Amanecía en la hermosa mansión de Violet, la ausencia de la imponente aura del mafioso se sentía, Violet se estaba empezando a acostumbrar a su compañía, habia quedado sola con sus gemelos, pero eso no la ponía triste sus hijos eran su mayor felicidad!

El tiempo pasaba, la pequeña familia de tres se adaptaba de maravilla a su nueva vida, Violet después de que sus hijos cumplían con sus tareas, los llevaba de paseo al malecón dónde caminaban por horas,

Así se fueron cinco meses, Dominic ya le había transferido a su cuenta los doscientos millones de dólares que prometió, junto con el acta de divorcio, una hermosa flor de oro con incrustaciones de piedras preciosas con una flor violeta igual que su nombre, la carta decía

Querida Violet tal cómo lo prometí aquí está lo acordado, las escrituras de la mansión están a tu nombre, así cómo el dinero en tu cuenta, nuestro divorcio ya esta finalizado, espero que encuentres tu alma gemela al igual que yo, te cuento