APOLO Monique estaba un poco avergonzada por la visita de Iker. Ella sabía que él había notado que estaba casada y verla conmigo aquí significaba que habíamos pasado la noche juntos. Lo que a él le llamó la atención fue verme a mi en compañía de una mujer comprometida porque va contra mis reglas. Muchos hombres consideran que la mujer de alguien más que traiciona a su esposo es más ardiente y no pone ningún tipo de límite para alcanzar la satisfacción negada en su matrimonio, pero yo no necesito ese tipo de relaciones porque en mi mundo ya no hay límites. Fuimos en mi automóvil al apartamento de la amiga de Monique y no sabía cómo tratar con ella por lo que sabía acerca de su estado después de lo ocurrido. Ella estaba aparentemente deprimida y retraída en si misma. -¿Puedo preguntarte algo?- Faltaban unas calles para llegar al apartamento y decidí aparcar porque ella quería que hablemos -Lo que quieras- Con simpleza respondí y tomé su mano haciendo unas caricias con mi pulgar. Quer
APOLOGerilys estaba intentando recordar lo sucedido. Se que fue un evento súper traumático y valoraba totalmente que ella pudiera intentar al menos proporcionarme algún dato que me permitiera dar con el culpable. La policía estaba investigando pero solo en la dirección equivocada, yo no era culpable pero les importaba más cerrar mi club que resolver el caso. -Tómate tu tiempo, lo que puedas decirme me servirá de ayuda. La policía habló conmigo para decirme que habían encontrado una víctima en el callejón, pero yo no tenía idea. Es imposible controlar todo lo que ocurre, aunque lo intento- Quise aclararle lo que sucedió con su caso -Lo entiendo, yo desperté en el hospital con mucho dolor, me di cuenta de lo que me ocurrió. Tenía marcas en todos lados y desgarros también- Desvió la mirada avergonzada y volvió a llorar con más fuerza aunque intentaba calmarse -Eso mismo le pasó a las otras dos chicas. No estaría aquí si no creyera que tu caso está relacionado con los otros dos- Secó
MONIQUE ROUXApolo se fue dejándome totalmente excitada en la cocina y además golpeada por el portazo que nos dió Lucrecia. Jamás nadie me había besado de esa forma, pero sabía que con su boca hacia todo bien. -¿Qué haces ahí parada? Ven aquí que tenemos que hablar- Lucrecia me arrastró hasta el sofá donde estaba Gery sentada también esperando por mi viéndose tranquila lo cual era para mí una bendición -Ya voy pero no me jales más- Pedí y ella me soltó.-Monique las dos queremos saber que te traes con ese bombón. Vi como te besaba, que envidia- Lucrecia se abanicó y hasta Gery se rió de su ocurrencia -Gery tengo que explicarte algunas cosas. Como tú no hablabas yo fui a cada lugar intentando buscar información para resolver lo que pasó contigo. Acabé entrando a Tentaciones y Apolo me ofreció ser socia, creo que le gusté- Ella me miró con absoluta sorpresa entendiendo que por ella haría lo que fuera necesario -Creo que ya lo entendió pero ahora explica lo demás- Lucrecia estaba dema
MONIQUE ROUXDejé mi bolso sobre el sofá y el teléfono lo dejé conectado al cargador. Por lo único que miraría las notificaciones sería por las chicas, pero sabía que ellas no me molestarían sabiendo dónde y con quién estoy. Apolo me miraba con más intensidad que nunca. Sentía que ésta era una nueva versión que no conocía, su naturaleza depredadora podría dejarme sin aliento. Sabía que apenas lo conocía, aunque sospechaba que el podría descubrir cada secreto que pudiese tener sin necesidad de palabras. -¿Por qué estás en silencio? No estás seduciéndome como normalmente lo haces con cada frase que me dices- Rompió el silencio. No me animaba a decir nada, no sabía que decir y temía equivocarme -Solo estoy pensando y esperando que llegue la comida- Contesté y vino a mi lado consciente de lo que en mi provoca -¿Viniste aquí para quedarte y pasar la noche conmigo? ¿Eso te asusta y preocupa? Porque no hay motivos para que sientas temor. Lo único que haré será lo que tú me permitas, no ir
