—Es realmente gratificante tener una reunión familiar tan bonita, a usted señor abogaducho de pacotilla más le vale soltar ese teléfono, si no quiere terminar tras las rejas ya que esa apta de defunción que tiene en sus manos ha sido obtenida de manera fraudulenta ya que según me explico mi abogado el tiempo para que un acta de defunción sea declarada como tal es un año de desaparición y eso aún no pasa faltan casi dos meses y según mis documentos no estoy muerta o si licenciado De La Vega, dígame ¿Llamo una ambulancia para usted? Es que veo que se está poniendo pálido pobrecito parece que el muerto es usted y no yo.

Mientras se sonreía de manera siniestra acercándose al abogado, quien empezaba a temblar, y retroceder junto con su silla hasta quedar pegada a una de las columnas de metal de la inmensa oficina con un ventanal y