Minutos después, llegamos a las celdas nuevamente.
Ver a Jacob en ellas otra vez, sí que me sorprende.
Cuando los agentes nos dejan a solas, frunzo el ceño mientras lo veo. Sé perfectamente que tiene los medios para desaparecer como lo ha hecho durante años. ¿Por qué está aquí?
—Parece que después de todo, compartimos la misma neurona. — dice, con su tono de voz tan chistoso que me irrita.
— ¿Qué haces aquí?
— ¿Qué haces tú aquí?
— Tienes un plan, ¿verdad?
— ¿Tú qué crees? —lo miro esperando que cuente todo. —Sé a dónde irá el presidente. Al restaurante donde trabaja tu novia y su amigo Javier. Al entregarnos, nos transportarán, pero ¿adivina por dónde desfilarán? Exacto, por la calle donde esta
Narradora Omnisciente. La noche del mañana, llegó.Entre nervios, emociones, poder y estrategias, la calle del restaurante Dexter se llenó de personas esperando la llegada del presidente. Dexter como expolítico, le cedió al estado su restaurante para que el presidente le hablara al pueblo de todas las crisis que está pasando la ciudad luego de las muertes de tantos funcionarios importantes.Por lo tanto, sus trabajadores (dentro de ellos: Melanie, Javi, Jasper y los demás) tendría una noche larga de cosas que hacer. Son los meseros de este evento. Melanie lleva consigo la radio que Jack le había dado por seguridad, pero no está segura de llegar a usarla, ya que solo piensa en cómo está él, incluso más que lo que le podría pasar a ella.Recordando que le quitaron todos los cargos a Jasper después de ayudarlos con la noc
—Me lo agradecerás después. Ya lo verás. — el caos permanece afuera. Pensar que Melanie podría estar de turno en ese maldito restaurante lo pone de los nervios, pero sabe controlar sus emociones. Es astuta y por más que odie la idea, sabe que, si Jasper está cerca, nada malo le pasará. Al menos eso espera.— ¡Solicitamos refuerzos! ¡Todos están muriendo! ¡Es una rebelión de exmilitares contra el gobierno! ¡Nos están matando a todos! ¡Necesitamos ayuda! —se escucha de diferentes voces a través de la radio en altavoz. El conductor golpea el volante varias veces sin saber qué hacer.—Aquí el sargento Josh. Repito: aquí el sargento Josh. Llevo a dos sujetos sumamente peligrosos: Jack y Jacob Connor, en un camión blindado que ha sido obstaculizado. No tengo otra vía de escape y todos mis hombres han sido
Jack Connor.Al llegar, disparamos a todos los que se atraviesan en nuestro camino, incluyendo a los peones de Williams. Hay muchos agentes, policías y civiles abatidos en las calles. Parece una película de terror.Me doy cuenta de que los demás vándalos, también aprovecharon la situación para armar una guerra contra los policías. De ahí la explicación de por qué tanto tiroteo. Todo esto es un desastre. Por un momento me arrepiento de no haber hecho nada hasta ahora.—Agente Connor. Es un gusto tenerlo aquí. —dice uno de mis agentes mientras agoniza tirado en el suelo. — ¿Mario? —lo reconozco— Tranquilo. La ambulancia llegará pronto. Resiste. —lo animo. Sostengo su cabeza y su mano. El pulso está cada vez más lento.—Nunca…deje… de pelear por… la justicia…de es
Melanie Cross.Lo último que recuerdo es que estaba tratando de esconderme en el restaurante durante el tiroteo con Jasper cuando de repente desapareció y alguien pegó un pañuelo humedecido en mi boca y nariz hasta dejarme inconsciente.Y ahora despierto en una especie de cabaña abandonada.Estoy atada con cuerdas gruesas de una frágil madera (por suerte) del techo. Intento quitármelas, pero parece ser imposible. Al observar el alrededor, noto que hay un hombre en la puerta dando vueltas. Trato de ser sigilosa y empujo la madera hacia abajo con el peso de mi cuerpo hasta que se rompe. El ruido hace que el sujeto entre y me lanzo contra él rápidamente antes de que use el arma.Le doy una patada entre las piernas, cojo su arma y le disparo en una rodilla. Al menos así me aseguro de que no pueda seguirme con facilidad.Tengo leves heridas en las muñecas y un
