CAPITULO 3
Aurora se alejo y le dió una fuerte cachetada mientras Romeo solo sonrió al ver la confusión.
— No sabía que te habías quedado con ganas de ver mas, de seguir siendo una fisgona — Romeo solo lo decía en broma, se daba cuenta que Aurora era una Loba sin mundo, que no había salido de las paredes de su fina habitación.
— No sea vulgar, si vine hasta aquí es para decirle que mi hermana no va a regresar a estás visitas nocturnas, y que debe dejarla tranquila — Aurora mantenía la mirada firme ante el alfa, pero tenía miedo de su reacción, era el villano de su historia desde niña.
—¡¿Dónde está Florencia?!— Romeo levantó la voz lleno de rabia y de enojo, las palabras de Aurora sacaban ese lado salvaje que siempre deseo mantener oculto.
— Lejos de usted, no quiero que se vuelva a acercar a mí hermana, ella me ha pedido venir a decirle que su aventura termino — Aurora quería seguir su camino pero Romeo la jaló del brazo.
— Me imagino que usted es una Loba ignorante de la historia de las dos manadas, que piensa que puede poner una barrera entre Florencia y yo, pero se equivoca — Romeo la empujó encontra de un árbol, y le hablaba tan cerca para intimidar que lo logró.
Aurora no dejaba de mirarlo a los ojos, para sentir la seguridad que ya había escapado por su corazón.
— Usted no es nada para mí hermana, ella se dió cuenta de eso, alejese de ella — Aurora saco de su bolsa un arma cargada con balas de plata, amenazó al Alfa
Romeo sonrió, pensaba que Aurora era la típica loba delicada de los Alba que jamás sería capaz de disparar.
— No me asusta con su pose de loba poderosa, cuando puedo olfatear su miedo — el lobo empezó a oler el cuello de Aurora lo que le generó un poco de excitación.
Ella disparo al aire
— Quizás no pueda dispararle a usted, pero estoy segura que la gente de su manada y mi manada vendrán aquí para saber que es ese ruido — Aurora estaba dispuesta a sacar las uñas por sus seres queridos.
Romeo se burló, se quitó para darle paso y Aurora salió corriendo para regresar a su lugar seguro.
El lobo le dió un golpe al árbol dejando la marca de su puño pintada, tenía rabia que quisieran alejarlo de esa pasión desmedida que lo consumía.
Vio algo brillante en el suelo, lo recogió y se dió cuenta que se trataba de un relicario con las fotos de las dos hermanas, Florencia y Aurora.
Está última siempre lo tuvo en su cuello pero por la presión del momento, lo dejo caer, Los ojos de Romeo se abrieron al darse cuenta del apellido que acompañaba la inscripción de aquellas fotos "Russo".
Al llegar a casa, Aurora se quitó rápidamente la capa, pero escucho la puerta abrirse.
Florencia tenía una gran sonrisa mientras su padre Armando fruncía el ceño.
—¿Dónde estabas Aurora? Estás no son horas para que una loba este afuera — Armando tomó del brazo a su hija.
Aurora miró con rabia a Florencia, lo hizo por venganza, porqué ella no quiso seguir siendo su cómplice.
— Fui a dar un paseo en el bosque, a veces lo hago, pero si no deseas que siga te juro que no lo haré — Aurora tartamudeaba, le tenía respeto a su padre pero este parecía odiar cada palabra de su boca.
Armando le dió una fuerte cachetada
— Si yo llego a encontrar que estás haciendo algo malo, creeme que no dudaré un solo segundo en declararte desterrada —.
Ines es quien interviene para ayudar a así sobrina y se lleva a su hermano de allí, recordando lo bien portadas que son las dos lobas y la petición de Victor para aquella cena.
Al quedarse solas, Florencia agarra a su hermana del cabello — Si tú haces que yo me separé de Romeo, vas a conocer la peor versión de mi —.
—¿No te vas a casar con Víctor?— pregunta Aurora ante las afirmaciones de su hermana.
— Digamos que me encanta el helado de chocolate, pero no significa que deje de probar el de vainilla — La sonrisa de Florencia demostraba la maldad de su caprichosa alma.
Aurora no podía creer que su hermana fuera tan descarada, Victor no se merecía a alguien como ella, pero sabía que sufriría si le decía la verdad, estaba en una terrible encrucijada.
