PRESENTACIONES
BALTHAZAR
Adelante mi visita al rancho por que quería salir de esto, toda la semana estuve rumiando mis penas por venir a este lugar, ni siquiera quise salir de cacería con los chicos a buscar una mujer.
El rancho puede parecer un lugar idílico y mágico, así lo veía mi madre. Pero, no puedo verlo así cuando mi madre murió en esa casa, amando esos caballos, amando estas tierras, cuando murió mi padre y yo no pudimos volver. Hasta ahora.
El viernes mi rutina cambió y tuve que delegar muchas cosas de las que tenía prevista desde un principio hacerlo yo. No es que no confíe en nadie es que soy demasiado obseso del control y prefiero hacerlo yo.
Alquile una camioneta Ford Ranger Raptor de color azul, llegue a eso de las siete de la noche en un vuelo privado y ya me esperaba la camioneta con el dueño de la empresa y firme unos cuantos papeles para llevármela, luego maneje alrededor de dos horas y media para llegar a la mitad de las highlands, cuando llegue a la hacienda Las Colinas, todo estaba oscuro excepto una pequeña luz en la casa grande, eran casi las diez de la noche así que no le di importancia y abrí, las puertas de este lugar nunca tenían llave hasta que todos terminaban de llegar y como era viernes supuse que algunos trabajadores habían salido de juerga.
La casa se veía como siempre con las luces apagadas y lo prefería así, sentía una opresión en el pecho al recordar a mi madre caminar, bailar o tararear alguna canción.
Camine hasta la cocina y la opresión en mi pecho se fue por arte de magia al encontrarse un pequeño y redondo trasero metido en la nevera, ¿eso eran bragas de encaje negro?
Carraspee y vi su reacción al verme, creo que quería hablar en su mente en cambio dijo en voz alta que era un asesino y casi me parto de risa, era muy difícil estar serio a su alrededor. La interacción que tenía con ella era lo más emocionante que me había pasado en mucho tiempo.
—Hágame el favor de decirme que diablos hace aquí y ¿quién es usted? —pregunta molesta.
—Soy Balthazar Lennox y estás en mi hacienda, o tal vez me equivoque de hacienda —levanto las cejas y ve mis maletas y el traje y como que une los puntos.
Se relaja un poco aún así no baja la guardia pero, me tiende la mano y se la recibo educadamente sin dejar de ver su cuerpo descubierto.
—Mucho gusto Balthazar, soy Cassidy y yo cuido el rancho— se presenta.
—¿Siempre vas vestida así para trabajar?
—Solo cuando el calor es insoportable— replica.
No puedo evitar acercarme como un lobo a una oveja.
—¿Aquí no trabajan hombres? —pregunto intrigado viendo a todos lados.
—Trabajan…. Están en el bar de Boomer.
No se porque pregunto, aun así ella me responde.
—Entonces tenemos la casa para nosotros — mi voz suena baja y peligrosa.
—Estamos solos— me confirma, al parecer su desnudez no es un problema para ella.
Y no tendría porqué serlo, es mucho más baja que yo como por dos cabezas, tiene ojos rasgados y es de piel tan blanca como la nieve, su cabello oscuro liso y largo resalta muchísimo y tiene estos regordetes labios rojos natural que provocan morder, estoy a un suspiro de besarla, rozó mis labios con los suyos en provocación y suelta un sonoro jadeo que me tiene loco. Parece una muñeca frágil, una delicada flor de curvas pequeñas y malditamente hermosa, ese rostro inocente en forma de corazón pide ser corrompido.
Cuando estábamos en nuestro mejor momento, escuchamos una algarabía afuera, ella se cuela debajo de mi brazo y corre a lo que creo es el cuarto de la colada, cuando unos seis hombres irrumpen en la cocina.
—¿Quién eres tú? —pregunta un hombre un poco más bajo que yo con cara de muy malas pulgas.
—¿Qué hace aquí, amigo? —preguntan dos barajas repetidas al mismo tiempo un poco espeluznante si me preguntan.
—¿Eres sordo?— pregunta alguien más que está hasta el final que no logro ver bien.
