EL DESTINO VUELVE

JAZZIEL

Ahora que estamos en la hacienda que nunca había visitado en un vuelo relámpago para ver que estaba pasando con Balthazar, ahora me arrepiento horriblemente.

Las highlands me demuestran que el pasado vuelve a morderte el culo y lo confirme cuando sale Iliana con una sonrisa tan radiante que compite con el sol, eso hasta que me ve y su sonrisa muere, el brillo en sus ojos se convierte en desafío y me lanza esa mirada de "Si no fuera doctora te mataría justo ahora" que siempre me lanza, puse mis ojos en blanco y me fui a sentar, no habían pasado veinte minutos cuando una exuberante trigueña llega a mi lado, tenía un uniforme de enfermera como la chica a la que trajimos de aventón y Michael se quedó lelo viendo aunque diga que no es así.

—¿Necesitas algo? —preguntó toqueteando su cabello falsamente rubio.

—No gracias, esperamos a un amigo —respondí de manera educada, repasandola de arriba abajo esperando que se largará.

—¿Es amigo del hombre de ojos color miel?