Robert se apoyó en la baranda y miró la hacienda, por supuesto la vista era hermosa y cuando Robert se paraba en este balcón pensaba en su padre, Rubén Mendoza todas las mañanas tomaba el primer café antes de arreglarse para ir a trabajar en este balcón, decía que le gustaba ver cómo salía el sol y bañaba con sus primeros rayos a la plantación, Johana lo veía ensimismado, pero no se atrevía a decir una palabra, no sabía que pensaba Robert y quería patearse a sí misma por nombrar a Alejandro, pero es que en su mente Alejandro era como un hermano, para ella su mundo nuevamente giraba en el eje de Robert con Mariana, Johana prestó atención a Robert cuando lo vio con ganas de hablar como si algo no entendiera.
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La mirada de Robert era traviesa y retadora, Johana mordio un extremo de su labio inferior sintiendo como de inmediato su cuerpo reacciona a él.Johana lo miró y se echó a reír.—Eres mi esposo —declaró, soltó lentamente cada botón de su camisa, debajo no tenía brasier y ya Robert se relamía los labios, quitó el short y se acercó a Robert —Yo tampoco he comido—, respondió con picardía.Robert ya acariciaba su hombría completamente duro de solo verla.—Soy un hombre responsable, esposa y quiero complacerla, alimentarla y darl
En España, Jorge estaba con Natalie en el apartamento que es de él y que poco usa ya que prefiere quedarse en la casa de los Montenegro para estar cerca de Natalie.—Mi tío me quitó el cargo Nati —dijo Jorge acariciando su brazo, ambos estaban desnudos en la cama y ella estaba acostada en su pecho—, él mismo tomará las responsabilidades, está desesperado Grupo Montenegro está en bancarrota.—Ya entonces podemos irnos muy lejos tú y yo mi amor —dijo Natalie sentándose y acercando sus pechos pegándose a Jorge de manera seductora—, te imaginas, los dos en una isla paradisiaca, nadie nos conocerá, ni juzgarán nuestro amor.&n
Johana y Robert se quedaron en la habitación el resto del día, Mariana con su abuela estaba bien cuidada, cuantas veces hicieron el amor, fueron muchas, ellos se necesitaban y se permitieron disfrutarse y planear un futuro que aunque tendría baches, la vida era un conjunto de problemas, la gente hablaría, incluso Robert esperaba que sus negocios podrían resentirse, esperaba que con Susana en frente podría sortear un poco las especulaciones en cuanto a su persona, pero si no era el caso, no le importaba, aunque perdiera todo, tenía a su hacienda y a su familia, Johana estaba preocupada por la misma razón.—Mi amor no quiero quitarte nada, ya mucho daño nos hice apartando a Mariana de ti, quiero que sepas que aunque no me guste, es mi momento de sacrificarme, me quedaré
Sonia debía ir al orfanato de niñas para dar sus clases, pero no había nadie en la hacienda disponible para llevarla, llamó a Johana y enviaba a buzón.—Dios bendito esto es el colmo —dijo Sonia en voz alta—, ¿Socorro, sabes dónde está Agustin?, él siempre me lleva al orfanato.—Señora Sonia, le comenté que el muchacho tiene paperas, está complicado, le dije esta mañana ¿no lo recuerda?—Faltaba más, como voy a estar interesandome por lo que le pasa a ese chiquillo tonto, necesito llegar al orfanato y no hay quien me lleve.Soni
Silvia Montenegro, se sentía muy mal con cómo las cosas se estaban tornando en su familia, Néstor siempre fue quien dirigió la casa, ella lo permitió, porque es lo que debe hacer una esposa obediente, ni siquiera en la crianza de Natalie, Silvia participó, Natalie siempre estuvo entre institutrices, clases de idiomas, música, baile, desde pequeña estaba ocupada en alguna clase y Silvia se acostumbró a que alguien más tenía la responsabilidad, pero el día de hoy Néstor trataba a su hija como mercancía, “el fin justifica los medios” fue la respuesta de Néstor y en cuanto al desagradable asunto con Jorge, Silvia le creía, porque Jorge, siempre fue un niño obediente y más tarde un muchacho servicial y siempre pendiente de
En la Mágica Cascada amaneció un nuevo día, con Johana y Robert abrazados en su cama, el día anterior, Mariana pasó con ellos parte de la tarde y la acostaron en su habitación juntos como se hizo costumbre, pero luego habían ido a su habitación, Robert bromeaba con ella, que no quería a Suertuda en la cama, pero la gata igual había subido un rato a jugar con ellos, hasta que la echaron porque no querían a más nadie entre ellos, Robert despertó primero y después de hacerle el amor tiernamente, ambos fueron a encargarse de algo muy importante, la inseminación de las vacas, Johana llamó a La Madonna y solicitó que Luis viniera a ayudar, el hombre llegó con Sonia que daría sus clases en La Mágica Cascada a las niñas hijas del personal. Robert aún estaba en la entrada de la mansión conversando con su madre cuando le avisan que acababan de llegar Néstor Montenegro con su hija, María le dio un beso en la mejilla a su hijo, tomó a Mariana de la mano y la llevó al establo, no quería exponer a la niña y sentía que los Montenegro venían con malas intenciones para su hijo, sintiéndose preocupada hizo lo que ha hecho siempre, dejó en manos de su hijo las decisiones de su vida, porque aunque muchas veces quiso dirigir sus acciones, la necesidad de darle libertad contrario a como sus padres hicieron con ella era más grande.María veía a Mariana mientras uno de los mozos de cuadra le permitía cepillar el pelaje de una yegua manza cuando sintió movimiento a su espalda.Capítulo 59 Intrigas descubiertas.
A Johana la esperaba Verónica Santiani en el hotel Larsson Caracas. —Señora Verónica, aquí estoy, pero no sé si pueda serle de ayuda —dijo Johana que se sentía como pez fuera del agua. —No te preocupes querida, solo necesito que me mantengas en la senda positiva, las beneficencias son mis eventos favoritos, pero si queremos que los ricos aflojen sus chequeras con un corazón noble, necesito que sientan a este orfanato como algo personal, por eso necesito alguien que se lo tome muy personal. —Ah bueno, ese fue mi hogar y quiero que recojamos muchas donaciones. —Perfecto, ahora sigueme, nos esperan los chefs del evento y aquí entre nos, detecto una fuerte energía sexual entre ellos. Se acercaban al salón de fiesta y una discusión ya se escuchaba entre un hombre y una mujer. —¿Sabes que?, me harte de tus criticas cuando no las merezco… —Y yo lo lamento por la señora Elena, pero conmigo no vuelves a trabajar. —Ah sí…, mira como lloro y pongo agría tu salsa especial que no es