El lobo demonio no comprende qué ha sucedido... Pero lleno de ira se lanza contra Jacob, que reacciona por instinto y lo esquiva cortándole la cola... En ese momento Jacob tiene un incremento de energía, la voz le dice que ahora está al 15% de su capacidad... El lobo demonio lo maldice, pero Jacob se prepara y con un movimiento rápido se mueve por todas partes, el lobo demonio usa su magia demoniaca y lo ataca, pero no logra darle un solo golpe, luego se aparece por detrás del demonio y este se voltea, entonces Jacob le corta en el pecho atravesando su armadura.
El demonio cae de rodillas. Jacob se confía y le da la espalda... ¡De repente fue fuertemente empujado! Cuando se levanta, lo mira aún algo aturdido, el demonio lobo se lanza sobre él y Jacob trata de tomar la espada, pero sin la suficiente velocidad quedando sometido por el demonio que inmediatamente busca morderle el rostro.
Jacob cubre con sus brazos su rostro y el lobo Demonio muerde su antebrazo; Jacob grita de dolor, el ruido hace que la princesa recobre la conciencia, Jacob toma la espada nuevamente y apuñala el pecho de ese demonio, él demonio poco a poco deja de forcejear y de repente una flecha pasa rozando la mejilla de Jacob, quedando incrustada en la frente del lobo demonio, Jacob voltea en la dirección de la cual vino la flecha y ve a la princesa... Luego de esto la princesa asombrada, le pregunta —¿Qué haces aquí? — y él le reclama... —Niña estúpida ¡Vine a buscarte, casi me mata un monstruo! —
—¿¡Y tú me preguntas que hago aquí!? — interpeló.
Ella lo ve y ríe silenciosamente, luego Jacob le dice —Regresemos al reino. La princesa le dice ―Alto espera, déjame ayudarte con esa herida en tu brazo — la princesa Karolina vierte un poco de agua que llevaba en una calabaza, en la herida de Jacob para limpiarla y luego lo venda.
Llevan un par de horas caminando sin conocer el bosque y terminan perdidos nuevamente, ha caído la noche y necesitan descansar ... Entonces Jacob se va a buscar leña. Después de haber juntado la leña para la fogata, Jacob y la princesa Karolina, comparten entre ellos historias y anécdotas de sus vidas.
La princesa Karolina —Si tan sólo lo hubieras visto y estaba tan furioso por lo que sucedió, que parecía que estaba loco gritaba ¡Karolina!
Jacob se reía de su historia mientras sus ojos lloraban y decía —¡Valla qué increíble, no parece que tu padre fuera así! —.
—Sí lo juro —, respondió la princesa —Recuerdo que mi madre, la hubieras visto como subía el color de su tez y se tapaba con su mano la boca para evitar reír, sabes mi madre tiene una sonrisa muy bella... —. Sollozaba ella.
—Y ... Ya... —.
El rostro de Karolina cambio su semblante, sus pómulos se tornaron rojos, así como su nariz y sus ojos destilaban tristeza y llorando decía —Y temo no volverla a escucharla reír. —
Jacob se sintió triste por ella, se acercó y le puso su mano en el hombro, eso la tranquilizo un poco y luego él le dijo —Eso nunca pasara encontraremos la manera de salvar a tu madre. — le prometió él.
—Sabes hace poco me enteré que mis padres no son mis verdaderos padres y el no saber por qué me dejaron en la puerta de su casa me trae tristeza, francamente no soy una persona con amigos, todos en el pueblo parecen odiarme y no sé por qué... quizá haya algo mal en mí... siempre me sentí de alguna manera solo y no sabía por qué, aún sigo sin saber...Es como si no perteneciera aquí, a veces eso siento — le contó Jacob.
él vuelve a ver a la princesa y le dice —Yo no sé qué pasaría si mis padres estuvieran en peligro de muerte o algo así. — comentó.
—Pero sé que la idea me pone los pelos de punta. — añadió.