MONIQUE ROUX Me tiemblan las piernas y no se cómo disimularlo. Miré la habitación y mi nerviosismo solo aumentó a niveles insospechados. La habitación es una combinación de colores que funcionan bien juntos, aunque de una manera un tanto extraña. El rojo y el negro predominan, pero hay mucho plateado por aquí y por allá. Un espejo está sobre la cama y otro a los pies de la misma pero a diferencia del anterior está de pie. Eso me demuestra que fue colocado y puedo jurar que es el de su habitación. Un mueble con estantes y paredes de vidrio muestra varios instrumentos que asustaría a cualquier mortal. Hay diferentes vibradores y unos artefactos pequeños que imagino donde pueden ir colocados y no es precisamente en mi lugar explorado. La humedad entre mis muslos es molesta, necesitaría cambiarme y aún Apolo no me ha tocado ni hecho más que besarme.-¿Usaste algo así alguna vez?- Se ubica detrás de mi y señala los diferentes vibradores. Los colores de me han subido al rostro y agradezco
APOLOMonique con intenciones de quedarse a pasar la noche conmigo... no lo esperaba tan pronto, pero agradecía que fuera en algún ámbito más decidida. Vi como estaba vestida y la imaginé pensando que ponerse para venir aquí. Sabía que estaba nerviosa, ahora no había utilizado ningún juego de palabras para provocarme. Su cuerpo hablaba demasiado en lugar de ella y me contaba varias verdades que abiertamente no se atrevía a decirme. Me habría gustado ponerla sobre la mesa y follarla hasta el cansancio, pero eso sería en otra ocasión. En esta oportunidad tenía que tomar ciertos cuidados y seguir un orden. No iría con mentiras, no llenaría un cuarto de rosas cuando íbamos a quitarnos las ganas contenidas. No había romance, pero si la demostración de que cualquier hombre puede follar, pero convertir el acto en un arte totalmente satisfactorio muy pocos. Yo no le había mentido en nada y debía vendar sus ojos, así como amarrarla. Me habría gustado tener una conversación antes con ella para
MONIQUE ROUXApolo se adueñó de todo mi cuerpo. Me incitó a pecar de la manera más pasional posible y acabé entregándole todo de mi sin poner un simple impedimento. Sus manos incendiaban cada zona que tocara y podía sentir como me derretía entre sus dedos. Él es un hombre maravilloso que cualquier mujer quisiera tener en la cama así sea una sola noche. Este hombre más joven y con varios tatuajes adornando sus brazos no es más que el mejor amante con el que me pude haber cruzado en la vida. Sus halagos y las palabras tan impropias que me decía cada vez que sentía que alcanzaría el orgasmo me hacían alcanzar el mayor éxtasis. Con mi esposo no había punto de comparación, en absolutamente nada. Jamás imaginé ser infiel habiéndome casado y prometido fidelidad, pero no creo que en el tiempo juntos haya podido haber algo real, más que mis cuernos nada. Esto no es despecho, no es rencor ni bronca, mucho menos un deseo de venganza... lo que hice fue porque alguien supo seducirme al punto de
APOLODesperté con Monique en mi cuarto de juegos. La cama era un desastre y habían condones usados en el suelo así como también los envoltorios de los mismos. Hicimos de todo, pero me faltó mucho por explorar con ella. Aún así no me quejo, tuve la mejor noche de mi vida con ella. Sabía que sería una experiencia sublime e inigualable, porque jamás había deseado tanto a alguien como a ella. Me levanté de la cama y fui a darme una merecida ducha. Después pediría un buen desayuno para darle lo mejor. Me di cuenta de que no conocía sus gustos, no sabía que prefería ni en un simple desayuno. Podría detallar lo que más la hacía vibrar de placer, pero no podía decir nada más. Quería conocerla más profundamente y saber hasta sus miedos más absurdos. Cuando el desayuno llegó la desperté. En mi cuarto no aceptaba la comida, así que ella tendría que levantarse. Después me ocuparía de limpiar todo y de cambiar las sábanas porque algo era seguro, lo volveríamos a usar. Ella se despertó y observ