Mi madre y yo nos miramos con atención, como si el tiempo no pasará para ninguna de las dos. Su rostro de deformo a uno de espanto al escucharme pronuncia unos nombres que notoriamente le perturbaban. De golpe me arrebato la foto de las manos, sus manos temblaban mientras su mirada se clavaba en la de ellos posando para la cámara. Yo respiraba profundo intentando disimular mi nerviosismo pues después de todo jamas me había enfrentado a ella de esa manera, trataba de mantener una apariencia seguirá de mi, seria y molesta, sin dejar que la presencia de mi madre me hiciera tambalear—¿Que sabes sobre eso Hannah? —hablo por fin haciendo pedazos la foto —Yo te pregunté primero así que responde —ordene —¿Que pasó entre ustedes hace más de veintidós años? —cuestione tajante. Me altere y se podía notar en mi voz—A mi no me hables así niña tonta —dijo recuperándose postura autoritaria—¿Que te crees para subir así la voz frente a tu madre? —reclamoSu diestra impacto contra mi mejilla, tan fu
—Llegamos —dijo Nathan apagando el auto en la parte trasera de lugar, donde se encontraba el amplio estacionamiento—¿Que hay aquí? —pregunte cansada por el viaje—Aquí vive la única persona que no es Fairchild y que lo vivió todo...—Nathan se limito a tomarme de la mano y llevarme hacia la puerta. Parecía que el conocía perfectamente a todas las personas del lugar pues todos lo saludan y hasta abrazaban con alegría.—Veo que conoces mucha gente aquí...—Mi abuelo, el que viste en las fotos de mi casa esta aquí, dijo que no quería estar en la casa solo ya que yo estoy todo el tiempo fuerzas así que mejor se quedo aquí con amigos—Entonces vamos a conocerlo? —dijo David mirando a todos lados intentando encontrarlo—Es posible pero primero quiero que vean algo —dijo Nathan llegando una zona con mas jardín, las personas de tercera edad deambulan por todas partes platicando entre ellos, disfrutando del sol de mañana, otros desayunando y otros leyendo libros.—¿Vez a la señora que esta sen
Seis años atrás.Frank Kane era conocido por ser el chico mas popular y guapo de todo el colegio, es tan conocido que las chicas tanto de años superiores como inferiores siempre andan de rodillas por el. Su abundante cabellera chocolate alborotada, esa complexión atlética y la mirada de ámbar lo hacen ser extremadamente atractivo, eso sin mencionar su estilo tipo vocalista de una banda de rock. Entonces se que debería estar agradecida por tener una cita con tan prestigioso partido. Sin embargo siento que algo no anda bien—¿Te esta gustando la película? —murmura Frank cerca de mi oído haciendo que me sienta incomoda y me aleje un poco —Shh... Nos van a correr —digo para distraerlo—Es aburrida... Podemos hacer algo mejor —susurra acercándose de nuevo colocando su mano sobre mi pierna. Giro a mirarlo y no puedo negar que esa hermosa mirada hipnotiza como ninguna otra, sus labios tocan con suavidad los míos y me doy cuenta que no llega ese cosquilleo que se supone recorre mi cuerpo co
Cinco años atrás —Mi amor...—Tocaron la puerta de mi habitación, reconocí de inmediato la voz de mi padre y levante rápidamente, camine hacia la puerta mientras limpiaba mis lagrimas. —¿Que paso papá? —pregunte desanimada Él solo me miro y entro a mi habitación para abrazarme con fuerza. Mi padre era eso que me hacia seguir en ese lugar, pensar en el y en lo que el sentiría si yo decidiera terminar con mi vida me agobiaba mas de lo que mi madre y Josselyn podían hacerme. Mi padre era el único que me transmitía amor y protección, él y solo él me mantenían aun con vida. —¿Me contarías que paso? — pregunto mi padre sentándose en la orilla de la cama —Es que fui con un chico al cine pero mi mamá nos vio y todo lo malinterpreto —confiese avergonzada —¿Te hizo algo? —pregunto asustado —El no, ella... Ya sabes como son sus reacciones —¿Te insulto y te golpeo?—Me alce de hombro, pues siempre era lo mismo cuando hablábamos de ella —¿Y estas segura que eso es todo lo que te tien