—Además, haría todo lo necesario para evitarlo. Todo estará bien princesa te lo prometo. — prometió. Entonces la princesa esbozó una sonrisa y se durmió ha recostada en un gran tronco de un viejo árbol de pino.
Al amanecer Jacob escucha unas voces, cuando abrió sus ojos lo primero que vio fue el filo de una gran lanza y retrocedió arrastrándose por el suelo con rapidez, pero mirando al alrededor observo, que están rodeados, Jacob despierta a la princesa y ella pregunta —¿Qué pasa Jacob? —.
Él le responde —mira. — la princesa observa —¡oh no! —, estaban rodeados por Elfos, de pronto uno de ellos se acerca y les ordena levantarse y así fueron amarrados, luego los llevaron a un lugar más profundo en el bosque. Mientras son custodiados Jacob y Karolina se preguntan que pasara con ellos... Al llegar al clan son presentados ante el jefe de la tribu, Lepanto y su hija Lían que es la Elfo maga de la tribu "kalmagah", el joven Jacob quedo sencilla mente estupefacto al ver a Lían, una de las Elfos más hermosas de la tribu... Jacob —¡cielos que hermosa es! — exclamo él sin reparo, la princesa Karolina le dice —¡¿Qué nunca viste a una chica bonita?! —.
Jacob —...no. —, la princesa frunce la cara y sus ojos lanzan una mirada cortante a Jacob...pero él ni se da cuenta que en realidad acaba de ofender la sensibilidad de la princesa como mujer, cuando se encontraba frente al jefe de la tribu, la princesa Karolina se presenta como la hija del Rey de Soin haciendo acto de reverencia, el jefe la mira de forma penetrante con si pudiese ver su alma y en su rostro se dibuja una sonrisa amistosa, luego observa al chico y le preguntan.
—¿Quién eres? — Jacob responde —¡Yo! Yo soy Jacob el hijo del herrero del pueblo — el jefe lanza la misma mirada y les dice —Hmn...guardias tienen un nuevo esclavo... —.
—¡¿No, espere qué?! — Reclama Jacob —¿A qué se refiere con esclavo? — un Elfo le dice al jefe tribal Lepanto —Mire jefe ¿Qué es esto? — el guardia Elfo toma la espada que estaba en las manos de Jacob cuando fueron custodiados; el jefe la tomó y la miro con intriga y su hija que estaba a su lado de inmediato reconoció la energía que salía de en la espada. Y le pide a su padre un momento a solas con el chico...
Claro asintió el jefe, Jacob no entendía por qué ella necesitaba hablar con él en privado. Lían le dice ben conmigo niño.
—¡no soy un niño! — reclamo Jacob, Lían lo llevo a su morada ... los elfos tienen grandes casas de rocas y cuarzos entre los troncos de los árboles más grandes y gruesos del bosque oscuro...
Lían —Bien habla ¿tu porque tienes esta arma y de donde la sacaste? —.
Jacob —Bueno es una historia algo rara, pero en palabras simples una voz me dijo que la usara.
¿¿Una voz?? Dice Lían, —¿Cómo qué una voz? — le preguntó —¡Si! una voz sin cuerpo me dijo que la invocara y apareció frente a mi — Respondió Jacob, Lían le pregunta si puede ser más específico, Jacob le dice que no, Lían lo mira detenidamente... Luego le pregunta —¿Por qué te dio la espada? —.
Jacob le cuenta todo lo previamente sucedido con el Demonio contra el que lucho... Lían no logra asimilar del todo la información que Jacob le cuenta, Lían se toma un momento antes de responder; luego le dice a Jacob —Sabes pasan muchas cosas inexplicables en este mundo... Cosas que pocas veces entendemos, todo tiene un porque en el gran orden cósmico, niño, déjame sola... voy a confiscar esa espada... descubriré quien te dio un arma mística —, Jacob responde —¡Espera, un arma mística¡― Mientras piensa «¡Esto es una broma!» ― ¿Te refieres a una como las antiguas leyendas? ― Preguntó Jacob.
Lían — ¿Sabes algo de eso al respecto? — Jacob le responde —Bueno no mucho para ser franco... —
Lían —Entiendo, bien déjame ilustrarte — de respondió ella mientras desempolvaba un gran y viejo libro.
