vengo aquí cuando es necesario.Luxion - entonces, ¿asumo que la historia que contaste es de mi madre?.
Las fuertes pisadas de los guardias se acercaban con el tintineo de su armadura pesada. Mientras gritaban uno tras otro.-¡ATRAPENLO! - las voces resonaron.El sonido metálico se movía con ellos -¡QUE NO ESCAPE!.-¡RÁPIDO!.Aunque intentara correr, seguro no llegaría lejos con una pierna herida; así que, sólo esperó hasta que uno de ellos llegó y lo golpeó en un costado haciendo que un dolor punzante se disparara en sus costillas, provocando que cayera estrepitosamente al suelo con un gruñido de dolor. Su cabeza fue empujada contra el suelo, raspando su mejilla con la áspera roca. Casi sacando dos lágrimas de sus ojos.Los brazos con los que se intentaba separar del suelo fueron doblados hacia atrás con ferocidad, provocando un fuerte crujido en sus homb
Los ojos de Luxion se ensancharon por el miedo. No era tonto, sabía que no sería solo para exhibir que tenía el fierro en la mano. Cuando lo apuntó, pudo ver el oscuro corazón en los ojos del agresor. En ese momento se dio cuenta que no sería fácil salir de ahí con vida.Tanla - te lo preguntaré una vez más ¿quien más sabe? - su voz era tan aterradora que incluso los otros dos guardias temblaron ligeramente al escucharla.Luxion ocultando su temor, reprochó - ¿saber qué? No sé de qué hablas.Tanla - ¿me crees tonto? Sé muy bien que has hablado con Sebastián ¿o no? ¿A quién más le contaste?.Luxion estaba por desesperarse. casi gritó cuando habló - ¡¿contar qué?!.
Luxion envuelto en pánico respondió apresurado - no lo sé, yo no le he dicho a nadie. - tenía miedo por Shely. No sabía de qué eran capaz estos hombres. No tenían corazón.Otro golpe en la mejilla lo derribó. Se sentía entumecido. El dolor en sus costillas no paraba de crepitar. Su cuerpo no respondió cómo debía cuando intentó levantarse. Se quedó tendido por un tiempo.Tanla con furia ordenó al guardia - ¡levántalo!.El guardia lo tomó por el cuello de su camisa y lo levantó. Al levantar la vista del suelo, se encontró con Kale del otro lado de la reja, al chocar sus vistas ambos se sorprendieron. Pedirle ayuda paso fugaz por su mente, pero aferrarse a él era como sostenerse de una ramita en medio de un huracán, no serviría de nada, simple