—¡Bien! Solo por respeto a la señorita Irene, ¡vamos a jugar!La expresión de Bruno se tornó muy sombría: —Tenemos varias personas aquí, varias vidas, ¡mientras que ese muchacho tan solo tiene una vida! Es decir, podemos perder ocho veces y seguir teniendo la mayor posibilidad de ganar. ¡Pero si él pierde una vez, estará muerto!Y ese era el bar la Luna de Irene, incluso si el oponente quería arrepentirse después de perder, ¡Irene no lo dejaría ir!Lucía también comenzó a sudar en las palmas de las manos, muy preocupada: —Lorenzo, este juego de ruleta rusa parece ser igual para las partes, pero en realidad es bastante desfavorable para nosotros.Lorenzo sonrió con ligereza; —No te preocupes, ¡ganaré cualquier tipo de juego que sea!La razón era muy simple, porque... ¡nunca había perdido!—¡Fanfarrón!Bruno refunfuñó con gran despreció: —¡Comencemos de una vez! ¡Ya no puedo esperar más!Los presentes se sentaron de inmediato. Irene actuó como la anfitriona, girando con gran agilidad el
—Así que, desde el principio ¡has estado tendiéndome una trampa, verdad!La expresión facial de Bruno se retorció, enfurecido al instante.—¿Y qué esperabas? Pensé que para la tercera vez ya lo habrías descubierto, ¡pero en realidad, qué ingenuo eres! —dijo Irene con total arrogancia, frunciendo el ceño.—¡En mi territorio, intentar atacar a mi Lorenzo, es como tener el valor de un león! Te dejé a ti y a algunos de tu familia con vida, ¡pero eso es por el dinero que gastaste en el bar!Lucía quedó atónita de inmediato. ¿Por qué Irene llamó a él «mi Lorenzo»? ¿Acaso ella lo conocía?! ¡Qué extraño! Ella era de un país muy diferente, ¿cómo podía conocer tanto a Lorenzo? ¡Y parecía que tenían una relación muy cercana!Lorenzo, por otro lado, permaneció en completo silencio. Desde que vio a Irene, supo cuál era su juego. ¡Sabía que justamente lo que a esa mujer rubia le gustaba hacer más que nada era jugar con los demás!—¡Irene! ¡Deja de actuar como si tuvieras algún tipo de autoridad! ¿Cr
La risa de Bruno se detuvo abruptamente, ¡su rostro se petrificó por completo!—¿Cómo? Padre, ¡eso es imposible! Nuestra familia Juárez es una de las cuatro antiguas familias mas fuertes de la ciudad Costamar. ¿Quién tiene el poder para darnos un golpe tan rápido? —gritó incrédulo. Faustino rugió ferozmente: —¡Eres un verdadero idiota! En Costamar, podemos ser importantes, pero para esos verdaderos poderosos, ¡no somos nada! ¿Te das cuenta de la fuerte magnitud de las personas que has molestado, trayendo así esta calamidad sin sentido alguno a nuestra familia Juárez? ¡Te doy un ultimátum! Arregla esto de inmediato, o corto toda relación contigo. ¡Dejarás de ser parte de la familia Juárez! ¡No tendrás absolutamente nada que ver con nosotros! ¡Vivirás o morirás por tu cuenta!Faustino, que siempre había protegido a su hijo, casi gritaba histéricamente. Bruno sabía que, debido a sus acciones anteriores, una vez perdida la protección de la familia Juárez, ¡estaría por completo condenado!