—Bien escucha niño — dijo ella, —Me llamo Jacob, no niño.
— Lían —Sí, si Lo que digas, presta atención... "Hace miles de años, se libró una gran guerra en los reinos celestes, los antiguos dioses del Orden los cales provenían de las esferas superiores de Bárbelo y los dioses del caos de las esferas inferiores lucharon abruptamente... la batalla entre estos bandos, duro mil años.
Se dice que los ejércitos celestiales, angelicales y demoniacos, lucharon hasta el cansancio, la guerra fue tan grande que los pilares de la existencia parecían poco a poco romperse; el mundo casi llegó a su fin... después de la guerra, muchos de estos seres, cayeron en este mundo, los seres humanos que lo habitaban en la antigüedad, tomaron a estos seres por dioses o héroes y por generaciones le rindieron culto a los dioses que caminaban entre los hombres.
—¡sorprendente! —exclamo Jacob, lían le respondió —Sí, así es —
—¡¿Y qué más?! — le pregunto Jacob... —Bien aquí "Estos seres poseían armas poderosas, las cuales podían tanto crear como destruir, el hombre no tardo en sentirse amenazado y comenzaron a pensar en formas de hacerse de ese poder" ...
— vaya, aquí está incompleto. — dijo ella, —bueno lo siento es todo lo que tengo sobre eso. — Jacob la ve y le dice.
—¿Cómo? ¡Espera! ¡¡Dices que es todo!! —
—Sí. Respondió ella, luego Lían llamo a uno de sus guardias —Eh ¿Qué haces? —
Lían le dice ―Conservare la espada para estudiarla y los guardias te llevaran a tu recinto. —
Jacob —¡Oye! Pero no, ¡espera! — luego de eso es llevado a un pequeño recinto donde deberás pasar tus días como esclavo.
Cuando cae la noche una joven y linda Elfo se acerca al recinto de Jacob, con una bandeja con alimento ella abre la celda y deja el alimento... Jacob pregunta ― ¿Quién eres tú? ¿Cuál es tu nombre? ― pero ella no dice nada y se retira serrando la celda.
El rostro de Jacob dibuja una expresión de descontento mientras su semblante decae, se acuesta sobre un poco de pargas de heno y hojas secas que sirven como cama, pensando en todo lo sucedido y en lo preocupados que deben de estar sus padres y hermanos en el reino al saber que él no está.
—Está anocheciendo...Jacob no ha vuelto, Ewyine tampoco... — comentó Hillvane a su esposa, —Estoy preocupada amor — dijo María.
—¡Él tomó tu caballo! ¡¡Y una espada!! —¿Porqué? — decía ella mientras la angustia la carcomía, Hillvane se acerca a ella y la abrasa.
En el castillo, encontramos al actual rey de Soin, Octavius 3ro el cual se encuentra en su habitación, acompañando a su esposa, Blanca; la cual esta tendida en cama, en un estado de inconciencia. De pronto uno de sus guardias entra y le dice al rey —Señor, tengo noticias —
Él rey se levanta y le pregunta —¿Ya encontraron a mi hija? —.
—De hecho, de eso quería hablar, es que no la han encontrado señor — le respondió el guardia.
—Ya es el segundo día y nada, ¡maldición, bola de inútiles! — gritó el rey Octavius con gran molestia.
—¡Te ordeno que mandes a más caballeros, quiero que la encuentren ya! —le grito él
El guardia se pone en posición firme y le responde —¡Sí señor! — se da media vuelta y se marcha.
—Hare lo que esté en mi poder, para salvarte a ti y a nuestra hija, mí reina... — Octavius sale de la habitación y se dirige al pabellón principal.
Al llegar le dice a un sirviente que busque al hechicero real y lo traiga ante él.
Seis minutos después él Hechicero real, se hace presente ante él rey —Su majestad —.
El rey le pregunta, si ha encontrado algún remedio para el mal de la reina, pero el hechicero le dice que no, aún no he podido crear ningún remedio.