—Oh, ya entiendo. —frunzo el ceño. Se acerca más. —Crees que podrás encontrar una razón ajena para apegarla a tu vida como motivación, ¿no es así? ¡Claro! Eso explica el cómo querías lanzarte la vida en ese maldito puente. No tienes una razón para luchar. O quizás todavía no lo tienes claro, pero eso…es lo que sientes. Es cómo te sientes. —ciertas veces habla como si se hubiera tragado todo un libro de superación personales, reflexiones y datos psicológicos. Pero he de admitir, que tiene algo de razón en cada palabra que dice.—¡Baja la voz! No quiero que nadie se entere de lo del puente. —le susurro—Solo quiero saber si puedes llevarme contigo a conocer esa persona misteriosa que es parte de tu vida o no. Solo eso. — estamos demasiado cerca. Su cabello está despeinado y tiene algunas curas en
Rompemos el intenso beso para recuperar el aliento. Toca mis manos con suavidad.—¿Dónde está el anillo de promesa que una vez te di? —pregunta. Miro mis manos y ni siquiera recordaba que llevaba uno.—Yo…no lo sé. Debió caerse. —tartamudeo. Me siento mal de no saber siquiera dónde está.—¿Segura que no lo tiraste?—Jamás lo haría. Lo buscaré en todas partes. —aseguro. Trato de aclarar mi mente y recordar dónde podría estar, pero no tengo idea.—Bien. —vuelve a besarme. —Tengo que buscar a mi madre. Ya volvió a la ciudad.—¡Que bien! Salúdala de mi parte. —sonrío.—Lo haré. Mañana te llevaré a mi casa, espero encontrarte lista.—Ok, pero ¿no iremos con Jacob? —se queda en silencio —
—¡Tío Jack! —Lía baja de los brazos de Jacob para abrazarlo. Apenas le llega hasta la cintura. ¡Qué bonito momento! Cuando me doy cuenta de que no la corresponde, le ataco los ojos para que vuelva a la realidad. Sé que probablemente no procese lo qué está pasando.Se agacha para estar a su altura.—¡Lía! Perdón, estaba…embelesado con tu belleza. Eres muy hermosa. —trata de disimular la tensión.—Papi me ha hablado mucho de ti, tío Jack. Siempre ponemos tus noticias. —dice con su dulce voz. Jack mira a Jacob. —Me da gusto estar aquí. —le dice. Está intentando ser lindo con ella para que no se de cuenta de todo lo malo que realmente pasa a nuestro alrededor. Lo sé.—Ella es una ex militar y su hija. Me ayudaron a proteger a mi hija durante todos estos años. Les debo todo. &mdas
Cosas que decretaron en este nuevo ¿pequeño juicio podría decir?, fueron los siguientes:Jack no podrá salir de la ciudad, ni portar, menos usar, ningún tipo de armas por el transcurso de un año. (Lo de las armas le ha afectado más cualquier otra cosa pero no tiene más opción). Estará haciendo servicios de caridad como: entrenar a los estudiantes de fuerzas armadas y dirigir algunos operativos desde su oficina pero bajo supervisión y sin tocar ningún tipo de armas. Solo ordenará y sus agentes harán el trabajo restante. Al menos eso está bien, porque era justo lo que hacía antes de todo esto.Jacob, es el que lo tiene más complicado. A pesar de que muchas personas, tras lo bien que hizo defendiendo a todos de su propio padre, alguna consecuencia tenía que pagar y por ende son las siguientes: regresará a Filadelfia por 3 meses hasta q