—¿ Y todavía tienes el descaro de preguntárnoslo? —le gritó Luis.—¿No sabes lo que has hecho? ¿No incitaste a Lorenzo para que cobrara la deuda de la familia Juárez?—Sí, la empresa Propiedades Micasa nos debe alrededor de diez mil millones, pero el grupo nunca ha recuperado ese dinero. ¿No estaba en mi derecho de recuperarlo para la empresa? —le dijo Yelena con las piernas cruzadas y una mirada desafiante.Adán sacudió la cabeza: —¡Qué ingenua eres! ¡Eres realmente muy ingenua si piensas que el grupo no ha recuperado esos diez mil millones, porque temes al poder de la familia Juárez! En realidad, fue tu abuelo quien aprobó esa deuda como un regalo para la familia Juárez. ¡Para asegurarse que la familia Silva en Costamar sobreviva a largo plazo, necesitamos llevarnos muy bien con las cuatro grandes familias de artes marciales!Luis gritó con voz alta y golpeó muy fuerte la mesa: —¡Pero ahora, todo ese plan ha sido arruinado por tu estúpida idea de entrometerte! ¡Por tu culpa, hemos of
Después de escuchar las declaraciones de los dos, el rostro de Yelena cambió repentinamente.—Entonces, ¿quieres decir que Lorenzo mató a la gente de la familia Juárez solo en defensa propia? ¡Él no hizo nada malo en lo absoluto en este asunto! ¡No solo no puedo despedirlo, sino que tampoco puedo entregárselo a la familia Juárez!Al escuchar eso, Luis y Adán estallaron de coraje. .—¡Es absurdo! Ahora que la familia Juárez viene personalmente a demandarnos, si no se lo entregamos, ¿quieres que toda nuestra familia Silva muera?—Voy a hablar con él personalmente. Y así, puedo disculparme y ofrecer algo en compensación, pero, aunque tenga que arriesgarme, no entregaré a Lorenzo. ¡Incluso si tengo que enfrentarme directamente a la familia Juárez!Yelena les dijo con gran determinación. Después de decir eso, se cruzó de brazos, y salió con paso firme con la frente en alto. El rostro de Adán se puso sombrío: —¡Yelena! ¡¿Cómo es posible que haya criado a una hija tan rebelde?! ¡Insensata !
—Señor Juárez, si quieres que entreguemos a Lorenzo, ¡por supuesto que estamos dispuestos! Pero lamentablemente, ahora el grupo está bajo el mando de Yelena. ¡Tenemos la mejor intención, pero no la capacidad!Al ver la actuación dramática de los dos, Yelena no pudo evitar burlarse y decir: —¡En este momento, todavía intentan aprovecharse de la situación! ¡Realmente son mi buen papá y tío!Luis le habló con voz muy firme: —¿Aprovecharse de la situación? Yelena, ¡estamos tratando de salvar a la empresa! Si no entregamos a Lorenzo, ¡todos nosotros nos veremos obligados a acompañarlo en la tumba!Adán se acercó sin prestar ninguna atención y se inclinó ante Bruno, adulándolo: —Por favor, tenga la seguridad, Lorenzo en nuestra empresa es solo un empleado menor, tan solo un don nadie sin poder ni influencia. Si usted acepta apoyarnos para destituir a Lorenzo, ¡de inmediato podemos arrestarlo y hacer que se disculpe ante usted!Al escuchar eso, Bruno se enfureció instantáneamente y les dijo c
—¿No fue usted, señorita Silva, quien me prometió que, si recuperaba los diez mil millones, usted me concedería un deseo?Lorenzo sonrió con gran malicia. —¿Qué sucede? ¿No recibiste los diez mil millones de Bruno?Yelena se ruborizó de inmediato, manteniendo los ojos muy cerrados, y le respondió fríamente: —Los recibí. —Entonces, ¿qué te parece si nos bañamos juntos?Lorenzo se atrevió a hacer una solicitud demasiado atrevida. En realidad, solo quería descansar en la casa de ella. Sin embargo, como el clima era tan caluroso ese día y el baño de Yelena era el más cómodo de toda la villa, pensó que era natural entrar y ducharse sin problema. ¡Pero nunca esperó que Yelena entrara en ese momento! ¡Eso era como un tiro al blanco! La situación, con la tensión sensual en el ambiente del baño, ¡era perfecta!—¿Quieres que me bañe contigo?Yelena se enfureció muchísimo al instante, ¡pensando que ese tipo tenía demasiado descaro! Antes, ¡le habría lanzado una chancla y lo habría echado de su
¡Lorenzo se sobresaltó cuando el zapato de tacón alto fue lanzado hacia él!—¡Ah! ¡Señorita Silva, ¿qué haces?!Pero él estaba ahora con los brazos descubiertos, lo que limitaba seriamente su capacidad de movimiento. Además, Yelena no era mucho más baja que él, apenas sobrepasaba mínimamente su altura por medio metro, ¡ella medía aproximadamente un metro setenta y ocho! ¡Tenía un gran poder de combate!Como era de esperar, no se podía tocar el trasero de un tigre, ¡y menos aún el trasero de Yelena!—Te lo pregunto de nuevo, ¿qué pasó con Bruno?Yelena le dijo con un tono muy amenazante.Lorenzo trató de evadir la pregunta: —Bueno, le hablé y él entendió claramente la situación, ¿me lo crees?Yelena levantó una ceja de manera desafiante: —Si esto fuera anteriormente, no te creería, ¡pero si lograste salir del control de Bruno ileso, seguro que no hubo conflicto!Según la idea de Yelena, si Bruno, como el joven señor de las cuatro grandes familias, realmente quisiera que él muriera, ¡Lor