El rey suspira y le dice —Bien, no te quito más tiempo, sigue investigando —
—Sí mí señor — le contesto él hechicero y se marchó.
Al día siguiente Jacob se encuentra trabajando en las minas recolectando minerales para la tribu de los Elfos del bosque. Es un arduo trabajo, con un pico comienza a golpear las duras paredes de las cavernas, para extraer los cristales de seleptita. Un extraño mineral con muchas cualidades.
—¡Ha! ... Que cansado, la minería no es fácil, ¡diablos! — se quejaba Jacob mientras extraía los minerales.
Él al igual que muchos otros, se encuentran como esclavos de los elfos, ese es el destino que les aguarda a aquellos que se aventuran en las profundidades del bosque oscuro.
Después de toda una mañana en las minas, lo pone a cargar troncos muy grandes para la fabricación de puentes y tiendas.
Al terminar el día Jacob queda agotado y es escoltado hasta su nicho, al caer la noche, la celda se abre nueva mente y la misma joven Elfo aparece con comida, Jacob le dice que por favor no se valla que solo quiere alguien con quien hablar. Así mientras sujeta con suavidad la mueca de la joven Elfo, ― ¿Cuál es tu nombre? ― pregunta Jacob.
―Cila Hari ―, respondió ella, sentándose al otro lado de la puerta del recinto y Jacob le pregunta sobre cómo es la vida de los Elfos y Cila Hari le cuenta que la vida en el bosque es tranquila, viven conforme a las leyes de la naturaleza, que es una vida más sana, se alimenta de cosas naturales, frutas, legumbres, hortalizas, todo vegetal y nada animal.
Jacob ― ¿En serio? — pregunta.
—Sí — dijo ella.
—Y ¿los cristales? — preguntó Jacob.
Ella le contestó que son una fuente de energía natural, que ayuda en mucho para iluminar sus casas, también para fabricar armas y para crear algunas pociones milagrosas entre otras cosas, Jacob — ¡Oh! — responde sorprendido.
Luego le pregunta —¿Y ustedes han existido siempre en este bosque? —, ella le responde —No, nuestros antepasados llegaron a este lugar por causa de la disensión de los Elfos, hace ya cien años atrás. — Jacob pregunta —¿Disensión? —.
— Bueno será conversación para después...— dijo la joven Elfo.
Al amanecer... —Ya hoy hacen tres días de búsqueda y nada General —
—Calma Ewyine pronto la encontraremos solo ten fe muchacho en los dioses ten fe —le responde él general Gerald
—No soy un hombre de fe señor —, dijo Ewyine
—Hmn... entonces el vivir no tiene sentido para ti joven caballero — dijo el general Gerald, —Pero bueno sé que pronto la encontraremos —.
bueno eso espero señor — respondió Ewyine, de pronto uno de los caballeros dijo —Señor disculpe mi intromisión, pero quisiera decirle...bueno usted sabe que en este bosque hay una tribu de Elfos — Gerald —Sí lo sé ¿a qué quieres llegar? —, el caballero —Bueno ellos conocen estos bosques mejor que nadie así que, quizá podamos pedir ayuda para encontrar a la princesa — el general Gerald —bien a la tribu entonces —.
Mientras tanto, la princesa estaba en los jardines de las rosas, disfrutando del aroma que desprenden, después de eso, llegaron unas Elfas y la llevan a un lago cerca del lugar y allí se dan un baño.
Después se la llevan a un cuarto acogedor le dan nuevas ropas y alimentos, Karolina después de vestirse y comer decide salir y contemplar el lugar, ella esta maravillada al ver la forma en que los Elfos construyeron dentro de los árboles sus moradas, de la misma manera el ver la hermosa vegetación del lugar, el escuchar el canto de los pájaros, mirar las luciérnagas que revolotean en todas direcciones y la frescura del viento que sopla suavemente rosando su piel.