Catorce años atrás —¡No mami, no lo volveré a hacer perdóname por favor —grite desesperada mientras sentía sus uñas enterrarse con mas fuerza contra mi brazo Mi madre me tomaba del brazo con fuerza mientras me arrastraba hacia el sótano, ese lugar que siempre me llenaba de miedo. Tan oscuro y grande que me había imaginar las peores pesadillas. Abrió la puerta y sin permitirme explicar me arrastro escaleras abajo, donde la única iluminación era aquella lampara opaca en lo alto. —Te he dicho mil veces que a mi me debes respetar y como no entiendes esta es y sera la única manera en que te eduques —¡No mami, por favor no me dejes aquí!—Suplique con desesperación, estar encerrada allí era un infierno, me aterraba de maneras descomunales —Las cosas no se suplican, las cosas se luchan y se obtienen —dijo tajante para soltarme de golpe el brazo y volver hacia arriba. —¡Mama por favor!—grite una vez mas pero ella solo dio un azote a la puerta, escuche el accionar del seguro y
“La curiosidad me llevo hacia una pesadilla que termine disfrutando. No debía entrar en ese lugar, lo sé.Su juego es tan macabro como el mismo.Se que debo poner fin, Sé que es incorrecto, que es un acto suicida.Se que al final terminara mal, pero el terror y deseo que me provoca domina todos mis sentidos...Su voz, su aroma, su figura se ha convertido en mi debilidad.Su tacto sobre mí no me deja razonar. Estoy fuera de mí, yo no soy así, solo ya no puedo detenermeEs experto en controlarme, me tiene a su mandato...Tengo pánico a morir...”
Miraba a través de la enorme pared de cristal, deslizando aquel ceño fruncido de un lado a otro admirando lo que al frente se presentaba, el andar de los peatones a toda prisa dirigiéndose hacia sus destinos inciertos, el trafico interminable, movimiento tras movimiento, tanto que con solo verlo provocaba un sentimiento perturbador. Seguramente fuera de esas paredes el ruido ensordecedor de la ciudad rompería rápidamente con su paciencia, sin embargo nada de eso atraía verdaderamente su atención, solo era una vana distracción, pues su mente divagaba en todo lo que ya estaba destinado a pasar, estaba escrito y no existía absolutamente nada que pudiera evitarlo.En aquel escritorio de caoba oscura yacía justo al centro el sobre amarillo que hasta pocas horas antes su empleada entregó. Unos documentos esperando a ser leídos, un simple sobre que guardaba en su interior algo peor que una bomba, un simple sobre que desataría las atrocidades que solo una mente tan perturbada como la suya p
Odio tener que pasar tanto tiempo dentro de un auto, odio esa sucia carretera desolada que he observado desde hace más de tres horas, odio el cambio constante de mis padres de ciudad a ciudad, de país en país, sin explicación ni compasión, odio no ser mi hermana Jocelyn que sin problema se pasaba las reglas y peticiones de nuestros padres por el culo, logrando tener una vida llena de diversiones, momentos íntimos interminables, rodeada de hombres que con solo verla la deseaban, con miles de amigos que la ven como una diosa, que podía hacer lo que quisiera. Odio no ser ella que tiene al hombre que quiere con solo dirigirle una pícara mirada, que a pesar de su voz escandalosa y su conversaciones sin sentido puede lograrlo todo, que siempre me presume las incontables aventuras asombrosas que vive; odio no ser tan valiente y perfecta como ella porque es así como puede librarse de éste tormento, aunque según para madre el pretexto sea solo por estar apunto de terminar Universidad algo que