Me cruce de brazo y no salí detrás de la barra para que no me vieran duro como una roca, a los pocos minutos sale de nuevo Cassidy con unos pantalones de yoga y una camiseta.
—¿Este tipo te hizo algo? — pregunta el hombre que hablo primero, supongo que pregunta porque ella está roja como un tómate.
—¡No! — exclama más fuerte de lo que debería y todos alzan las cejas sorprendidos —él es Balthazar Lennox, hijo del dueño del rancho las colinas— responde más calmada.
—¡Eres nuestro jefe! —dicen los gemelos.
—Solo vengo por unos días. Si puedo me iré el martes.
—Bien, no me gustan los extraños— exclama cada vez más malhumorado el hombre.
—¡Duncan! —lo regaña Cassidy— ya basta, es ridículo y te vas a quedar sin trabajo.
—Este, no puede quitarme nada.— me señala cuando habla.
—Este— replique enfadado— se llama Balthazar, señor Lennox para ti y puede hacer tu vida un verdadero infierno, amigo.
Se escucha un colectivo "uuuuuu" de parte de todos hasta Cassidy, el hombre que ahora se, se llama Duncan parece que nunca nadie le ha contestado así, se cruza de brazos y endurece la mandíbula, pero mantiene la boca cerrada.
—¡Bueno, ya basta! —Cassidy se ve irritada —vayan a dormir, mañana le toca a los gemelos quedarse en el rancho, los demás están libres.
—¿Solo llevaremos a los dos caballos? —pregunta uno de ellos.
Cassidy asiente y todos se dispersan y se van, ella es la única que queda conmigo en la cocina.
—Ven, Ceci arregló un cuarto para ti.
—Ceci..., ¿dónde está? —recuerdo a la adorable mujer.
—Vive a un par de granjas y viene tres veces por semana para limpiar la casa, en cuanto se entero de tu visita acomodo el mejor cuarto de la planta alta desde ayer.
Eso saca una sonrisa sincera y comienzo a caminar detrás de la mujer que hace rato besaba, debo estar volviéndome loco. Yo no hago estas cosas.
Llegamos al piso de arriba y estamos caminando y veo la primera puerta a la derecha y casi puedo escuchar a mamá cantando una de sus canciones, aprieto el paso y caminamos hasta el final del pasillo, a mano izquierda está lo que era mi cuarto antes.
—Aquí te quedas tú.
—¿Tú vuelves a bajar?
—No, duermo justo al frente.
Y sin más se gira y se mete en su habitación, no me dio tiempo ni de preguntar si quería pasar o tal vez terminar lo que empezamos en la cocina.
Seguro se me safo un tornillo o algo.
PEPITACASSYHace mucho tiempo cuando era apenas una niña tenía sueños muy diferentes a lo que mi papá quería para su niña, sin embargo mamá me decía que los persiguiera, cuando era pequeña mi madre me explicó como se hacía uno de mis cuentos favoritos, desde entonces empecé hacer mis propios cuentos, pero mi madre murió y solo fuimos papá y yo. Sumido en su dolor papá vendió todo y nos mudamos a la otra punta del país, así es como llegamos a las highland de Escocia, un lugar mágico lleno de tradiciones que mi papá adoptó como suyo, pero la inesperada muerte de mi madre dejó a mi padre con miedos que no son fáciles de superar, miedo a la ciudad y su cruel gente. Yo también aco
CONOCERBALTHAZARMe veo en el espejo de mi habitación y gruñó enojado por mi estado deplorable, cuando me levante esta mañana a tomar mi café y ver como inician el día no me espere que yo ayudara en el nacimiento de ese potrillo ni mucho menos terminar lleno de una sustancia asquerosa. Me voy al baño de este piso y me quito toda la ropa y me baño al menos tres veces para quitarme esa sensación asquerosa de mi piel.Me veo en el espejo mientras seco mi cabello, pongo otra toalla alrededor de mis caderas y salgo estoy llegando a mi puerta cuando escucho un sonido estrangulado a mi espalda y me volteo, es Cassidy con la boca abierta viendo mi espalda y ahora mi torso desnudo y mojado como si cada gota recorriendo mi cuerpo le dijer