Lían estudia el arma que poseía Jacob para averiguar porque él la tenía, ella saca de un cajón un libro de un grosor mediano, sus cubiertas de cuero están gastadas igual que una pequeña correa y la hebilla algo herrumbrada... Lo abre y comienza a buscar en las páginas manchadas por el polvo, cualquier cosa que le de alguna respuesta.
En la tribu Jacob se dedica a recoger minerales, para la fabricación de nuevas armas para los elfos... bien niño toma un descanso le dice un elfo —¡¡¡en serio!!! Gracias... — responde Jacob.
Mientras salía de las minas, pasando por un trillo escucho unas voces y se dirigió a ellas, preguntándose que es ese ruido... entre los arbustos se detuvo a observar en una pequeña laguna un grupo de jóvenes y hermosas Elfas que se bañaban ahí.
El rubor no tardo en eclipsar el rostro de Jacob, sus ojos parecían salirse de sus sitios por la impresión, su corazón estaba a punto de explotar....
Una voz cerca de él le dijo —Veo que eres algo mirón chico — Jacob da un brinco y voltea, diciendo —¿Qué?! no yo no! — Lían, lo mira fijamente, mientras tiene sus manos en la cintura le dice — ven conmigo ya. —
Jacob —Si, enseguida. — dice con una voz que se ahogaba entre la angustia y la vergüenza.
—¿A dónde vamos? — preguntó Jacob
— silencio solo sígueme — le contesta Lían
Jacob —pero...—
Lían —cayá, ahora dame tu mano —
Jacob —¿qué? — interpeló desconcertado.
—¿Qué me des tu mano! — exclamó ella.
Jacob le da la mano y ella saca una daga ... —¡Eh... Haa! — Jacob exclama, luego pregunta —¡¿Por qué?! — Lían tomando la sangre, la derrama sobre la espada —¡¿Qué haces?! — preguntó Jacob.
De pronto el arma comenzó a arder... Lían —lo sabía ¡¡tú!! —, Jacob —¿Yo? La espada brilla incandescentemente, produciendo un sonido agudo como una especie de vibración, que hace eco por todo el lugar... Lían —¡Tú! ¡Ya sé lo que eres niño! — dijo con asombro.
—Pero ¿Cómo? — cuestionó.
De pronto la espada deja de hacer reacción y todo se detiene... —Pero ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Jacob.
Lían de inmediato se da cuenta que el poder en el arma es muy grade y el niño junto a ella no es cualquiera, algo más se esconde en el... Jacob mira a Lían que le observa perpleja, su mirada se cruza con la de ella, mira unos ojos que tiembla de miedo, conmocionados por lo sucedido.
Un rostro que no disimula el temor de no comprender que es lo que tiene ante ella, sí ya él ha visto esa mirada en muchas caras antes, esas miradas que traspasan sus entrañas revolviéndolo todo, que son como dagas lanzadas sin piedad a su pecho. Sí ya él ha pasado por ese tipo de juicios sin palabras, esas condenas que apresan en silencio.
El corazón de Jacob late fuerte, sus piernas comienzan a temblar, no puede evitar ese sentimiento de sentirse como un bicho raro que no encaja, como si fuera alguna especie de rareza a la que todos deben odiar y temer por alguna razón que él no entiende... su corazón palpita cada vez más fuerte y luego él sale corriendo del lugar.
Jacob se escondedetrás de unos arbustos, se ha recuesta en el tronco de un árbol, llevando susrodillas al pecho, mientras cruza los brazos sobre ellas y esconde su rostrosintiéndose insignificante, sintiéndose solo.