Amanece...
Romeo camina en su estudió viejo de lado a lado, tiene un gran nerviosismo y sobre todo una intriga que invade su pecho.
Darío llega con la cara cabizbaja, y Romeo se acerca con mucha intriga casi atacando a su mejor amigo al tomarlo de los brazos.
—¿Que averiguaste de lo que te mostré?— Romeo gruñe en medio de la incertidumbre.
— Estás en lo correcto, Florencia y Aurora son hijas de Armando Russo, así que espero hagas lo correcto y te alejes de esa mujer — Darío fruncio el ceño mirando a su amigo con total certeza de sus palabras.
Romeo lanzó por los aires la mesa de madera que decoraba austeramente su estudio, la rabia se metió en su pecho, quería entender porque la vida le había hecho poner sus ojos en la hija del lobo que le robó todo a su padre y a su manada.
— Esta noche iré, tengo que hablar con ella, pedirle una explicación y saber si sabía sobre esto — Romeo no escucha los consejos de su amigo que le pide sabiduría para manejar la compleja situación.
Aurora se coloca para la noche un hermoso vestido color rojo, una de las herencias de su madre y que su Nana Inés le entregó para que luciera hermosa en la cena.
Florencia al ver el vestido que usaría su hermana y que resaltaba evidentemente su belleza, decidió la acuso con su padre.
Llegó llorando frente a Armando, y le pidió que reprendiera a su hermana por usar un vestido de su madre — Ella es la culpable de su muerte, y tiene el atrevimiento de usar un vestido que mancha su memoria —.
Armando enojado al encontrarse con Aurora en el pasillo con fuerza rompe el vestido de Aurora haciendo que sus pechos salgan y ella se cubra con rapidez con sus manos.
—¿Porque hiciste esto papá?— pregunta ella con una lágrima en los ojos.
— Tu eres la asesina de tu madre y jamás permitiré que uses su ropa, es suficiente castigo saber que te pareces a ella — Armando le ordenó que se vistiera con otra cosa y la esperaban en el comedor.
Aurora agachó la mirada, camino de regreso a su habitación y vio la sombra de Romeo que intentaba trepar por las ventanas.
La joven loba no lo pensó dos veces y salió corriendo hasta el exterior, un par de guardianes de Victor escoltaban la zona.
Ella lo agarro fuerte del brazo y los dos se escondieron en medio de dos muros en un pequeño espacio, sus cuerpos estaban muy juntos.
Romeo se quedó apreciando por un momento los pechos que salían del vestido roto de la joven.
— ¿Que hace aquí? Usted y mi hermana corren peligro si los ven — Aurora estaba muy nerviosa.
— Tengo que hablar con Florencia y no me voy sin poder hacerlo, así que empiece a gritar porque estoy dispuesto a declarar una guerra si no hablo con ella — Romeo miraba con rabia a Aurora, la veía como la hija del lobo que odiaba.
— Váyase, yo le diré a mi hermana que le escriba una carta o que programe una cita bajo mi vigilancia pero vayase — Aurora le dió su palabra a Romeo de dejarle despedirse de ella.
Los dos salieron de su escondite, El le dió su abrigo a Aurora pues se dió cuenta que su vestido estaba rasgado, un gesto que ella rechazó con algo de soberbia.
La joven subió a su habitación y se cambió rápidamente de ropa, bajo a la mesa, dónde Victor la recibió con cordialidad.
— Te perdiste la mejor noticia, con tu padre hemos decidido que este fin de semana sea la boda — Victor tenía una gran sonrisa mientras besaba la mano de Florencia.
Aurora solo pudo fingir una felicitación cordial, pero ese día se marcaría su destino.
Romeo no se fue, espero a que Aurora le perdiera la vista e ingreso a la casa, escucho lo del matrimonio y quiso matar a Víctor su eterno rival.
Pero solo espero hasta que la noche llegará.
Florencia subió a su habitación después de despedir a su prometido, tenía miedo de casarse, tenía dudas de elegir el mejor camino y de no huir con Romeo quien le daba vida a su corazón
— ¿Cuando pensabas decirme que te casarías?— Romeo estaba en la habitación de Florencia en medio de la oscuridad y se acercó a ella para tomarla del cuello.