SÁBADODYLANLa llegada del dueño del rancho nos sorprendió a todos y estamos un poco angustiados de que nos vayan a despedir.Hoy es sábado y Cassy tenía que viajar, pero como se adelantó el parto de la yegua me ofrecí yo hacerlo luego de reparar la alambrada de la parte norte de la hacienda. Los gemelos van conmigo, no importa que día sea, todos los días hay trabajo que hacer, estábamos libre pero, la yegua demostró que eso no importa, siempre hay algo que hacer. No nos molesta, Cass nos paga esos días muy bien y tampoco hay mucho que hacer en el pueblo así que nos gusta ayudarla al menos uno o dos se quedan siempre con ella.—Antes de que te v
BUSCA Y ENCUENTRACASSYLa llamada de Jared cambió los planes de nuestro sábado, pero no podía no buscarlos.Salimos a caballo para cubrir más terreno rápidamente, luego de una hora de búsqueda llegamos a un claro bastante amplio donde dos caballos estaban sentados y entrelazados. El macho claramente protegía a la hembra con su cuerpo.—Necesito que se queden acá— les demande en voz baja a todos los que me acompañaban.—¿Estás loca? —me pregunta Balthazar en susurro —te pueden lastimar.—No lo harán, avisen a Jared que se c
TUN-TUNBALTHAZARLos caballos nunca fueron lo mío, pero, verla tranquilizar a uno, ponerles nombre fue algo de admirar, es tan pequeña y se ve tan frágil que no esperas que dome una bestia como esa.Los caballos ya estaban todos en sus compartimientos y nosotros procedimos añadir los dos nuevos y juntos porque Teine se había puesto nervioso cuando lo alejamos un poco de Faic, así que los juntamos en el último que era más espacioso.Llegamos en silencio a la casa grande y ya todos estaban durmiendo, pero nos dejaron pastel de carne en el horno así que lo calentamos y nos sentamos a comer.—Gracias por ayudarme con los cabal
CUENTOS Y LEYENDASCASSYExiste un leyenda tan antigua como la vida misma, eran dos enamorados en clanes enemigos. Gillian McBain se enamoró perdidamente del hijo menor del clan enemigo, los McRae.Se veían a escondidas al pie del río, mientras sus caballos tomaban agua y comían, ellos se profesaban un eterno amor.—Gillian, escaparemos —le dice el hombre pelinegro y de ojos color miel —te amo tanto, Gillian que quema no puedo vivir más tiempo alejado de ti. Escapemos. Dentro de dos lunas nos iremos.—¡oh! Mi Birk, es lo que más deseo —suspira la joven doncella —pero, mis padres y mis hermanos no lo permitir&
PAGO DE APUESTABALTHAZARRecuerdo la primera vez que vi a Cassidy, su padre vino a pedir empleo, sabía sobre caballos más que nadie y mi madre no lo dudo ni un segundo, yo estaba en la sala viendo un programa de animalplanet sobre los pingüinos y ella se sentó a mi lado con sus dos coletas y una sonrisa eterna, no importaba que la estuviera ignorando ella parloteaba y reía como si fuéramos amigos desde siempre. Pensé que era una niña latosa y sin dientes delanteros, pero era agradable ella siempre parloteando y aunque fingía que no la escuchaba lo hacía. Siempre lo hice.Cuando me dijo su nombre esa noche uní los puntos y los recuerdos llegaron como lluvia.Sab
MACHO MACHITODUNCAN.La apuesta fue lo mejor que se le ha ocurrido a Cassidy, el niño de papá se ve cansado y asqueado, aun así no quiere rendirse.He visto como Cassy lo ve, no me gusta ni un pelo, yo ya tenia todo planeado, solo tuve un tropiezo o dos en nuestra relación, pero todo estaba bien entre nosotros y quiero volver a tener eso. Es solo que tuve un pequeño traspiés, todos los hombres los tienen, ella debe perdonarme.Jazmín era solo su reemplazo, habían pasado muchas semanas en las que Cassy y yo no teníamos sexo, un hombre tiene sus necesidades y Jaz era la más cercana para darme lo que en ese momento necesitaba.
Último capítulo