Un estruendo muy fuerte retumba, se escuchan gritos de batalla... En el laboratorio de magia se encuentra Lían que desde una ventana mira a los Elfos guerreros corren armados.En medio de gritos desesperados... Ella sale y se encuentra a los Elfos luchando contra unas criaturas llamadas Orcos seres despiadados y muy fuertes, Lían tomado su cetro y corre a la batalla. Pero se sorprende al ver que los Orcos no son los únicos que los atacan —¡Elfos oscuros! —exclama Lían.—¿¡Pero?! ¡¿qué hacen aquí!? — se preguntaba ella... Dos Orcos la ven entre la multitud en pánico y se lanzan sobre ella; pero Lían los confronta con su magia, realiza un conjuro y crea un hechizo de fuego para atacarlos.Uno de ellos lo esquiva, el otro queda envuelto en las llamas, en su desesperación se tira al suelo y rueda, pero el fuego no se apaga —Llamas eternas, un hechizo que no puedes contra restar fácilmente — dijo ella mientras sonreía.El Orco lleno de enojo por la muerte de su compañero corre hacia ella y
Jacob escucha una extraña bulla, preocupado por que sea otro ataque, corre de inmediato y lo que ve son los caballeros del Reino de Soin; se encuentran junto a la princesa, Jacob viendo esto comienza a buscar a su hermano, esperando que este entre ellos.En medio de los soldados logra ver a su hermano, de pronto Ewyine mira a Jacob y se abrazan, Ewyine se arrodilla y le pregunta a Jacob —¿Qué haces aquí? — a lo que Jacob responde —La princesa se metió en este lio por mi culpa yo tenía que buscarla antes de que algo malo pasara. —Entiendo — Contestó Ewyine, luego le dice —Sabes me contarás de camino todo ahora debemos ir a casa — Jacob le responde —Sí hermano —luego de esto Ewyine se dirige a su capitán para decirle que no pueden tardar más tiempo, por el bien de la reina, todavía tienen que encontrar una cura. La princesa les dice que no se preocupen, ya que los Elfos le dieron un antídoto, que contrarrestará el mal de la reina.—¡Qué! ¡¿Eso cuando pasó?! — Exclamo Jacob, la princes
Dos días después de la muerte del padre de Jacob, unos mensajeros de la corte real llegan a su casa, Jacob los atiende y uno de ellos le dice—Buscamos a Jacob Hillhell. ——Soy yo. — respondió, los mensajeros se ven uno al otro, con una mirada de duda.—¿Es cierto eso? — pregunto uno de ellos, Jacob les dijo que sí; ellos le dijeron.—El rey te a solicita en el castillo inmediatamente. ——¡¿Sí?! — exclamo Jacob con sorpresa —¡Claro, vamos! — agrego él—Jacob espera, voy contigo — le Dijo Ewyine.Así se dirigieron al castillo ... —¿Qué crees que quiera el rey, Jacob? ——La verdad no tengo idea— le respondió, Jacob hace un pequeño puchero y luego le pregunta a Ewyine, —¿Y tú por qué vas? ——Bueno nuestro padre murió por lo que parece ser la peste, debo de planificar con el Rey y tomar medidas de prevención — le aclaro Ewyine.—¿Crees que hayan más? — le preguntó Jacob por lo bajo, Ewyine mueve un poco la cabeza en negación y le dice —No lo sé —.Al llegar al castillo, son recibidos por
Al día siguiente Jacob es despertado por el cantar de gallo e incorporándose de la cama con rapidez, comienza a prepararse para ir a entrenar, seguidamente corre por las escaleras directo a la puerta, pero en ese momento su cuñado el señor William de Ataros, un hombre con una cierta fortuna; su aspecto era la de un hombre con clase y muy buena educación.Su apariencia era muy distinguida, alto, piel trigueña, cabello oscuro muy bien cuidado, tenía una barba tupida pero bien aseada; su forma de vestir era elegante, no como la realeza, pero si mejor que la mayoría de los pueblerinos de Soin. Ya que él es dueño de un gran hacendado, Jacob lo mira y William le dice —Oye Jacob Y ¿planeas irte así? — Su voz era grabe y profunda, —Ven a comer con nosotros — Jacob le dice que sí y le agradece.Luego de haber desayunado, Jacob se dirige al castillo... Al llegar allí se dirige al salón de entrenamiento en el cual espera Anabell, al encontrarse frente a ella, le dice —Bien ya estoy aquí, ¿Ya com
