Capítulo 31

Salió de la habitación, mientras Gina salió por un café, ella no dejaba de pensar en sus palabras, ¿Acaso había algo que ella no sabía? ¿Qué le había ocultado? Era casi imposible pensar que su abuela hiciera algo tan malo como para que tenga que pedirle perdón.

—Abuela no entiendo nada, quisiera que me dijera que es eso que tengo que perdonarte, Gina ¿Sabrá algo? ¿Mis padres tendrán que ver en eso? Siento que todo me da vueltas, no sé qué pensar o a quien acudir.

Hasta que su teléfono la saco del trance era Leo, como adivino siempre es

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