Violet cayó de rodillas en la suave alfombra morada de si habitación, las palabras del padre de sus hijos retumbaban en su cabeza una y otra vez, pero no podía dejar qué ninguno de los dos mafiosos se apoderaran de su mente

Pasaban los dias y Violet se empapaba más y más en todo lo relacionado a la herencia de su difunto esposo Lizandro, ella no daba crédito a la inmesa e incalculable fortuna que el hombre más maravilloso que había conocido en su vida poseía 

Muy temprano por la mañana un mensajero había llegado a entregar una invitación a la mansión de Violet, el documento era elegante en un azul oscuro y bellisimos grabados, se trataba de la invitación al cumpleaños de el mafioso ruso Fredrek Romanov

La gran fiesta sería ese mismo día en la tarde noche, un horario de la tarde sería para que los niños se divirtieran y convivieran, Logan se lo había pedido así para poder ver a la niña de cabellos platinados qué tanto le gustaba

Fredrek Romano