Limer se encuentra trabajando en sus pociones, toda su atención está puesta en las fórmulas de sus libros de Magia, mientras vierte y calcula cuidadosa mente los elementos de su poción, algo llamó su atención por un momento, él desvía la mirada a su derecha hacia unas repisas de mármol teñido, que están a dos metros de él y se da cuenta que uno de sus experimentos mágicos ha desaparecido.—Hmn... Que... ¿Qué pasa? ¡¡NO PUEDE SER!! — exclamo Limer, al darse cuenta de que uno de sus experimentos ya no estaba.Preocupado por ello comienza a buscar como loco por todo su taller, moviendo sillas, volteando mesas, rebuscando entre pilas y pilas de libros mágicos, rápidamente algo llama su atención, mira al suelo y se da cuenta que hay unas pequeñas huellas en el —¡¡Duendes!! — Dijo él, maldiciendo por lo bajo, esto lo pone más alerta ya que son criaturas descuidadas y pueden provocar grandes problemas en el reino.Limer corre tras el rastro de estas huellas, sale de su taller con prisa, baja
Al norte en el reino de Abell. En la capital de Filos; un lugar hermoso lleno de vida, música y color, una arquitectura deleitable, palacios por doquier y casas espaciosas con una gran belleza, este reino se encuentra al mando del emperador Baruc. Un hombre fuerte y de gran carácter, un gran líder, un sujeto lleno de vigor, usaba el cabello corto, barba larga; sus ojos eran tristes, su ceño fruncido, vestía con una toga hasta los tobillos, con un cinto de seda. Llevaba sobre su cabeza una corona de plata y en su cuello colgaban collares de oro y piedras preciosas. Era ya medio día en aquel lugar, cuando... Los Elfos oscuros corren por los techos de las casas y cabañas, sus movimientos eran precisos y ligeros casi parecían volar con el viento suave que mecía las hojas de los árboles. Casi imperceptibles ante la vista de los demás, se dirigen rápidamente al castillo del emperador Baruc. —Capitán Zifer, la seguridad del castillo no es problema para nosotros — —Así es, esto será pan co
Ha concluido un mes desde el ataque a la reina blanca y para el reino de Soin era la paz... Pero la noticia de que los humanos se aliaron con los elfos, disgusto a los Orcos quienes detestan a los elfos del bosque, pensando que esta nueva alianza, es para fortalecer las fuerzas enemigas, los Orcos no pueden evitar sentirse amenazados... pero su líder Camus, se enfurece ya que existe una disputa territorial entre los elfos de bosque y ellos, debido a un mineral muy preciado para ambos.De este modo sin dudar preparan sus fuerzas y marchan hacia el reino de Soin a combatir a los humanos... Un ataque sorpresa para debilitar las nuevas fuerzas de sus rivales. Tomando la ruta de la llanura del este con una gran cantidad de guerreros.¡En el castillo encontramos al joven Jacob que pasaba por ahí aprovechando un día de descanso cuando... —¡Ha! ¿¿Qué te pasa porque no te fijas eh??— reclamo Jacob —¡¿Oye a quién le habla así?! ... ¡¡Un segundo tú, eres el muchacho aquel!! — contestó Limer.—.
En alguna región de los reinos celestiales, dos seres se dirigen presurosos a un gran tabernáculo que se encontraba suspendido en el aire, de tras de este había un enorme arco de oro y bronce que parecía estar conectado a otro plano de existencia. —¡Gran maestro! ¡Gran maestro! — decían a voces estos seres. Sus apariencias eran extrañas.El primero tenía una piel ligeramente purpura, su cabello era oscuro y largo, un velo tapaba su rostro, de los lados de su cabeza tenía un par de alas pequeñas. Su cuerpo era muy delgado, en sus muñecas y tobillos tenía cadenas de oro.El segundo tenía una piel pálida, no tenía cabello, pero si un alo sobre su cabeza y otro alrededor de su cuello. Un par de alas salían de su espalda baja, su rostro era delicado. —Hemos sentido una perturbación en el cosmos. Decían ambos a la vez.—¿De dónde ha provenido? Pregunto él gran maestro. Su voz era profunda, pero tranquilizante. Su apariencia era la de un hombre muy corpulento. Vestía de verde y su cabello