CAPITULO 4Florencia lo beso, sabía que en sus manos y sus labios tenía la fuerza para que el calmara al animal que existía.— Te lo quería decir, pero es algo que concreto mi padre, y no pude hacer nada — La loba sabía cómo dominar al Alfa, se volvía en un títere en sus manos.— Nunca te vas a casar con el porque tú eres mía ¿Lo entiendes?— Romeo la tomó del cuello y la beso aún con más intensidad.Los dos cayeron a la cama de la joven, era excitante la situación, ella amaba la manera brusca en la que él la domaba.Sus manos recias, su manera de jalar su cabello, o de tomarla del cuello hasta quitarle la respiración, Florencia sabía que la pasión de Romeo nunca la tendría con Víctor.Romeo amaba tener en sus manos a la flores delicada y rebelde, cuando estaba con ella olvidaba todo, inclusive que era la hija del lobo que le causó daño.Ella cayó rendida en los brazos de Romeo, este quería cuestionar acerca de su relación con los Russo, pero entendió que ella y Aurora no sabían nada a
CAPITULO 5Todos se quedaron en un silencio abrumador, mientras miraban a Aurora fríamente.—¡Traidora!— grito uno de los lobos Alba y le lanzó un trozo de fruta que mancho su vestido.Ella agachó la cabeza, los demás lobos empezaron a lanzarle cosas, ante la mirada frívola de Florencia que solo esperaba Romeo no dañara la mentira.Romeo quiso opinar, pero por el exceso de alcohol cayó al suelo, algunos lobos propusieron apresarlo, el era su enemigo.— Es Momento de acabar con el — Armando saco su espada, defendería el honor de su familia y acabaría con su pesadilla.Pero Victor lo impidió, no solo el ataque a Romeo si no que el ataque a Aurora.— No es la manera honorable de morir para ningún Alfa — le pidió a sus soldados que lo llevarán a una recamara.Armando furioso golpeó el rostro de Aurora delante de toda la fiesta, La joven loba miraba a su hermana, esperaba que Florencia por lo menos interviniera pero su hermana fría no tenía respuesta.Victor le pidió a Aurora quedarse con
CAPITULO 6Los lobos de la manada Luna azul estaban alterados y sorprendidos por el anuncio de su Alfa.Aurora se sentía observada por todos con desprecio, y no era para menos por años había una guerra fría de dos manadas.— Romeo, no puedes hacer esto, toda la manada esperaba que tomarás a mi querida Isabel como tú esposa — una mujer se acerca enojada y con rabia al escuchar aquella noticia de su Alfa.Noelia, siempre habia querido que Romeo se casara con su hija, por la larga amistad que existió entre ella y su madre.— Soy el Alfa y soy quien decido lo que se hace — respondió enojado mientras jalaba del brazo a Aurora.Le ordena a toda la manada que se prepare, pues al salir la luna, celebrarán la boda, le ordena a un grupo de lobas que organicen a Aurora y le den un vestido de novia para la noche.Darío, su beta, va tras el —¿Estás loco? ¡Te vas a casar con una Alba de luna!— exclamó intentando hacer que su amigo abriera los ojos y se diera cuenta de su error.— Si, ella va a pag
CAPITULO 7Romeo se subió a su caballo, algo le decía su instinto que Florencia estaba en su lugar, al llegar efectivamente aquella bella loba que lo volvía loco estaba ahí.Florencia se lanzó en sus brazos, lo beso con intensidad, la misma que el tenía para ofrecer.— Perdóname, se que esperabas más de mi, pero tenía que hacerlo, por mi familia, Aurora me lanzó a los brazos de Victor, me amenazó con decir lo que pasaba entre nosotros — Las mentiras de Florencia no tenían límite.Invento que su hermana, la misma que se condenó para salvarla, había dicho estás amenazas para hacer feliz a Victor, y que Florencia temiendo accedió.—¿Porque Aurora se culpo de todo?— Romeo frunció el ceño.— Por amor a Victor, ella es capaz de todo por el, creeme que su obsesión es muy grande — Florencia empezó a llorar.Le pedía a Romeo entendimiento, no acabar con lo suyo, verse cada noche en el mismo lugar, ella necesitaba de el más de lo que quería aceptar.Romeo no quería seguir cediendo, debia odiarl
