Los dos días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, Lizandro y Violet incluso fueron a correr por el gran malecón juntos, al parecer disfrutaban mucho de su compañía, después de tantos meses el atractivo empresario había logrado que Violet sonriera de nuevo, todo resultaba tan natural, se quedaban hasta tarde charlando en el balcón observando las estrellas, nadie les aguantaba el paso, incluso Marcus se rendía y subía a su habitación

La mañana de partir llegó, Violet aunque lo disimulaba no quería que sus amigos se fueran, se iban tan lejos sin saber cuando los vería de nuevo! se sentía con los sentimientos a flor de piel, el chofer llevó a Marcus y Lizandro al avion privado ambos se habían despedido con un abrazo y un beso de Violet prometiendo regresar pronto, la hermosa mujer se había quedado con sus lindos ojos acuosos por la despedida,

Al llegar al aeropuerto ambos empresarios subieron al avión, tomaron sus asientos y abrocharon sus cinturones, cuándo el avión comenzó a moverse,