CAPITULO 8Romeo la cargo en sus brazos, se dió cuenta de lo que sucedía, la llevo hasta la cama y llamo de inmediato a Darío que era hijo del curandero de la manada.Apretó sus heridas, no eran muy profundas pero si alarmantes.—¿Porque hizo esto Aurora?— Le cuestiono de inmediato mientras le daba un apretón.Aurora estaba pálida y desmayada, el padre de Dario de inmediato empezó a coser las heridas para evitar que perdiera más sangre.Además de aplicar algunas compresas.—¿Cómo está?— Romeo en verdad estaba preocupado, se sentía culpable por su falta de palabra.— Perdió mucha sangre, lo mejor es que esté en absoluto reposo, es una loba fuerte pero delicada y necesita cuidados un par de días — el padre de Dario escribio en una hoja algunas indicaciones, se las entregó a su hijo para que alguna sirvienta se encargará del cuidado.Romeo le arrebato la hoja de las manos de Dario, dejándole claro que el se encargaria personalmente del cuidado de Aurora.— Les pido discreción, no quiero
CAPITULO 9Aurora veía una nueva cara en Romeo que no conocía y le gustaba, era gentil y amable, y en estos días que la cuido con esmero se sintió a salvó a su lado.Romeo sonrió, de cierta manera sabía que Florencia jamás hubiera aceptado cuidar de un niño huérfano, y este gesto era importante para él.Los dos se quedaron en la misma habitación pero Aurora le pidió que se quedara en el suelo, aún no quería compartir lecho con el.—¿Puedes cubrirte los ojos?— Aurora tenía que colocarse la pijama.— Yo te he cambiado todos estos días, no hay nada que ocultar, soy tu esposo — bromeó Romeo.Ella fruncio el ceño enojada y al ver este gesto en ella, obedeció como niño cubriendo sus ojos.Sin embargo Romeo dejo un espacio entre sus dedos, nunca quitó por completo la ropa de Aurora, dejando debajo la bata blanca que siempre usaban las lobas debajo de sus grandes vestidos.Aurora se quitó este vestido dejando su cuerpo desnudo, Romeo abrió observó por unos segundos y agachó la mirada, mordió
CAPITULO 10Aquella nota escrita con letra cursiva fue incomoda para Aurora y Romeo, el no fue capaz de girar la vista ante su esposa.— Estoy cansada, iré a la cama — Aurora se avergonzó por la penosa situación, pero a la vez este era un recordatorio, acerca de la frivolidad de su hermana.Darío se acercó a Romeo, le contó lo que había sucedido la noche que intento terminar la relación de los dos.— Aurora no debe pagar los platos rotos de tu indecisión — Darío se sentía enfadado, odiaba sentir que los celos inundaban su pecho haciendo que perdiera el juicio, reconocía que había algo dentro de su corazón por Aurora.Romeo suspiro, toma lápiz y papel, le pidió que intentara hacerle llegar esa carta a Florencia, tenía que hablar con ella en el lugar de siempre.Subió de inmediato a la habitación, dónde Aurora terminaba de cepillar su cabello.— Sabes mejor que yo como es tu hermana — Romeo cerro la puerta de la habitación, después de ese leve acercamiento no quería dañar lo que empezab
CAPITULO 11Aurora baja muy temprano en la mañana, desea hablar con Romeo de lo que sucedió, toma una ducha y se coloca uno de sus vestidos más hermosos.Sabe que la respuesta que le dió a Romeo pudo sonar humillante para un lobo fuerte como el, después de meditarlo se dió cuenta que era una mentira, ella si deseaba estar con el.Al bajar se cruza en la escalera con Noelia que sonríe burlona, Aurora intenta ignorarla, sabe que esta loba quiere hacerle la vida imposible y prefiere ignorarla.Pero al llegar al salón se da cuenta porque de las miradas prepotentes, Isabela está colgada del cuello de Romeo.—¿Que está pasando?— pregunta Aurora con un evidente tono de enojo.— Isabela a partir de hoy es mi concubina oficial — Romeo la presenta con una sonrisa burlona, sabe que esto le dolerá a Aurora y que para los Alba de luna, la presencia de la Concubina significa que la esposa no cumplió con sus deberes.— Podemos hablar en privado — Aurora se acerca y susurra esto mientras lo mira a lo